El próximo viernes diremos adiós a este año. Un año difícil en el terreno laboral, bueno, más que difícil, horroroso. Un mal año que termina con la esperanza de un 2011 mucho mejor. Pero no es el momento ni el blog para hablar de mis problemas laborales, sino que es el momento de hacer balance de mi año atlético y en este caso, la conclusión es mucho más positiva.
El año comenzó con una mejor marca, lograda en la media de Getafe, a finales de enero. Un mes después, volví a rebajar una marca, la de maratón y con mucho mérito, porque lo hice en Tokio y después de dos intentonas fallidas en 2008. Y es que llegué a Japón en una gran forma y podría haber logrado un registro aun mejor de no ser por la lluvia, pero esas desgraciadamente no se planifican. Otra confirmación de mi buen estado de forma llegó un mes más tarde en los 10 Km de Madrid, en los que por primera vez bajé de los 41 minutos.
A partir de entonces me dediqué a correr por el placer de correr y a fin de planificar bien mi asalto a las 3h 10 min que iba a abordar en el maratón de Amsterdam. Entrené muy bien en un verano muy caluroso, en el que corrí una buena carrera en Siete Aguas y posteriormente volví a mejorar mi marca en la media de Valladolid. Puse la guinda en Amsterdam, parando el crono en 3h 10' 09'', una pequeña decepción por no superar la barrera prevista, pero batí mi marca de nuevo y tuve muy buenas sensaciones.
La carrera de Aranjuez del pasado domingo puso punto y final a mis competiciones por este año. Un buen año que es pero que sea previo a uno mejor que comenzará pronto. Ahora me voy de vacaciones, entrenaré menos la semana que viene, pero volveré a principio de enero con fuerzas renovadas para intentar hacer algo grande en 2011. Eso ya se verá
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FELIZ AÑO 2011 A TODOS
martes, 28 de diciembre de 2010
jueves, 23 de diciembre de 2010
Feliz Navidad
Porque correr es de cobardes, porque corro como pollo sin cabeza, porque corro sin que nadie me persiga, sin motivo aparente y sin balón de por medio; porque corriendo se llega antes, porque correr te hace libre, porque correr despeja la mente, porque corriendo pienso; porque corriendo el dolor es inevitable y el sufrimiento es opcional, porque sin sufrimiento no hay mejora, porque si entrenas y no sufres estás entrenando mal, porque me gusta sufrir corriendo, porque me gusta mejorar mis marcas; porque corriendo conoces rincones escondidos y lugares maravillosos, porque he visitado muchas ciudades corriendo, porque corriendo conoces nuevas ciudades, nuevos países, nuevas culturas; porque me gusta correr con lluvia, porque me gusta saludar arco iris al correr, porque me gusta correr sobre la nieve, porque me gusta correr por la noche, porque me gusta correr al amanecer, porque me gusta mirar a la gente cuando corro, porque me gusta correr solo, pero también acompañado; porque me gusta tener un entrenador que me exige y me anima, porque mi "entrenador psicológico" resuelve todos los problemas con una cerveza delante, porque los maratonianos foreros por el mundo me ayudan a mejorar; porque mis amigos me animan, porque tengo un pequeño club de seguidores en mis maratones, porque tengo seguidores en mi blog, porque tengo amigos en el foro, porque antes de cada maratón recibo muchos sms de ánimo, porque mi familia me anima, porque Marisa, Alonso y Ángela me aguantan todos los días del año sin poner pegas a mis entrenamientos.
Es Navidad y por eso quería contar las razones por las que corro, pero también quiero desear lo mejor a las personas a las que menciono más arriba. A mis vecinos que me saludan cada día cuando corro, a mis amigos corredores, a los foreros por el mundo, a los que leen este blog, a mis amigos, los que me animan en las carreras, a mis cuñados, a mis sobrinos, a mis hermanos y sobre todo a Ángela, Alonso y Marisa. A todos ellos, gracias por apoyarme y FELIZ NAVIDAD.
martes, 21 de diciembre de 2010
XXIX Carrera Popular de Aranjuez
Había oído hablar mucho y bien de esta carrera y por eso decidí participar este año para poner el broche final al año 2010. Un año en el que he conseguido mejorar mi marca de media en dos ocasiones y en otras dos la del maratón. También en 2010 conseguí batir mi marca en los 10 Km, concretamente en abril; por eso, mi intención era poder batir una vez más esa marca para completar un año redondo atleticamente hablando.
Sin embargo, la misión se antojaba difícil porque, aunque ya más recuperado de los temas laborales que me afectan, las últimas tres semanas he entrenado muy mal y además anímicamente no estoy al cien por cien. Puede parecer simple, pero estar bajo constante amenaza en el trabajo, unido al control que el gobierno hace sobre mi teléfono y mi conexión a internet, supongo que incluído este blog, no genera más que inseguridad y preocupación.
Pero volvamos a Aranjuez, donde me desplacé con mi familia ya que el horario de comienzo es bastante bueno, las 12 del mediodía. Al llegar había atasco, muchos runners y un parking preparado a la entrada que se quedó pronto pequeño. La recogida de dorsal y chip la realicé sin problemas y la amplía avenida del Príncipe, donde empieza la carrera, me sirvió para calentar sin agobios. Pude ver a dos compañeros que corrían ese día, pero me quedé con las ganas de ver a los foreros con los que cada día intercambio opiniones. Una pena, porque me olvidé del lugar de encuentro.
No obstante antes de empezar coincidí con Duquito, nos colocamos juntos en la salida y empezamos la prueba a buen ritmo, obviamente, el mucho mejor que yo. La salida no es muy amplía, pero no tuve problemas, pues enseguida se pasas a una calle ancha en la que pude coger rápidamente el ritmo. Pero el ritmo, aún siendo bueno, unos 4 minutos por kilómetro, no era el necesario, pues en ningún momento pude bajar de esos 4 minutos. Notaba que mis piernas no iban a tope y me iba dando cuenta que iba a ser difícil acelerar al final.
En el kilómetro 5 y medio me adelantó mi compañero Andrés e intenté seguirle, pero su ritmo era mucho más vivo. Ya sabía que era imposible mi reto, pero decidí morir matando e intentar bajar, al menos, de los 41 minutos, porque me di cuenta que mi mejor marca tampoco estaba en peligro. En los últimos kilómetros hice un gran esfuerzo para no perder tiempo y al final el registro de 40'59'' me dejó un buen sabor de boca, pues es mi segunda mejor marca y además realizada en un momento "tonto" de la temporada.
Aranjuez es una carrera bonita, disputada por calles amplías, con pocas curvas y con buenos paisajes, pues incluso se atraviesa el Parque del Príncipe. A la llegada, una correcta bolsa del corredor y una salida sin agobios me da pie a recomendar esta prueba a la que espero volver en años venideros, espero que con más fortuna.
Después del esfuerzo, di un paseo con la familia y comimos en un buen restaurante para rematar un bonito día atlético. La próxima cita será en 2011 y en Tordesillas, el cross de Reyes. Comienza la planificación de Londres, ya tengo la mirada puesta en la cita con el mejor maratón del mundo. Queda mucho tiempo y tengo que cuidarme para llegar a punto y conseguir mis metas. De momento, la Navidad me va a traer una pequeña tregua en forma de vacaciones que voy a disfrutar con mi familia. Me esperan cenas, celebraciones y un bonito viaje. Cuando vuelva a empezar, espero que tenga las pilas cargadas y que 2011 supere a 2010, a nivel atlético y laboral.
Sin embargo, la misión se antojaba difícil porque, aunque ya más recuperado de los temas laborales que me afectan, las últimas tres semanas he entrenado muy mal y además anímicamente no estoy al cien por cien. Puede parecer simple, pero estar bajo constante amenaza en el trabajo, unido al control que el gobierno hace sobre mi teléfono y mi conexión a internet, supongo que incluído este blog, no genera más que inseguridad y preocupación.
Pero volvamos a Aranjuez, donde me desplacé con mi familia ya que el horario de comienzo es bastante bueno, las 12 del mediodía. Al llegar había atasco, muchos runners y un parking preparado a la entrada que se quedó pronto pequeño. La recogida de dorsal y chip la realicé sin problemas y la amplía avenida del Príncipe, donde empieza la carrera, me sirvió para calentar sin agobios. Pude ver a dos compañeros que corrían ese día, pero me quedé con las ganas de ver a los foreros con los que cada día intercambio opiniones. Una pena, porque me olvidé del lugar de encuentro.
No obstante antes de empezar coincidí con Duquito, nos colocamos juntos en la salida y empezamos la prueba a buen ritmo, obviamente, el mucho mejor que yo. La salida no es muy amplía, pero no tuve problemas, pues enseguida se pasas a una calle ancha en la que pude coger rápidamente el ritmo. Pero el ritmo, aún siendo bueno, unos 4 minutos por kilómetro, no era el necesario, pues en ningún momento pude bajar de esos 4 minutos. Notaba que mis piernas no iban a tope y me iba dando cuenta que iba a ser difícil acelerar al final.
En el kilómetro 5 y medio me adelantó mi compañero Andrés e intenté seguirle, pero su ritmo era mucho más vivo. Ya sabía que era imposible mi reto, pero decidí morir matando e intentar bajar, al menos, de los 41 minutos, porque me di cuenta que mi mejor marca tampoco estaba en peligro. En los últimos kilómetros hice un gran esfuerzo para no perder tiempo y al final el registro de 40'59'' me dejó un buen sabor de boca, pues es mi segunda mejor marca y además realizada en un momento "tonto" de la temporada.
Aranjuez es una carrera bonita, disputada por calles amplías, con pocas curvas y con buenos paisajes, pues incluso se atraviesa el Parque del Príncipe. A la llegada, una correcta bolsa del corredor y una salida sin agobios me da pie a recomendar esta prueba a la que espero volver en años venideros, espero que con más fortuna.
Después del esfuerzo, di un paseo con la familia y comimos en un buen restaurante para rematar un bonito día atlético. La próxima cita será en 2011 y en Tordesillas, el cross de Reyes. Comienza la planificación de Londres, ya tengo la mirada puesta en la cita con el mejor maratón del mundo. Queda mucho tiempo y tengo que cuidarme para llegar a punto y conseguir mis metas. De momento, la Navidad me va a traer una pequeña tregua en forma de vacaciones que voy a disfrutar con mi familia. Me esperan cenas, celebraciones y un bonito viaje. Cuando vuelva a empezar, espero que tenga las pilas cargadas y que 2011 supere a 2010, a nivel atlético y laboral.
martes, 14 de diciembre de 2010
Carrera de la Constitución sin constitución
La Carrera de la Constitución 2010 de Torrejón de Ardoz es una prueba que dificilmente olvidaré. Y no se debe a su organización, que no es mala, ni a su recorrido, que es divertido, ni tampoco a mi marca, discreta; se debe a que corrí una carrera que conmemora la constitución española dos días después de que se me hubieran suspendido mis derechos civiles por medio de un decreto de militarización.
No tenía demasiadas ganas de correr aquel día gris y lluvioso, pero hice un esfuerzo por levantarme de la cama y llegar hasta Torrejón. Allí todo el tinglado estaba montado en torno a la plaza de toros, pues al lado se extiende un parque por el que se dan dos vueltas para completar los 5 km. La organización es correcta, con baños en la plaza de toros y mucho espacio para calentar. Corrí un poco bajo la lluvia y me coloqué en la línea de salida. como imaginaréis, corrí con pocas ganas y además tenía las piernas mal, así que no podía esperar mucho, a pesar que que el comienzo no fue mal. Acabé en 20'23'', marca discreta, porque mi estado de forma está para bajar de los 20 minutos.
Me fui nada más acabar. Creo que fue la carrera más triste que he corrido. pensaba conocer alguien del foro, pero no me quedaban ganas. Ya comenté en un post anterior, que el acoso que la empresa está ejerciendo sobre mis compañeros y sobre mi no va a poner en peligro mi afición por el running. En esta última ocasión han ido más allá, pues aparte de quitarnos derechos de manera ilegal, nos han echado encima a la opinión pública española, para que parezcamos delincuentes. Son días difíciles, pero no voy a pararme porque un puñado de incopetentes políticos o la masa descerebrada de la opinión pública me ataquen. Quizás, mi mejor respuesta sea conseguir mis objetivos atléticos para demostrarles que no van a poder conmigo.
No tenía demasiadas ganas de correr aquel día gris y lluvioso, pero hice un esfuerzo por levantarme de la cama y llegar hasta Torrejón. Allí todo el tinglado estaba montado en torno a la plaza de toros, pues al lado se extiende un parque por el que se dan dos vueltas para completar los 5 km. La organización es correcta, con baños en la plaza de toros y mucho espacio para calentar. Corrí un poco bajo la lluvia y me coloqué en la línea de salida. como imaginaréis, corrí con pocas ganas y además tenía las piernas mal, así que no podía esperar mucho, a pesar que que el comienzo no fue mal. Acabé en 20'23'', marca discreta, porque mi estado de forma está para bajar de los 20 minutos.
Me fui nada más acabar. Creo que fue la carrera más triste que he corrido. pensaba conocer alguien del foro, pero no me quedaban ganas. Ya comenté en un post anterior, que el acoso que la empresa está ejerciendo sobre mis compañeros y sobre mi no va a poner en peligro mi afición por el running. En esta última ocasión han ido más allá, pues aparte de quitarnos derechos de manera ilegal, nos han echado encima a la opinión pública española, para que parezcamos delincuentes. Son días difíciles, pero no voy a pararme porque un puñado de incopetentes políticos o la masa descerebrada de la opinión pública me ataquen. Quizás, mi mejor respuesta sea conseguir mis objetivos atléticos para demostrarles que no van a poder conmigo.
jueves, 2 de diciembre de 2010
XXII Carrera de Santurce a Bilbao y el doping vasco
Aprovechando que el Nervión pasa por Bilbao y teniendo en cuenta que le debía una visita a mi buen amigo Chus, decidí inscribirme en esta curiosa carrera, cuyo recorrido difiere bastante de la letra de la famosa canción. Se trataba de pasar un fin de semana divertido con familia y amigos, así que me desplacé a la capital vasca el sábado por la mañana para llegar a comer junto con Chus, su familia y Vicente, otro buen amigo y seguidor de este blog, que viajó desde Valencia para pasar también el finde de semana.
Chus nos llevó a comer al Ripa, un restaurante donde hicimos una comida no demasiado frugal, regada con txakolí, tinto de Toro y culminado con un postre copioso. Pero aquí no acababa la cosa, pues tras dar un paseo por el Casco Viejo, donde cayeron unos zuritos, nos fuimos a la casa de Chus a tomar un picoteo sin importancia, al que se sumaron Belén y Javi, otros dos amigos que estaban por Bilbao. En definitiva y a pesar de la ración de pasta que me preparó Chus, acabé el sábado con el estómago a reventar de comida, mezclado con una cantidad moderada de alcohol.
No había que madrugar pues la carrera empezaba a las 11. El día estaba feo, el viento frío y una fina lluvia caía en Santurce cuando llegué al polideportivo. La cancha estaba llena de gente que se resguardaba del frío exterior. La recogida del chip fue rápida y pronto me preparé para calentar. La zona de la salida estaba cortado y se podía calentar sin problemas, pero además estaba disponible una pista de atletismo que utilizaban la mayoría de los atletas. Me sentía pesado por la comilona del día anterior, hacía frío y mis sensaciones no eran muy buenas, pero no me preocupaba.
Me coloqué pronto en la salida, pero aún así, tuve problemas para adelantar en el primer kilómetro. De Santurce se pasaba muy pronto a Portugalete, donde se iniciaba una subida tendida, pero muy larga, que se me hizo bastante pesada. El recorrido no era muy bonito, se pasaba por las afueras de los pueblos y ni una vista de la ría. Me preguntaba donde estaba la famosa orilla de la canción. Mantenía un buen ritmo, en torno a 4'15'', pero no iba cómodo. Dudaba si podría mantener el ritmo porque me sentía pesado, las piernas estaban frías y además la camiseta interior que me había puesto me incomodaba.
Fueron pasando los kilómetros, el paisaje empezó a mejorar y también las sensaciones. Al paso por el km 8 el tiempo seguía rondando los 4'15'', pero ahora las piernas iban mejor y decidí no desaprovechar la ocasión. Empecé a correr mejor, de manera que al paso por el km 10 mi tiempo era de 41'40'' lo cual me animó aún más. Por fin veía la ría, de hecho la dejaba a mi izquierda, mientras iba dejando a atletas atrás.
Al llegar a Bilbao se empieza a pensar en la meta, pero quedan tramos duros, que se inician con la subida a la pasarela de Calatrava, corta, pero dura. Luego se pasa al lado del ayuntamiento, el Gughenheim y otra subidita para acercarse a meta. Por entonces ya no controlaba tanto el tiempo, pero sabía que iba bien, seguía pasando atletas a pesar de la última subida, a 500 metros de la meta, donde volví a mantener mi ritmo para encarar los últimos 200 metros ya en la Gran Vía y con la pancarta de meta al fondo.
Mi tiempo, 1h11''47'' superó mi previsión inicial y en mi opinión es una gran marca, pues hice una media de 4'08'' el kilómetro, lo que supone que en una media hubiera hecho alrededor de 1h 26'. Contento por mi gran carrera, recibí el mejor premio, las felicitaciones de mi familia y mis amigos después de una carrera que nunca olvidaré.
No sé si mi gran tiempo se debe a que me he puesto a entrenar más en serio o a que tuve mi día. Quizás las proteínas del pescado y el chuletón del sábado, unido a los aromas de tintos y blancos, se unieron para proporcionarme esa fuerza que desplegué. Quizás el secreto fuera ese "doping vasco".
No sé si mi gran tiempo se debe a que me he puesto a entrenar más en serio o a que tuve mi día. Quizás las proteínas del pescado y el chuletón del sábado, unido a los aromas de tintos y blancos, se unieron para proporcionarme esa fuerza que desplegué. Quizás el secreto fuera ese "doping vasco".
viernes, 12 de noviembre de 2010
El adiós de un campeón
El domingo se celebró el maratón más importante del planeta, el maratón de New York. La victoria del etíope Gebre Gebrmariam quedó eclipsada por el anuncio de la retirada del atletismo del gran Haile Gebreselasi, tras abandonar la carrera neoyorquina en el km 25 debido a una tendinitis en la rodilla.
Resumir la trayectoria de Gebre en este post no serviría nada más que para repetir una serie de datos que cualquiera pude consultar en una buena página de atletismo. Sin olvidar que ha sido el mejor fondista de todos los tiempos y que sus marcas y records abarcan un amplio abanico de pruebas que van de la media distancia al fondo, el gran mérito de Gebre ha sido mantener siempre esa eterna sonrisa en los labios, prueba clara de su humildad y de su gran categoría humana.
Gebre se acostumbró a ganar desde el inicio de su carrera, pero eso no influyó en su personalidad, en su carácter afable, en el respeto por el resto de los competidores y en su cercanía al público. Con su perenne sonrisa en los labios, Haile siempre ha sido muy accesible para la prensa y público en general.
Tuve la oportunidad de "compartir" dos pruebas con el, el maratón de Berlín y los 10 Km de Madrid el año pasado. Y también tuve la oportunidad de conocerle el año pasado en la feria del corredor del maratón de Madrid, donde además de estrecharle la mano, nos hicimos fotos junto a mis hijos y él no paró de bromear todo el rato y así uno tras otro fueron pasando aficionados. Un gran campeón.
Gebre ha dicho que se va, que no aguanta más con su rodilla maltrecha y es que para un gran atleta como el no puede valer la pena seguir para arrastrarse por las carreras o retirándose a mitad de competición. Dicen que sus agentes tratan de convencerle para que vuelva, pero pienso que sólo debe volver si está completamente recuperado.
Se va el mejor, alguien que dejará huella y que ha sido la inspiración de muchos atletas populares entre los que mi incluyo. Sus hazañas tanto en pista como en ruta quedarán en las retinas de los buenos aficionados a este deporte. Está claro que vendrán otros que mejoren sus marcas, pero será difícil que den al atletismo tanto como ha dado este pequeño y sonriente etíope. Gracias Haile.
Tuve la oportunidad de "compartir" dos pruebas con el, el maratón de Berlín y los 10 Km de Madrid el año pasado. Y también tuve la oportunidad de conocerle el año pasado en la feria del corredor del maratón de Madrid, donde además de estrecharle la mano, nos hicimos fotos junto a mis hijos y él no paró de bromear todo el rato y así uno tras otro fueron pasando aficionados. Un gran campeón.
Gebre ha dicho que se va, que no aguanta más con su rodilla maltrecha y es que para un gran atleta como el no puede valer la pena seguir para arrastrarse por las carreras o retirándose a mitad de competición. Dicen que sus agentes tratan de convencerle para que vuelva, pero pienso que sólo debe volver si está completamente recuperado.
Se va el mejor, alguien que dejará huella y que ha sido la inspiración de muchos atletas populares entre los que mi incluyo. Sus hazañas tanto en pista como en ruta quedarán en las retinas de los buenos aficionados a este deporte. Está claro que vendrán otros que mejoren sus marcas, pero será difícil que den al atletismo tanto como ha dado este pequeño y sonriente etíope. Gracias Haile.
lunes, 8 de noviembre de 2010
Carrera BBVA. Un retorno tranquilo
Tres semanas después mi participación en Amsterdam decidí correr con mi hermano Viry esta prueba solidaria como vuelta a la competición. A priori, no me convencía que fuera una carrera de 10 Km después de tan sólo 21 días, ni tampoco que fuera una carrera tan masiva, 10.000 participantes.
La salida estaba fijada a las 9 de la mañana en el paseo de la Castellana, una hora muy temprana que ha impuesto el ayuntamiento de Madrid para evitar problemas de tráfico. A mucha gente le parece mal el horario, pero creo que es un lujo correr por arterias principales como la Castellana o Príncipe de Vergara y eso tiene el coste del madrugón, que, en este caso, fue mayor aún pues aparcamos el coche en Atocha, donde terminaba la prueba, y nos desplazamos a la salida en metro.
Llegamos bien de tiempo y recogimos el chip sin demoras. La zona de salida es amplia, con amplias zonas peatonales que permiten calentar sin agobios. Se organizaron unos cajones en los que los atletas se debían colocar sin necesidad de registro alguno, basándose sólo en el buen sentido de cada uno y el resultado fue excelente, pues nos colocamos en el primer cajón y practicamente no había ningún corredor "lento" que se hubiera colado.
Los primeros kilómetros son de cómodo descenso por la Castellana, sin aglomeraciones molestas debido a la anchura de la calzada. Se gira a la izquierda para subir hasta Príncipe de Vergara, donde se inicia otro descenso moderado, que se convertirá en fuerte al final de Menéndez Pelayo. en todo ese trayecto, dejé a Viry tirar, mi intención era correr y llegar juntos, porque ni yo tenía aspiraciones ni él quería forzar mucho. Aún así, creo que se le fue un poco el pie en la bajada de los kilómetros 6 a 7, pues pasamos por éste último en 28:36, realmente rápido.
La carrera era muy rápida, cierto, pero el final en el Retiro obliga a subir y en el caso que nos ocupa lo hizo por el lado más duro, por el paseo que lleva a la estatua del Ángel Caído, una cuesta de un porcentaje y una longitud considerable, que hizo pinchar a más de uno, entre los que se encontraba mi hermano. No es que yo fuera sobrado, pero iba mejor, así que me puse delante de él e intenté que no se hundiera del todo. Cuando acababa la subida, aún quedaban dos kilómetros por dentro del parque hasta llegar a la meta que cruzamos en 42'28'', una marca realmente meritoria para Viry, pues no hay que olvidar que entrena sólo tres días a la semana, no hace series por sus problemas articulares y además, no es ya un juvenil...
Una vez en la zona post-meta, me di cuenta que la elección había sido buena. No había corrido excesivamente rápido, la carrera me había resultado muy bonita y además había corrido junto a mi hermano todo el rato. ¿Qué más se puede pedir?
La salida estaba fijada a las 9 de la mañana en el paseo de la Castellana, una hora muy temprana que ha impuesto el ayuntamiento de Madrid para evitar problemas de tráfico. A mucha gente le parece mal el horario, pero creo que es un lujo correr por arterias principales como la Castellana o Príncipe de Vergara y eso tiene el coste del madrugón, que, en este caso, fue mayor aún pues aparcamos el coche en Atocha, donde terminaba la prueba, y nos desplazamos a la salida en metro.
Llegamos bien de tiempo y recogimos el chip sin demoras. La zona de salida es amplia, con amplias zonas peatonales que permiten calentar sin agobios. Se organizaron unos cajones en los que los atletas se debían colocar sin necesidad de registro alguno, basándose sólo en el buen sentido de cada uno y el resultado fue excelente, pues nos colocamos en el primer cajón y practicamente no había ningún corredor "lento" que se hubiera colado.
Los primeros kilómetros son de cómodo descenso por la Castellana, sin aglomeraciones molestas debido a la anchura de la calzada. Se gira a la izquierda para subir hasta Príncipe de Vergara, donde se inicia otro descenso moderado, que se convertirá en fuerte al final de Menéndez Pelayo. en todo ese trayecto, dejé a Viry tirar, mi intención era correr y llegar juntos, porque ni yo tenía aspiraciones ni él quería forzar mucho. Aún así, creo que se le fue un poco el pie en la bajada de los kilómetros 6 a 7, pues pasamos por éste último en 28:36, realmente rápido.
La carrera era muy rápida, cierto, pero el final en el Retiro obliga a subir y en el caso que nos ocupa lo hizo por el lado más duro, por el paseo que lleva a la estatua del Ángel Caído, una cuesta de un porcentaje y una longitud considerable, que hizo pinchar a más de uno, entre los que se encontraba mi hermano. No es que yo fuera sobrado, pero iba mejor, así que me puse delante de él e intenté que no se hundiera del todo. Cuando acababa la subida, aún quedaban dos kilómetros por dentro del parque hasta llegar a la meta que cruzamos en 42'28'', una marca realmente meritoria para Viry, pues no hay que olvidar que entrena sólo tres días a la semana, no hace series por sus problemas articulares y además, no es ya un juvenil...
Una vez en la zona post-meta, me di cuenta que la elección había sido buena. No había corrido excesivamente rápido, la carrera me había resultado muy bonita y además había corrido junto a mi hermano todo el rato. ¿Qué más se puede pedir?
jueves, 4 de noviembre de 2010
Acercarse a la perfección
El pasado 29 de octubre cumplí 16 años casado con Marisa y como es habitual organicé un "viaje sorpresa" que en esta ocasión nos llevó a cenar a Mugaritz, restaurante de tres estrellas Michelín ubicado en Rentería, un pueblo cercano San Sebastián. Aunque este no es un blog de cocina, debo contaros que la experiencia fue absolutamente memorable de principio a fin de la cena.
En Mugaritz todos los detalles se cuidan al máximo, empezando por la visita a la cocina previa a la cena y siguiendo por su esmerado servicio, que en ningún momento agobia al cliente para conseguir que éste disfrute cada momento, cada bocado, cada sorbo de vino. El salón está bien decorado, con sencillez y espacio suficiente entre las mesas para preservar la intimidad y como nota anecdótica, los sobres que entregan a los comensales al inicio del festín, que tienen la intención de motivarle para la experiencia sensorial que está a punto de emprender. Incluso la visita al baño es divertida, pues hay cuadros con más frases que pretenden distraer al cliente en un entorno tan frío. En cuanto a la comida, poco puedo decir; nos prepararon un menú a medida, con gran equilibrio entre verduras, pescados y carne, rematados por unos postres realmente deliciosos.
Es evidente que el chef que dirige este gran restaurante pretende acercarse a la perfección en su cocina y para eso cuida todos los detalles al milímetro. Encontrar un paralelismo con la preparación de una maratón es evidente, pues aparte de el esfuerzo que debe desarrollar en cada entrenamiento, el atleta tiene que cuidar los detalles que le permitan pasar de ser un corredor más a un buen corredor.
He comenzado mi preparación para Londres y me he propuesto conseguir un entrenamiento más eficaz, no sólo porque la búsqueda de una marca mejor me va a obligar a correr más kilómetros y más rápido, sino porque es necesario cuidar el resto de los detalles, la musculación, eficaz pero no excesiva, el trabajo de abdominales, los masajes de descarga e incluso la motivación para planificar una temporada con objetivos realistas y exigentes en su justa medida.
Tras hablar de todo esto con Javier, he decidido intentar perfeccionar mi entrenamiento, intentar mejorar los detalles que fallaron en el entrenamiento para Amsterdam, dar más importancia los abdominales, a los estiramientos, al trabajo del "cuore" y a la motivación diaria. Si consigo cumplir estos objetivos, no despistarme en la previa y salir concentrado desde el primer kilómetro mis objetivos pueden cumplirse. Eso lo sabremos en abril, hasta entonces, seguid leyendo.
martes, 26 de octubre de 2010
Maratón de Amsterdam (3) - La carrera
Mi mejor maratón, éste de la que voy a hablar, no puede servir como ejemplo de lo que se debe hacer en una carrera de este tipo. He logrado mi mejor marca, es cierto, pero he cometido bastantes errores de principiante que no son propios de un atleta con ocho maratones a sus espaldas.
Mi relato comienza el sábado, día en el que decidí viajar esta vez y así evitar caminar en exceso el día antes de la carrera. El invento no salió muy bien, pues debido a la huelga de controladores franceses, el vuelo se demoró una hora, de manera que llegamos a la capital de Holanda a las 10:30. Una vez allí, también nos demoramos al sacar los billetes de tren para la estación central, donde llegamos ya tarde y decidimos tomar un taxi. El taxista intentó estafarnos, lo que provocó que nos apeáramos y nos fuéramos en tranvía. Total, que entre unas cosas y otras, llegamos tarde al hotel y salí a rodar casi a la 1 de la tarde, hora a la que,precisamente, cayó un buen chaparrón para amenizar mi último entrenamiento antes de la gran cita.El día de la carrera me levanté relajado, más bien atocinado y tras desayunar, cogí un bus hasta el estadio olímpico. Allí había mucha gente, pero me encontré con mis amigos de Marathinez y me enrollé, para variar, por lo que se me hizo tarde y pasé unos momentos de agobio para entregar la ropa. Con el tiempo y el calentamiento justo, me dirigí al estadio, donde afortunadamente había una pequeño retraso que me permitió colarme en mi cajón, aunque en una posición no muy adelantada.
Salí en la parte de atrás de mi cajón (de 3 a 3:30 horas) por lo que me pasé los primeros kilómetros entre adelantamientos y parones, algo no muy conveniente para la musculatura. En el Km 4 primer encuentro con mi familia, a la salida de Vondelpark. Había mucha gente animando, mi ritmo era cómodo y yo me sentía a gusto. Pero en el km 5 el crono me advierte que voy demasiado relajado, "joder"... así que incremento la marcha, de manera que al paso por el km 7 el tiempo es de 31'22'', más lento de lo previsto pero no preocupante. Voy recuperando tiempo y al paso del km 10 y sobre todo del 14, las cosas parecen marchar conforme a lo planificado.
La carrera sale de la ciudad y nos meten por un pequeño sendero en la ribera del río Amstel. El viento empieza a soplar y los adelantamientos se complican, pero estoy relajado, llevo buen ritmo y no estoy cansado, siento que puedo hacer mucho más, pero hay que ser prudentes, me digo.
Me refugio detrás de grupos de corredores para evitar el viento, pero al final acabo pasándolos porque mi ritmo es superior. Tanta estrategia y relajación me pasan factura, pues mi paso por la media está más de un minuto por encima de mis previsiones. Por un momento me vengo abajo, pero no me puedo rendir; tengo dos alternativas, seguir como estoy para intentar repetir tiempo en la segunda media o acelerar desde ya. La primera opción no me convence, pues sé que al final estaré tocado y va a ser difícil bajar de las 3h10', así que elijo la opción menos táctica, menos coherente y menos ortodoxa:"vamos a echarle dos huevos Chuli".
Aumento el ritmo y comienzo a adelantar atletas. Todos son más altos que yo, un chaparro de Pucela que les va pasando como una moto. Mis piernas empiezan a correr de verdad, me vengo arriba y empiezo a mejorar los parciales de los 5 Km, lo estoy consiguiendo. En el km 28 vuelvo a ver a mi familia, primero Marisa y Ángela, luego Feli y Jesús y al final Alonso y Manuel con los que choco las manos; ya voy eufórico y como una moto, me quedan 14 kilómetros aún, pero estoy como nuevo. Sigo pasando atletas y al paso por el 32 el crono me dice que bajar de 3h08' está a mi alcance.
No me faltan las fuerzas, pero las piernas empiezan a estar más rígidas y ya no mantengo un ritmo tan alto. En el 35 la cosa no va mal, pero poco después bajo un túnel y al subirlo el biceps femoral me da un serio aviso en forma de pinchazo; me asusto, bajo un poco el ritmo, pero me la pierna derecha va mal. Sigo pasando atletas, pero ahora ya me empiezan a adelantar algunos, me estoy quedando... Intento acelerar, me cruje la pierna, coño... Entro en el Vondelpark, quedan 3 km y me da un aviso el gemelo, casi se me sube, pero lo controlo. Cruzo el Vondel con miedo, pues me dan otros dos pinchazos en el muslo y para rematarlo el que va delante de mi se retira por un tirón en la misma zona. Empiezo a dudar si lo voy a lograr.
En el Km40 aún tengo esperanzas, pues cruzo ligeramente por debajo de las 3 horas; bajar de 3h10' es posible, pero aunque tengo fuerza, mis piernas ya no soportan un cambio de ritmo, me siguen dando pinchazos. Llego al km 41 y el reloj confirma que va a estar muy justo, pero lo tengo que intentar y acelero. Me pega otro tirón, mantengo y consigo llegar al estadio con opciones, así que me digo: "Chuli, si te rompes en los últimos 200 metros, que le den por el culo", así que tiro lo que puedo, pero no es suficiente. Mi crono marca 9 segundos por encima de las 3h10'.
tranquilidad. Además he corrido excesivamente lento al principio, sin agresividad y eso me ha podido costar la marca. A partir de la media he sido más agresivo y he hecho una buena carrera, de menos a más, pero los problemas musculares me impidieron lograr mi objetivo. Estoy contento, pero menos. Lo que toca ahora es volver a entrenar y a preparar el siguiente reto: Londres 2011
Mi relato comienza el sábado, día en el que decidí viajar esta vez y así evitar caminar en exceso el día antes de la carrera. El invento no salió muy bien, pues debido a la huelga de controladores franceses, el vuelo se demoró una hora, de manera que llegamos a la capital de Holanda a las 10:30. Una vez allí, también nos demoramos al sacar los billetes de tren para la estación central, donde llegamos ya tarde y decidimos tomar un taxi. El taxista intentó estafarnos, lo que provocó que nos apeáramos y nos fuéramos en tranvía. Total, que entre unas cosas y otras, llegamos tarde al hotel y salí a rodar casi a la 1 de la tarde, hora a la que,precisamente, cayó un buen chaparrón para amenizar mi último entrenamiento antes de la gran cita.El día de la carrera me levanté relajado, más bien atocinado y tras desayunar, cogí un bus hasta el estadio olímpico. Allí había mucha gente, pero me encontré con mis amigos de Marathinez y me enrollé, para variar, por lo que se me hizo tarde y pasé unos momentos de agobio para entregar la ropa. Con el tiempo y el calentamiento justo, me dirigí al estadio, donde afortunadamente había una pequeño retraso que me permitió colarme en mi cajón, aunque en una posición no muy adelantada.
Salí en la parte de atrás de mi cajón (de 3 a 3:30 horas) por lo que me pasé los primeros kilómetros entre adelantamientos y parones, algo no muy conveniente para la musculatura. En el Km 4 primer encuentro con mi familia, a la salida de Vondelpark. Había mucha gente animando, mi ritmo era cómodo y yo me sentía a gusto. Pero en el km 5 el crono me advierte que voy demasiado relajado, "joder"... así que incremento la marcha, de manera que al paso por el km 7 el tiempo es de 31'22'', más lento de lo previsto pero no preocupante. Voy recuperando tiempo y al paso del km 10 y sobre todo del 14, las cosas parecen marchar conforme a lo planificado.
La carrera sale de la ciudad y nos meten por un pequeño sendero en la ribera del río Amstel. El viento empieza a soplar y los adelantamientos se complican, pero estoy relajado, llevo buen ritmo y no estoy cansado, siento que puedo hacer mucho más, pero hay que ser prudentes, me digo.
Me refugio detrás de grupos de corredores para evitar el viento, pero al final acabo pasándolos porque mi ritmo es superior. Tanta estrategia y relajación me pasan factura, pues mi paso por la media está más de un minuto por encima de mis previsiones. Por un momento me vengo abajo, pero no me puedo rendir; tengo dos alternativas, seguir como estoy para intentar repetir tiempo en la segunda media o acelerar desde ya. La primera opción no me convence, pues sé que al final estaré tocado y va a ser difícil bajar de las 3h10', así que elijo la opción menos táctica, menos coherente y menos ortodoxa:"vamos a echarle dos huevos Chuli".
Aumento el ritmo y comienzo a adelantar atletas. Todos son más altos que yo, un chaparro de Pucela que les va pasando como una moto. Mis piernas empiezan a correr de verdad, me vengo arriba y empiezo a mejorar los parciales de los 5 Km, lo estoy consiguiendo. En el km 28 vuelvo a ver a mi familia, primero Marisa y Ángela, luego Feli y Jesús y al final Alonso y Manuel con los que choco las manos; ya voy eufórico y como una moto, me quedan 14 kilómetros aún, pero estoy como nuevo. Sigo pasando atletas y al paso por el 32 el crono me dice que bajar de 3h08' está a mi alcance.
No me faltan las fuerzas, pero las piernas empiezan a estar más rígidas y ya no mantengo un ritmo tan alto. En el 35 la cosa no va mal, pero poco después bajo un túnel y al subirlo el biceps femoral me da un serio aviso en forma de pinchazo; me asusto, bajo un poco el ritmo, pero me la pierna derecha va mal. Sigo pasando atletas, pero ahora ya me empiezan a adelantar algunos, me estoy quedando... Intento acelerar, me cruje la pierna, coño... Entro en el Vondelpark, quedan 3 km y me da un aviso el gemelo, casi se me sube, pero lo controlo. Cruzo el Vondel con miedo, pues me dan otros dos pinchazos en el muslo y para rematarlo el que va delante de mi se retira por un tirón en la misma zona. Empiezo a dudar si lo voy a lograr.
En el Km40 aún tengo esperanzas, pues cruzo ligeramente por debajo de las 3 horas; bajar de 3h10' es posible, pero aunque tengo fuerza, mis piernas ya no soportan un cambio de ritmo, me siguen dando pinchazos. Llego al km 41 y el reloj confirma que va a estar muy justo, pero lo tengo que intentar y acelero. Me pega otro tirón, mantengo y consigo llegar al estadio con opciones, así que me digo: "Chuli, si te rompes en los últimos 200 metros, que le den por el culo", así que tiro lo que puedo, pero no es suficiente. Mi crono marca 9 segundos por encima de las 3h10'.
tranquilidad. Además he corrido excesivamente lento al principio, sin agresividad y eso me ha podido costar la marca. A partir de la media he sido más agresivo y he hecho una buena carrera, de menos a más, pero los problemas musculares me impidieron lograr mi objetivo. Estoy contento, pero menos. Lo que toca ahora es volver a entrenar y a preparar el siguiente reto: Londres 2011
lunes, 25 de octubre de 2010
Maratón de Amsterdam (2)- La Organización
Holanda es un país que cuenta con maratones prestigiosos como Rotterdam, pero el de Amsterdam es publicitado como el más importante de los Paises Bajos. La importancia se debe al número de participantes, que llega a los 10.000, en un buen número llegados de fuera, pues aparte de su situación central en Europa, es una carrera rápida en una ciudad muy atractiva para pasar un fin de semana, un cóctel lleno de alicientes para cualquier runner.
No obstante, la participación ronda los 10.000 inscritos, cifra muy por debajo a otros maratones que he corrido en los últimos años, por lo que la comparación puede no ser lo suficientemente equilibrada. Por eso, cuando llegué a la feria del corredor, me pareció muy de "andar por casa". Se celebra en un polideportivo anexo al estadio olímpico, bien organizado, sin colas para la recogida del dorsal y con efectividad centroeuropea, eso si, exenta de simpatía, pues estos holandeses no se caracterizan por su don de gentes. La feria en si es pequeñita, ocupa una pista de balonmano y no hay demasiados expositores. Me sorprendió que ni Adidas ni Nike estuvieran exponiendo, aunque si estaban marcas más volcadas en el running como Mizuno (organizador de la prueba), Asics o Saucony. Tampoco hay demasiadas stands de maratones, ni de otros productos cásicos como Powerade o Gatorade. Lo dicho, muy de andar por casa.
El día de la carrera llegué pronto al estadio. En las afueras estaban ubicadas unas casetas para recoger la ropa. La recogida no es rápida en si, por un lado porque hay poco personal y por otro, porque el personal es antipático, lento y poco espabilado, de manera que algunos (entre los que me incluyo) acabamos entregando la bolsa con muy poco tiempo de margen para acudir a la salida.
Se sale de la pista de atletismo, en cuatro cajones, excesivamente amplios para permitir una salida a velocidad homogénea (el mío iba de 3h a 3:30). Aún así, se sale del estadio por unas avenidas amplias, que permiten adelantar sin problemas. El recorrido discurre por la ciudad hasta el kilómetro 14 más o menos, en el que se desvía a un canal que se recorre de ida y vuelta. El camino paralelo al canal no es muy ancho, no cabe la gente para animar, pero para compensarlo, la organización coloca algún grupo musical en un barco para amenizar el paso de los corredores. Una vez recorrido el canal, se vuelve a la ciudad y enseguida se llega al centro donde hay más animación, que no para hasta el final.
Ya en el estadio, se recorren unos 200 metros antes de entrar en meta y a partir de ahí sigues cómodamente por la pista, donde te dan comida, bebida y la medalla sin pasar agobios. Luego se sale del estadio y de la zona protegida, para recoger la bolsa sin colas, claro que seguramente porque eramos muy pocos cuando yo pasé a recogerla.
En cuanto a los avituallamientos, todos son a la derecha, aunque hay voluntarios ofreciendo agua que a veces Son largos y en general no generan problemas
En definitiva, una organización correcta pero mejorable, sobre todo porque con 10.000 participantes se pueden hacer las cosas mejor, aunque salvo algunos detalles, raya a gran altura.
jueves, 21 de octubre de 2010
Maratón de Amsterdam 2010 (1)- El ambiente
Amsterdam es una ciudad con un notable historial deportivo, en la que se celebró una Olimpiada en 1928 y posteriormente ha sido sede de muchos eventos deportivos. El maratón que se celebra en la capital holandesa cumplía 36 años en esta edición. No sólo es el más grande del país, sino que atrae a muchos corredores extranjeros por su recorrido plano.
La ciudad es un centro turístico importante a nivel europeo y la presencia de runners llegados de todo el mundo no es, por tanto, perceptible a los que pasean por la ciudad, a no ser por las zapatillas o las prendas técnicas que visten algunos. Claro que también era fácil ver runners en los restaurantes italianos el sábado a la hora de la comida o la cena. En mi hotel había más ambiente, porque allí eramos muchos los que habíamos ido a correr. El día de la carrera creo que eramos unos 10 los que desayunamos a primera hora.
La feria del corredor se ubica justo al lado del Estadio Olímpico y por allí pululaban bastantes runners el día que fui a recoger el dorsal. Aún así, es una feria pequeña y no había demasiada gente, ni demasiados expositores.
El día de la carrera es otra cosa. La salida desde el estadio es lenta, pero bonita. Ya en la calle, hay mucha gente en los tramos iniciales, como es habitual. Luego la animación va decayendo a medida que se sale de la ciudad, hasta llegar al río Amstel, por donde no hay mucha gente ni puede haberla por la estrechez del trazado. La organización pone animadores en barcos que amenizan el paseo, pero es mucho mejor volver hacia la ciudad y empezar a ver cada vez más gente en las aceras hasta que llegas a la meta.
Los últimos tramos están llenos de gente animosa, muchos extranjeros y sobre todo, muchos españoles que me animaron como nunca. La llegada al estadio es espectacular, con las gradas llenas que te hacen sentir más importante.
En general es un maratón bonito, no tan espectacular como otros más masivos,como París, Berlín o Tokio, pero con un nivel alto si tenemos en cuenta que sólo participan 10.000 runners. Pero Amsterdam es un buen maratón, una carrera en la que se disfruta de un recorrido plano, variado y bastante animado.
viernes, 15 de octubre de 2010
Chulipán, a conquistar el maratón del país del tulipán
Quedan pocas horas para que tome el vuelo que me llevará A Amsterdam. Tengo todo preparado y la moral alta, pero eso no evita que los nervios ya hayan empezado a visitarme. El trabajo está hecho y bien hecho y ahora queda poner la guinda, en una carrera que parece ideal para cumplir mis objetivos. El recorrido es plano, la meteorología se anuncia benigna y mi estado de forma es excelente según mi opinión, la de mi entrenador y la de mis amigos del foro. Todo parece indicar que podré conseguir bajar de 3h 10', incluso me atrevería a pronosticar algún minuto por debajo, pero la teoría no siempre se puede cumplir porque el deporte no es una ciencia exacta.
He trazado ya mi plan de carrera, consistente en salir a hacer cada 7.000 en 31', de manera que cruce la media en 1h 31'. Si logro ese asequible objetivo, intentaré aguantar el tipo en la segunda mitad de la carrera, incluso me planteo acelerar en los últimos 7 u 8 kilómetros si tengo fuerzas. Intentaré alternar agua e isotónicos en los puntos de hidratación y tomaré los geles a los 22 y 32 km a fin de evitar un posible hundimiento final. También está prevista otra parte importante de la carrera, el apoyo de mi familia, que se producirá en el kilómetro 4 (pasaré frente al hotel), en el 24 y en meta. Seguro que me van a ayudar mucho.
Vestiré la camiseta de la selección española de atletismo, todo de rojo y con la bandera en varios sitios y calzaré las DS Trainer que utilicé en Tokio y que serán jubiladas tras su segundo maratón.
Como veis todo está preparado. Ahora le toca a mis piernas aguantar esos 42,195 Km que me pueden llevar a mi particular gloria deportiva. Sé que muchos de los que leéis esto estaréis atentos a la carrera, por eso quiero agradeceros vuestro apoyo, así como el apoyo que estos días me han dado mis amigos del foro y por supuesto al apoyo constante de mi familia, que volverán a estar al pie del cañón. Va por todos vosotros y esta vez, lo voy a conseguir.
He trazado ya mi plan de carrera, consistente en salir a hacer cada 7.000 en 31', de manera que cruce la media en 1h 31'. Si logro ese asequible objetivo, intentaré aguantar el tipo en la segunda mitad de la carrera, incluso me planteo acelerar en los últimos 7 u 8 kilómetros si tengo fuerzas. Intentaré alternar agua e isotónicos en los puntos de hidratación y tomaré los geles a los 22 y 32 km a fin de evitar un posible hundimiento final. También está prevista otra parte importante de la carrera, el apoyo de mi familia, que se producirá en el kilómetro 4 (pasaré frente al hotel), en el 24 y en meta. Seguro que me van a ayudar mucho.
Vestiré la camiseta de la selección española de atletismo, todo de rojo y con la bandera en varios sitios y calzaré las DS Trainer que utilicé en Tokio y que serán jubiladas tras su segundo maratón.
Como veis todo está preparado. Ahora le toca a mis piernas aguantar esos 42,195 Km que me pueden llevar a mi particular gloria deportiva. Sé que muchos de los que leéis esto estaréis atentos a la carrera, por eso quiero agradeceros vuestro apoyo, así como el apoyo que estos días me han dado mis amigos del foro y por supuesto al apoyo constante de mi familia, que volverán a estar al pie del cañón. Va por todos vosotros y esta vez, lo voy a conseguir.
miércoles, 13 de octubre de 2010
Las pequeñas cosas de un maratón
Faltan cuatro días para que compita en mi noveno maratón. Me encuentro un poco cansado, con molestias estomacales; puede que sea un virus o quizás sean los nervios, como dice Marisa. Quedan pocos días, pero aún hay cosas por hacer, como mi último masaje esta misma tarde, mi último entrenamiento en España, mañana, cortarme el pelo... aparte de prepararme la ropa, las zapatillas y otros elementos necesarios tales como vaselina o medicamentos por si acaso. Hay muchos detalles que no debes olvidar para evitar problemas el día de la carrera.
Paralelamente , sé que hay otras personas que no corren el domingo que también están haciendo sus preparativos (me lo ha chivado Ángela), como suelen hacer cada vez que corro un maratón. Como ya he comentado en algún post anterior, aparte de los que corremos con dorsal, hay otra carrera que disputan por toda la ciudad los familares y amigos de los participantes. Una carrera que no consiste en superar una marca o en llegar en un puesto determinado, sino que tiene como único objetivo animar y apoyar a los esforzados atletas y en particular a los "suyos". El atletismo, es un deporte tan solidario, que todos los espectadores animan a todos los participantes, independientemente de su posición en carrera. Los que corremos sentimos ese aliento metro a metro y eso nos ayuda a continuar, incluso cuando el sufrimiento es más intenso.
En Tokio me acompañaron un grupo de amigos, cuyo papel debo calificar como sobresaliente. En Amsterdam, volveran a ser mis hijos, junto con mi hermana, mi cuñado, mi sobrino y Marisa (que ya va por su noveno "maratón paralelo") los que estarán atentos a lo que haga el domingo por la mañana. No sé que sorpresa estarán preparando, pero sé que sea lo que sea, estará hecho con mucho cariño. Mientras yo preparo la logística de la carrera, ellos preparan bamderas, carteles, pinturas y todo aquello que pueda servir para animarme por las calles de Amsterdam.
Y es que cuando corro, aparte de mi preparación y de mi capacidad de sufrimiento, siempre cuento con otros factores, como las banderas que agitan cuando paso, los careteles animándome, el típico grito de "papi, papi" de Ángela, el "vamos Chuli" de Marisa o la capacidad de Alonso para colarse por donde sólo el puede hacerlo y felicitarme nada más entrar en meta. Sus ánimos, unidos a sus abrazos cuando ya he cruzado la meta, hacen que valga la pena completar los 42,195 Km. Como dijo Serrat, son esas pequeñas cosas que nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve.
martes, 5 de octubre de 2010
El último esfuerzo
Quedan menos de dos semanas para que tome la salida en el maratón de Amsterdam. La última semana ha sido dura, con series de 4.000 y un rodaje largo de dos horas, entre otras cosas. Pero aún me quedan kilómetros por hacer en la semana actual, como los 12 miles que espero hacer mañana y los 12 400 programados el sábado. A partir de ahí las cosas se relajarán mucho para descansar debidamente.
Me encuentro bien, en forma, con ganas, sin síntomas de agotamiento, aunque con el cansancio normal después de tanto entrenar. No sé si esta vez Javier ha tocado las teclas precisas, pero creo que estoy mejor preparado que nunca. Ahora bien, no es momento de euforias, sino de concentrarse aún más en los últimos entrenamientos, en hacer ese último esfuerzo que me lleve en las mejores condiciones a la carrera del día 17.
Ese día comprobaré si los entrenamientos han dado sus frutos. Es conveniente recordar que en Boston pensaba que iba bien y al final las cosas no salieron o que en Tokio la lluvia arruinó una marca mejor. No hay que confiarse, porque un mal planteamiento, una meteo adversa u otros condicionantes, pueden dictar sentencia el día de la carrera. Hasta entonces, hay que seguir sufriendo y seguir haciendo bien las cosas.
martes, 28 de septiembre de 2010
4.708
Hoy me ha llegado una carta de Amsterdam. En ella, me informaban que el próximo 17 de octubre a las 9:45 luciré el dorsal 4.708 cuando comience el maratón de Asmterdam. Será mi noveno enfrentamiento con la mítica distancia y a tres semanas del acontecimiento las dudas y los temores de que algo salga mal ya empiezan a rodar por mi cabeza, a pesar de que hasta ahora todo está saliendo bien.
Creo que llegaré a la capital holandesa en una forma óptima, no sé si la mejor de mi vida, pero mis sensaciones me dicen día a día que si. Estas últimas semanas están siendo especialmente duras debido a la exigente programación que ha diseñado Javier. La media de Valladolid fue una excelente piedra de toque que me demostró que iba por el buen camino, un camino que se ha basado en una férrea disciplina en los entrenamientos y en cuidarme un poco mejor de lo que hacía anteriormente. Hoy estoy cansado, pues quedé muy tocado después de unas series de 3.000 que hice el sábado a ritmo de 4min/km. Al cansancio de ese entrenamiento, se ha unido el rodaje largo del domingo y el ritmo controlado que me he marcado hoy mismo. Por fin mañana descanso, tengo que asimilar todo lo que me he metido entre pecho y espalda. El cansancio me demuestra que estoy entrenando duro y esa es la base del éxito.
Lo malo es que entrenar bien no garantiza siempre el éxito. Vuelvo a atacar las 3h 10' y sigo pensando que valgo más que esa marca, pero se me está atragantando. En Tokio lo tuve en la mano, pero la meteo me jugó una mala pasada y me quedé en puertas. En Amsterdam no puedo fallar, mi cuerpo me dice que está mejor que en febrero y me cerebro está ansioso por comenzar, por pelear, por sufrir hasta el último momento en busca de mi objetivo.
Quedan tres semanas, muchos kilómetros aún y el último esfuerzo por realizar. No es el momento de ponerse nervioso ni de dormirse en los laureles. Hay que dar el último empellón a esta preparación para poder estar en las mejores condiciones ese 17 de octubre, en que me volveré a enfrentar sólo contra la carretera, eso si, con el apoyo de mi familia, a quién dedicaré la marca que haga, pero sobre todo, el esfuerzo realizado en la preparación y las horas que he tenido que quitar a mi vida y a ellos para conseguir este sueño. Ójala el día 17 os pueda contar que se hizo realidad.
lunes, 20 de septiembre de 2010
Profeta en mi tierra
Por segunda vez en 2010 he vuelto a batir mi marca en media maratón. Esta vez no he machacado mi marca anterior, como pasó en Getafe, pues he superado mi marca en 7 s, lo cual no es despreciable en absoluto, pues mi marca es ya bastante buena. Estoy satisfecho, como podéis imaginar, aunque en realidad se me quedó un poco cara de tonto al acabar porque durante la carrera pensé que la cosa podría haber ido aún mejor.
Llegué temprano a Valladolid procedente de Alcazarén. Era una mañana de domingo tranquila en la capital castellana, salvo por la cantidad de runners que ya estaban concentrados en la plaza de Zorrila. Dejé el coche en el parking de la plaza, que, como suele pasar en muchos casos, ejercía de vestuario improvisado para muchos corredores que habían optado por aparcar allí. Hacía fresco en Pucela, lucía una mañana espléndida, con escasas nubes en el cielo que permitían al sol iluminar los centenarios edificios de la Acera de Recoletos. Recogí el dorsal tras una corta espera y me puse a calentar sin apreturas, pues las amplías aceras de las calles colindantes a la salida y el enorme paseo central del Campo Grande, permitía que no tuvieras ningún choque fortuito con algún compañero de fatigas.
Poco antes de la hora marcada para la salida, la organización llamó a los atletas que se fueron colocando sin agobios en la amplia calle Miguel Íscar. Me coloqué bien, para salir a mi ritmo, sin acelerones, sin necesidad de adelantar atletas. No las tenía todas conmigo antes de la carrera, pues el psoas me había estado molestando toda la semana y a pesar del masaje de Cristina, pasé una mala tarde de sábado. Pero las molestias no aparecieron y me impuse un ritmo cómodo pero rápido, excesivamente rápido, tan rápido que me hizo pensar en aminorar la marcha por si las moscas, pero finalmente decidí seguir, pues no me costaba demasiado esfuerzo mantenerlo.
El recorrido es bonito, al menos para mi, pues aparte de pasar por lugares significativos de la ciudad tales como iglesia de san Pablo, el teatro Calderón o la Antigua, pasaba al lado de la casa de mi hermano y de mis abuelos. Quizás el surcar corriendo esas calles tan conocidas para mi provocaron que mi paso por el primer 10.000 fuera de 41'35'', más rápido que mis previsiones iniciales. Pero mi ritmo iba siendo cada vez más lento, me iban adelantando atletas y vi que mantener un nivel tan alto iba a ser muy difícil, así que decidí no ponerme nervioso y seguir a lo mío, pues estaba en tiempo para superar mi mejor marca personal.
Los ánimos de Marisa y los niños en el segundo paso por meta me animaron, así como los de mis hermanos un poco más adelante. Quedaba poco, tenía que mantener mi ritmo, pero tampoco quería vaciarme, pues mi objetivo final son los 42 km de Amsterdam. Mantuve el tipo e incluso aceleré un poco en los 4 km finales con la esperanza de intentar acercarme a la hora y ventisiete. Al paso por el kilómetro 20, mi cronómetro ya me indicaba que bajar de 1 h 28' era una misión casi imposible, pero aún así intenté dar un acelerón final que resulto inútil.
Mi tiempo final es para estar satisfecho y demuestra que estoy en el buen camino. Sin embargo, me ha quedado con la duda de si podía haberlo hecho mejor. En cualquier caso, lo importante es estar en forma dentro de un mes, cuando me enfrente a mi noveno maratón. Entonces tendré que estudiar bien la táctica a seguir y el ritmo que debo seguir para llegar con fuerzas a los kilómetros finales. Pero hay algo que me ha quedado claro después de correr en Valladolid y es que voy por el buen camino y aunque aún quedan cuatro semanas de sufrimiento, estoy seguro que llegaré a Amsterdam en mi forma óptima. El resultado, como siempre, lo decidirá la carrera.
sábado, 18 de septiembre de 2010
Test final en Pucela
El último test para Amsterdam ya está a la vuelta de la esquina. He elegido Valladolid, mi ciudad, donde voy a correr por segunda vez su media. Voy a competir en casa, por las calles que tan bien conozco y por donde he pasado mi infancia. Además, muchos amigos se van a acercar a verme, aparte de Marisa, los niños y mis hermanos y mis sobrinos. Parece que va a ser un día emocionante por todos estos condicionantes, lo cual me motiva aún más para dar lo máximo.
Ciñéndonos a lo práctico, después de Valladolid tengo que salir con la moral alta para afrontar las últimas cuatro semanas de preparación para Amsterdam. Javier me ha dicho que no me queme, que salga tranquilo y lo voy a cumplir, pero debo reconocer que en mi mente está el superar de nuevo mi marca personal, realizada en Getafe el pasado enero. Es una buena marca y sé que va a ser complicado, por lo que bajar de 1h 30' debe ser mi objetivo prioritario y la señal inequívoca de que mi preparación va por buen camino.
El recorrido es plano y además se pasa por buena parte del centro de esta bonita ciudad castellana, aparte de cruzar el Pisuerga en varias ocasiones. Creo que voy a hacer una buena carrera, pero hoy ya estoy nervioso, porque después de tanto entrenamiento no debería fallar. Mañana, en Valladolid, comienza la cuenta atrás. No he podido elegir mejor media, o quizás si, pero al fin y al cabo lo que pase dependerá de mis piernas y de la carretera, como siempre.
Ciñéndonos a lo práctico, después de Valladolid tengo que salir con la moral alta para afrontar las últimas cuatro semanas de preparación para Amsterdam. Javier me ha dicho que no me queme, que salga tranquilo y lo voy a cumplir, pero debo reconocer que en mi mente está el superar de nuevo mi marca personal, realizada en Getafe el pasado enero. Es una buena marca y sé que va a ser complicado, por lo que bajar de 1h 30' debe ser mi objetivo prioritario y la señal inequívoca de que mi preparación va por buen camino.
El recorrido es plano y además se pasa por buena parte del centro de esta bonita ciudad castellana, aparte de cruzar el Pisuerga en varias ocasiones. Creo que voy a hacer una buena carrera, pero hoy ya estoy nervioso, porque después de tanto entrenamiento no debería fallar. Mañana, en Valladolid, comienza la cuenta atrás. No he podido elegir mejor media, o quizás si, pero al fin y al cabo lo que pase dependerá de mis piernas y de la carretera, como siempre.
viernes, 10 de septiembre de 2010
El peor amigo del runner
Grandes, pequeños o medianos, los perros no suelen ser bien acogidos por los runners cuando se cruzan en su camino un día normal de entrenamiento. No quiero parecer "canófobo", porque es evidente que estos animales cuadrúpedos y generalmente simpáticos, no tiene la culpa de ser malcriados por unos dueños inconscientes e insolidarios. Este post va dirigido a esos dueños, que afortunadamente son minoría, pero que son capaces de amargarte una bonita jornada de entrenamiento.
Las normas dicen que los perros deben ir atados por la calle, pero e evidente que la mayoría de los dueños de perros hacen una interpretación libre que les permite llevarlos a su aire. En algunos casos, el perro va al lado de su amo, de manera que cuando se cruza con un runner, es fácil sujetarlo del collar y evitar que se dirija al corredor. Ese es el comportamiento habitual de muchas personas que pasean a su perro, pero hay otras que además de llevar el perro suelto, le dejan que campe a sus anchas, de manera que ni siquiera se percatan de que se dirige hacía ti hasta que le avisas.
Mis experiencias son de lo más variopinto, aunque tengo el hábito de pedir educadamente al dueño que sujete al perro hasta que yo pase, pero las respuestas que me han dado han sido de distinto tipo, así que he decidido clasificarlas:
- La respuesta más socorrida es "tranquilo, no hace nada". Y yo digo, ¿qué significa no hacer nada? ¿acaso no viene el perro hacia mi? ¿acaso no me va a obligar a pararme? Es decir, con no hacer nada el dueño entiende que no te va a morder y arrancarte un trozo de carne. Además, siempre que me han dicho la famosa frase, el perro ha venido hacia mi con evidentes signos de que iba a hacer "algo".
- Otra respuesta muy típica es el "sólo quiere jugar". Y digo yo, joder, que juegue contigo, yo estoy corriendo, no he venido a jugar con tu chucho. Parece que tengo que adivinar que el perro está feliz y quiere echar una partida de tute con un desconocido. Por los clavos de Cristo, que yo no juego con perros, si lo hiciera, tendría uno.
- También he tenido respuestas mucho más agresivas, como los que se niegan a sujetar a sus perros porque piensan que ellos los tienen controlados (craso error) o como un señor que me dijo que yo también iba suelto y el podría tener miedo de mi y otro que me apuntó que el problema era que yo había corrido cuando había visto al perro y por eso el can me atacó; oiga, le dije, que yo vengo corriendo desde casa.
Pero quizás lo más sorprendente me pasó con un perro que venía hacia mi con el claro propósito de pillar cacho, por lo que le grité fuerte para evitar que lo hiciera. El dueño no sólo no sujetó al perro, sino que me reprendió, diciéndome que no chillara al perro, que le ponía nervioso y por eso me atacaba; lo que me faltaba, un perro con complejo de inferioridad, que lo lleve al psicólogo y le siente en el diván.
Estas son solo un puñado de anécdotas, pero en realidad lo paso mal cada vez que veo a un perro suelto y tengo que discutir con su amo, si es que está por allí, ya que hay gente de la urba que les abre la puerta para que el perro se pasee solo. Es evidente que es un problema de convivencia y que el hecho de tener un perro implica saber educarlo para que no moleste al resto de las personas. Los runners somos proclives al ataque cánido, porque a los perros les atrae la gente en movimiento y por ello se deben extremar las precauciones por parte de los dueños.
No soy un enemigo de los perros y de hecho tuve perros en casa porque mi padre era cazador. Ahora soy yo el que se siente presa en algunos momentos y no por culpa del perro, que al fin y al cabo es un ser irracional, sino por culpas de sus dueños, esos que son considerados seres racionales, aunque no lo parezca.
jueves, 2 de septiembre de 2010
Al alba
Ayer tuve una jornada especial de entrenamiento y no fue porque incluyera ningún ejercicio específico, sino porque lo hice a una hora poco habitual, las 6 de la mañana. La razón para pegarme el madrugón, fue que tenía un día complicado, porque trabajaba de mañana y tenía cosas que hacer por la tarde y con el calor sofocante era difícil salir a mediodía. El calor me ha condicionado mucho este verano y de hecho, esta era la segunda vez que salía a correr a estas horas.
A las 6 de la mañana aún es de noche, el sol sigue "durmiendo" y las calles de mi urbanización están completamente desiertas, a excepción de algún que otro gato despistado.Todos parecen estar dormidos, salvo los vigilantes nocturnos y el silencio es absoluto, quebrado solamente por el impacto de mis pisadas. No hace calor, pero tampoco es una mañana fresca y se nota porque empiezo a sudar enseguida.
El recorrido que realizo es el habitual con correcciones, pues la oscuridad no aconseja adentrase en los caminos, desprovistos de luz artificial. Por eso, el recorrido se desarrolla dentro de las urbanizaciones colindantes, donde con el paso del tiempo comienzan a aparecer algún que otro vecino que se dirigen al trabajo en su coche, desesperazándose aún de la noche estival.
Correr de noche es relajante, tranquilo, ayuda a dejar correr tu imaginación, concentrado sólo en el asfalto, en tus piernas, en tu carrera. Estaba sólo y quería estar solo, esos setenta minutos en los que completaba mi entreno diario, sin coches, sin perros, sin vecinos, sólo yo. El sol fue apareciendo poco a poco por el horizonte y cuando llegaba a casa se atisbaban los primeros rayos de la mañana. Pero yo había acabado, empezaba mi día y no podía empezarlo mejor.
A las 6 de la mañana aún es de noche, el sol sigue "durmiendo" y las calles de mi urbanización están completamente desiertas, a excepción de algún que otro gato despistado.Todos parecen estar dormidos, salvo los vigilantes nocturnos y el silencio es absoluto, quebrado solamente por el impacto de mis pisadas. No hace calor, pero tampoco es una mañana fresca y se nota porque empiezo a sudar enseguida.
El recorrido que realizo es el habitual con correcciones, pues la oscuridad no aconseja adentrase en los caminos, desprovistos de luz artificial. Por eso, el recorrido se desarrolla dentro de las urbanizaciones colindantes, donde con el paso del tiempo comienzan a aparecer algún que otro vecino que se dirigen al trabajo en su coche, desesperazándose aún de la noche estival.
Correr de noche es relajante, tranquilo, ayuda a dejar correr tu imaginación, concentrado sólo en el asfalto, en tus piernas, en tu carrera. Estaba sólo y quería estar solo, esos setenta minutos en los que completaba mi entreno diario, sin coches, sin perros, sin vecinos, sólo yo. El sol fue apareciendo poco a poco por el horizonte y cuando llegaba a casa se atisbaban los primeros rayos de la mañana. Pero yo había acabado, empezaba mi día y no podía empezarlo mejor.
miércoles, 25 de agosto de 2010
Siete Aguas 2010: una carrera para recordar
Días antes de la carrera de Siete Aguas dudaba de la conveniencia de haber sustituido una media maratón por esta carrera, más corta y de montaña, aunque se corre por carretera, a pesar de ser la competición más cercana que tenía, a "sólo" 300 kilómetros. Mis dudas se fueron disipando por el camino, pues me fui centrando en tenía por delante, un perfil que asustaba y un termómetro rondando los 34º, lo cual vaticinaba una jornada dura.
Llegué a Siete Aguas con casi dos horas de adelanto al inicio de la carrera. Pronto observé que el pueblo estaba tomado por voluntarios con un chaleco naranja que atendían amablemente a los runners que íbamos llegando. Aparqué donde me indicó un amable voluntario, que me informó, de paso, que Chema Martínez iba a ser de la partida. Dejé el coche y me dirigí a buscar el dorsal y por el camino pude comprobar que todo el pueblo estaba pendiente de la carrera; sillas colocadas al borde del recorrido, comentarios sobre los participantes, sobre el perfil, sobre el calor... El ambiente era inmejorable.
Recogí el dorsal y el chip sin esperas en una sala donde informaban de las características del trazado: 5 de los 15 km eran cuesta arriba y además daban cuenta de los porcentajes de cada tramo; eso asustaba de verdad, pues se llegaba al 10% el algunos tramos.
Aún quedaba mucho, así que di un paseo para disfrutar del magnífico ambiente atlético que respiraba este pequeño pueblo de la provincia de Valencia. Me cambié en el coche e inicié un calentamiento tranquilo, relajando bien las piernas después de las tres horas en el coche. Me sentía bien, pero no sabía que podía pasar en una carrera tan dura, pues salvo mi participación el El Arenal, nunca había corrido algo así.
A las 19:30 comenzó la prueba, yo salí bastante atrás, pero fui remontando en la cuesta inicial hasta colocarme en la parte delantera de la carrera. El inicio era duro, pues tras la rampa de salida, se bajaba un poco y se encaraban dos repechos muy fuertes que desembocaban poco más tarde en la rampa del 10% que dejaba las piernas ya tocadas. Estaba corriendo bien, cuesta arriba y también cuesta abajo, muy suelto, sin frenar mucho para evitar cargar los cuadriceps. Mi media estaba en torno a los 4'30'' por kilómetro, objetivo que me había marcado en la salida.
Pero las cosas empezaban a complicarse tras descender a la línea de salida y volver a ascender por el pueblo hasta la carretera, donde se seguía subiendo. No era una cuesta dura, pero muy larga, lo que unido al calor iba minando poco a poco mis fuerzas. A mitad de prueba estaba prácticamente fundido, pero con el final de la cuesta llegaba el esperado descenso, que aproveché para recuperar y replantearme la carrera. Sabía que tenía que volver a subir la rampa del 10% en los últimos kilómetros y empecé a temer no ser capaz, así que intenté moderar el ritmo, sin tirar la carrera, pero sin quemar las pocas fuerzas que tenía.
Irremediablemente el descenso que me ayudó a recuperarme, se convirtió en ascenso al dar la vuelta, pero esta vez la cuesta era más corta y mi ritmo más controlado, por lo que empecé a notar síntomas de recuperación. Volví a correr a un ritmo más vivo mientras me acercaba de nuevo al casco urbano, donde me esperaba la parte final de la carrera. Un final muy movido, pues nada más entrar en el pueblo se subía la rampa de 10%, en la cual no sólo no me tuve que parar, sino que adelanté a corredores completamente exhaustos a causa del calor y las cuestas. Cuando inicié el descenso, me tiré a tumba abierta pensando que era la última dificultad, pero me equivocaba, pues poco después se volvía a encarar una rampa corta, pero muy dura, que acabó por machacar mis piernas.
Quedaba un kilómetro cuesta abajo, que completé de la mejor manera que pude, a buen ritmo, pero sin más alardes. El recorrido estaba completamente abarrotado de gente, ya olía la meta que se ubicaba al final de la calle, una meta que cruzaba con alivio, pero con mucha satisfacción después de haber completado los 15.1 kilómetros más duros de mi vida atlética. El crono, 1h 09' 15'', a una media de 4'35'' el kilómetro, un buen resultado del que tengo que estar satisfecho.
Cuando me dirigía a recoger la bolsa del corredor me topé con Chema Martínez y uno de sus hijos. Le estreché la mano y le felicité, no sólo por su subcampeonato de Europa, sino por su un calidad humana y su cercanía al corredor popular. Atletas como Chema son básicos para que los populares nos sigamos animando a llenar las carreras cada fin de semana y para que este deporte sea cada vez más importante.
En definitiva, el Gran Fondo de Siete Aguas ha sido una prueba llena de sensaciones positivas para mi. La organización, el público, la participación de atletas de elite y el durísimo perfil de la prueba, convierte a esta carrera en una aventura con tintes épicos que da gusto correr. No sólo recomiendo vivir esta experiencia a los runners que leáis este post, sino que considero que es una prueba que no se puede perder ningún atleta. Para mi la experiencia fue inolvidable, ya estoy pensando en repetir.
Aún quedaba mucho, así que di un paseo para disfrutar del magnífico ambiente atlético que respiraba este pequeño pueblo de la provincia de Valencia. Me cambié en el coche e inicié un calentamiento tranquilo, relajando bien las piernas después de las tres horas en el coche. Me sentía bien, pero no sabía que podía pasar en una carrera tan dura, pues salvo mi participación el El Arenal, nunca había corrido algo así.
A las 19:30 comenzó la prueba, yo salí bastante atrás, pero fui remontando en la cuesta inicial hasta colocarme en la parte delantera de la carrera. El inicio era duro, pues tras la rampa de salida, se bajaba un poco y se encaraban dos repechos muy fuertes que desembocaban poco más tarde en la rampa del 10% que dejaba las piernas ya tocadas. Estaba corriendo bien, cuesta arriba y también cuesta abajo, muy suelto, sin frenar mucho para evitar cargar los cuadriceps. Mi media estaba en torno a los 4'30'' por kilómetro, objetivo que me había marcado en la salida.
Pero las cosas empezaban a complicarse tras descender a la línea de salida y volver a ascender por el pueblo hasta la carretera, donde se seguía subiendo. No era una cuesta dura, pero muy larga, lo que unido al calor iba minando poco a poco mis fuerzas. A mitad de prueba estaba prácticamente fundido, pero con el final de la cuesta llegaba el esperado descenso, que aproveché para recuperar y replantearme la carrera. Sabía que tenía que volver a subir la rampa del 10% en los últimos kilómetros y empecé a temer no ser capaz, así que intenté moderar el ritmo, sin tirar la carrera, pero sin quemar las pocas fuerzas que tenía.
Irremediablemente el descenso que me ayudó a recuperarme, se convirtió en ascenso al dar la vuelta, pero esta vez la cuesta era más corta y mi ritmo más controlado, por lo que empecé a notar síntomas de recuperación. Volví a correr a un ritmo más vivo mientras me acercaba de nuevo al casco urbano, donde me esperaba la parte final de la carrera. Un final muy movido, pues nada más entrar en el pueblo se subía la rampa de 10%, en la cual no sólo no me tuve que parar, sino que adelanté a corredores completamente exhaustos a causa del calor y las cuestas. Cuando inicié el descenso, me tiré a tumba abierta pensando que era la última dificultad, pero me equivocaba, pues poco después se volvía a encarar una rampa corta, pero muy dura, que acabó por machacar mis piernas.
Quedaba un kilómetro cuesta abajo, que completé de la mejor manera que pude, a buen ritmo, pero sin más alardes. El recorrido estaba completamente abarrotado de gente, ya olía la meta que se ubicaba al final de la calle, una meta que cruzaba con alivio, pero con mucha satisfacción después de haber completado los 15.1 kilómetros más duros de mi vida atlética. El crono, 1h 09' 15'', a una media de 4'35'' el kilómetro, un buen resultado del que tengo que estar satisfecho.
Cuando me dirigía a recoger la bolsa del corredor me topé con Chema Martínez y uno de sus hijos. Le estreché la mano y le felicité, no sólo por su subcampeonato de Europa, sino por su un calidad humana y su cercanía al corredor popular. Atletas como Chema son básicos para que los populares nos sigamos animando a llenar las carreras cada fin de semana y para que este deporte sea cada vez más importante.
En definitiva, el Gran Fondo de Siete Aguas ha sido una prueba llena de sensaciones positivas para mi. La organización, el público, la participación de atletas de elite y el durísimo perfil de la prueba, convierte a esta carrera en una aventura con tintes épicos que da gusto correr. No sólo recomiendo vivir esta experiencia a los runners que leáis este post, sino que considero que es una prueba que no se puede perder ningún atleta. Para mi la experiencia fue inolvidable, ya estoy pensando en repetir.
sábado, 21 de agosto de 2010
La cintilla iliotibial
El viernes acudí a mi cita con el fisio. Crisitna me recibió con su sonrisa habitual, pero torció el gesto cuando le indiqué que tenía unas molestias en la parte externa de la rodilla derecha. Tras examinar la zona, me dijo que tenía cargada la cintilla iliotibial. Un achaque más, pensé, que se suman a mis clásicas molestias en los gemelos y en el psoas. Claro, que no puedo esperar otra cosa, teniendo en cuenta el volumen de kilómetros que me meto entre pecho y espalda, como bien me indicó Cristina. No es un gran consuelo, pero es verdad.
A partir de ahora, a mis estiramientos específicos se amplían y tendré que mimar no sólo el psoas y los gemelos, sino también la cintilla, lo que unido a los ejercicios para mantener un buen core (parte interna del tronco), hace que cada vez me ocupen más tiempo las actividades complementarias a la carrera.
Ni que decir tiene, que las manos de Cristina han disipado las molestias que no serían muy recomendables para competir en el Gran Fondo de Siete Aguas, esta misma tarde. Es una carrera de montaña de 15 kilómetros que he sustituido por la media de Villanueva de la Serena por el cambio de fechas de ésta última. Es una carrera clásica en el calendario nacional y espero dar un buen nivel y no acabar muy tocado, sobre todo de las rodillas.
Quedan dos meses para el maratón y hoy empezaré a evaluar mi estado de forma. Tengo que seguir cuidando mis piernas, procurar que las molestias no se conviertan en un problema y seguir escuchando mi cuerpo, como dice el reclamo publicitario de una marca de zapatillas. Sólo así conseguiré estar completamente a punto el día D en Amsterdam. Hasta entonces, toca cuidarse, esforzarse y como no, disfrutar de los entrenamientos
lunes, 16 de agosto de 2010
La constancia da sus frutos
Han pasado dos semanas desde que Arturo Casado y Nuria Fernández se proclamaran campeones de Europa de 1.500 metros en Barcelona. Ambos han llegado a lo más alto después de quedarse a las puertas del éxito en algunas citas importantes. Arturo ya había saboreado un bronce en el inicio de su carrera, pero no pudo mantener el nivel posteriormente, según dicen sus detractores por pereza en los entrenamientos. A Nuria nunca se le ha achacado no ser una luchadora, pero ha crecido como atleta a la sombra de Natalia Rodríguez, una auténtica superclase con muy mala fortuna.
Pues bien, cuando nadie daba un duro por Arturo y la propia Nuria se planteaba si valía o no para esto de correr, dan un golpe de mano y se proclaman campeones continentales. ¿Quién lo entiende? Pero este bello deporte es así y cuando trabajas recoges resultados, aunque sea en un momento inesperado, aunque ya hayas perdido la esperanza en lograr tu objetivo.
Por eso, cuando entreno a diario pienso en mejorar, no sólo mi marca, sino en ser mejor atleta, controlar mejor mis ritmos, mejorar mi velocidad al final, aprender a sufrir aún más... Entrenar, tener disciplina, esforzarte por ser mejor, a veces no tiene recompensa inmediata, pero la constancia siempre da sus frutos. Es decepcionante no conseguir la marca deseada después de meses de entrenamiento tan duros como los que estoy pasando este verano; mi objetivo es bajar ya de una vez de las 3h 10' en Amsterdam y para ello trabajo. Pero debo tener en cuenta que ya en Tokio tenía esa marca en mis piernas, pero las condiciones meteorológicas estropearon su consecución..
Hay que estar preparado para todo, para lo bueno y para lo malo, pero nunca hay que rendirse, nunca hay que tirar la toalla, porque al igual que arturo y Nuria han conseguido su objetivo, sé que yo también lo voy a lograr.
Hay que estar preparado para todo, para lo bueno y para lo malo, pero nunca hay que rendirse, nunca hay que tirar la toalla, porque al igual que arturo y Nuria han conseguido su objetivo, sé que yo también lo voy a lograr.
martes, 3 de agosto de 2010
CAPOVI 2010
Después de hablarlo con Javier, decidí iniciar mi preparación para Amsterdam en una carrera de 7 km (6.900 m. exactamente) en Villacañas (Toledo). La CAPOVI /Carrera Popular de Villacañas) es una competición modesta, gratuita que se celebra en la anteferia de este pueblo manchego. Se corre a las 22 horas, aunque previamente se disputan carreras para los más pequeños.
Llegué tarde a Villacañas para evitar conducir con un calor excesivo. La entrega del dorsal fue inmediata y lo que es mejor, la amabilidad de los trabajadores del ayuntamiento que estaban allí un sábado por la tarde organizando todo. Había muy buen ambiente en la plaza donde partía la carrera, muchos atletas masculinos, pero también muchas chicas, lo cual no suele ser habitúal. Yo me sentía bien, con ganas de volver a correr y de comprobar de que había servido tanto entrenamiento a pleno solo de julio.
En la salida me coloqué en la parte de adelante, así que salí a un ritmo rápido, que prontó aminoré para no fundirme, dejando pasar a atletas más rápidos. Era una carrera corta y sé que en este tipo de pruebas si te cebas al principio lo acabas pagando. Había calentado bien, de manera que pude poner un ritmo cómodo y rápido a partir del killómetro 1, que pasé en poco más de 3'30''. Empecé a adelantar atletas, sobre todo en una cuesta a situada a mitad del recorrido que hizo pagar su deuda a muchos impetuosos.
Se daban dos vueltas a un circuito y pasé la primera a buen ritmo, alrededr de los 4 min/km y además estaba en disposición de mantener esa velocidad. Aún así, la segunda vuelta fue más dura, sobre todo la cuesta que se me hizo un poco larga, pero una vez arriba, el último kilómetro picaba hacía abajo y pude completar la carrera en 27'50'', un tiempo que me deja satisfecho.
En definitiva, un buen test y a seguir entrenando que aún queda mucho. Veremos cual es la próxima carrera, pues no está claro, pero sea como fuere, lo que si es importante es que a estas alturas mi estado de forma está conforme a los previsto.
martes, 20 de julio de 2010
De vuelta a casa
Se acabaron las vacaciones de verano. Han sido quince días en Peñíscola que la final se me han hecho un poco largos. La verdad es que he echado de menos la semana en Pirineos y las caminatas con los niños, pero otro año será. Queda todavía verano y calor, pero afortundamente en Villalbilla no hay esa humedad que me ha machacado a orillas del Mediterráneo. Ya he hecho dos salidas y salvo dos desgradables incidentes con perros, todo ha marcahdo bien. Hace calor, pero saliendo a primera hoar es soportable. Lo de los perros no lo es, parece que hay un virus que impide a sus amos sujetarlos cuando van por la urbanización, pero a eso dedicaré otro post.
Con perros o sin ellos, con frío o con calor el caso es que me quedan tres meses, que son doce semanas, para llegar a punto a mi cita otoñal con el maratón. Estoy en la fase decisiva
de mi preparación y quiero llegar en un estado óptimo al 17 de octubre. Para ello cuento con Javier, mi entrenador, pero no vale de nada una buena planificación si no se lleva a cabo correctamente. Así que me toca ponerme las pilas y empezar a entrenar bien, olvidándome de la temperatura y de la que está cayendo en mi trabajo, que espero que no me afecte.
Aunque os contaré por aquí, voy a correr el 31 de julio una distancia corta y quizás alguna carrera más antes de la primera media, en Villanueva de la Serena el 21 de agosto. El 19 de septiembre vuelvo a Pucela, a correr la media y luego ya me quedará un mes para el maratón.
Espera un verano duro, pero aderezado por el final del tour, el campeonato de Europa de atletismo, el mundal de baloncesto... que más puedo pedir para distraerme entre series,¿ no?.
viernes, 16 de julio de 2010
Las necesidades del runner
Supongo que tanto los que frecuentáis este blog como los que no, ya os habéis dado cuenta de que el runner es un ser vivo, es decir, nace, crece, se reproduce y muere. Lejos de la épica que se proclama en las llegadas a meta, el día a día de un corredor popular está lleno de situaciones cotidianas que deben resolver como cualquier otra persona, pero en el caso que ocupa este post, de una manera un tanto distinta.
Todas las revista y entrenadores aconsejan una serie de acciones antes de iniciar un entrenamiento, tales como calentar bien, comer algo si es necesario y sobre todo, hidratarse. Pero aparte de los consejos técnicos, algo que necesita un runner antes de salir a correr es que cumplir con sus necesidades fisiológicas y además sugerir que se vaya provisto de papel higiénico para cubrir cualquier imprevisto. Es obvio que una correcta hidratación puede derivar en una micción posterior, pero nunca hay que subestimar la posibilidad de tener que realizar lo que se viene conociendo como "hacer aguas mayores", "hacer de cuerpo", en definitiva, hacer caca.
En el caso de la micción, el problema no es importante, cualquier esquina es buena para realizarlo de manera rápida y eficaz, en el caso de un hombre, lógicamente. Pero en el caso de que el problema sea de índole sólida las cosas se complican sobremanera. Si estamos corriendo por el campo hay que encontrar un sitio discreto, detrás de algún árbol, preferentemente por en alguna hondonada o similar para poder evacuar con la tranquilidad necesaria. Eso si, a veces el sitio que hemos elegido como adecuado resulta que no lo es y tienes alguna sorpresa en forma de ciclista o paseante que debes capear con una sonrisa o incluso con un: "buenos días".
Si estamos realizando al actividad física en una ciudad, el mejor recurso consiste en meterte en un bar o en un hotel y pasar directamente al baño. A veces, he tenido que pedir permiso al recepcionista, pero no suelen poner pegas a un señor empapado de sudor que mataría por un baño.
Pero lo más problemático es que te entre el apretón cuando corres por zonas ambiguas, es decir, zonas semiurbanas, sin escondites, sin bares, sin hoteles, es decir, que si te bajas los pantalones te ve todo el mundo. En ese caso, sólo puedo aconsejar agudizar el ingenio y encontrar el sitio más adecuado y discreto.
Queda hablar de la competición; en este caso lo mejor es prevenir, levantarse temprano y sentarse un rato en el trono antes de iniciar la prueba. Hasta ahora siempre me ha funcionado, aunque nunca se sabe. Pero el problema habitual es tener ganas de "mear" durante la prueba, algo muy frecuente en el maratón donde te hidratas mucho antes de comenzar. En este caso mi consejo está claro, no parar, porque calculo que se pierden de 20 a 30 segundos en echarse a un lado a evacuar y esto no es muy conveniente para lograr tu marca. Mearse encima no es tan grave, porque sabes que se va a secar pronto, porque nadie te ve y además no tienes que parar y arrancar.
Todas estos argumentos han sido sacados de mis experiencias de todos estos años. No es el lugar para contar todos ellos, algunos muy "graciosos", pero os animo a que cuando antes de salir a correr toméis medidas preventivas y en caso de no ser útiles, apliquéis la solución correspondiente.
Todas las revista y entrenadores aconsejan una serie de acciones antes de iniciar un entrenamiento, tales como calentar bien, comer algo si es necesario y sobre todo, hidratarse. Pero aparte de los consejos técnicos, algo que necesita un runner antes de salir a correr es que cumplir con sus necesidades fisiológicas y además sugerir que se vaya provisto de papel higiénico para cubrir cualquier imprevisto. Es obvio que una correcta hidratación puede derivar en una micción posterior, pero nunca hay que subestimar la posibilidad de tener que realizar lo que se viene conociendo como "hacer aguas mayores", "hacer de cuerpo", en definitiva, hacer caca.
En el caso de la micción, el problema no es importante, cualquier esquina es buena para realizarlo de manera rápida y eficaz, en el caso de un hombre, lógicamente. Pero en el caso de que el problema sea de índole sólida las cosas se complican sobremanera. Si estamos corriendo por el campo hay que encontrar un sitio discreto, detrás de algún árbol, preferentemente por en alguna hondonada o similar para poder evacuar con la tranquilidad necesaria. Eso si, a veces el sitio que hemos elegido como adecuado resulta que no lo es y tienes alguna sorpresa en forma de ciclista o paseante que debes capear con una sonrisa o incluso con un: "buenos días".
Si estamos realizando al actividad física en una ciudad, el mejor recurso consiste en meterte en un bar o en un hotel y pasar directamente al baño. A veces, he tenido que pedir permiso al recepcionista, pero no suelen poner pegas a un señor empapado de sudor que mataría por un baño.
Pero lo más problemático es que te entre el apretón cuando corres por zonas ambiguas, es decir, zonas semiurbanas, sin escondites, sin bares, sin hoteles, es decir, que si te bajas los pantalones te ve todo el mundo. En ese caso, sólo puedo aconsejar agudizar el ingenio y encontrar el sitio más adecuado y discreto.
Queda hablar de la competición; en este caso lo mejor es prevenir, levantarse temprano y sentarse un rato en el trono antes de iniciar la prueba. Hasta ahora siempre me ha funcionado, aunque nunca se sabe. Pero el problema habitual es tener ganas de "mear" durante la prueba, algo muy frecuente en el maratón donde te hidratas mucho antes de comenzar. En este caso mi consejo está claro, no parar, porque calculo que se pierden de 20 a 30 segundos en echarse a un lado a evacuar y esto no es muy conveniente para lograr tu marca. Mearse encima no es tan grave, porque sabes que se va a secar pronto, porque nadie te ve y además no tienes que parar y arrancar.
Todas estos argumentos han sido sacados de mis experiencias de todos estos años. No es el lugar para contar todos ellos, algunos muy "graciosos", pero os animo a que cuando antes de salir a correr toméis medidas preventivas y en caso de no ser útiles, apliquéis la solución correspondiente.
miércoles, 14 de julio de 2010
Campeones del mundo
Como os imaginareis he vivido intensamente la celebración del campeonato del Mundo de Fútbol durante el último mes. Ayer, millones de españoles nos sentimos orgullosos de serlo, orgullosos de tener la mejor selección del mundo, orgullosos por ser campeones del mundo de fútbol. Ha sido un mes intenso, he visto casi todos los partidos y he seguido con especial tensión aquellos en los que jugaba España. He vuelto a disfrutar del fútbol y por fin, de mi selección, después de tantos y tantos años de decepciones mundialistas.
Cuando corría esta mañana, he revivido los momentos más importantes de la final, el gol, las celebraciones y todo ello con una sonrisa en los labios. Ayer vi el partido con mis hermanos y con amigos, aquí en Peñíscola. Todos acabamos celebrando el triunfo en la piscina, relajándonos después de un partido tan tenso. Y en medio de tanta tensión y de tanta celebración me he acordado de mi padre que nunca pudo vivir un día tan especial. El comenzó a escribir los famosos libros/resumen en el año 1974, siempre con la esperanza de que España se proclamara campeón. Me hubiera gustado ver con el este gran partido, compartir la emoción, comentar las jugadas, abrazarnos en los goles. No ha podido ser, aunque sé que estuvo viendo el partido con nosotros de alguna manera
Mi padre y mi madre siempre van conmigo de esa manera en mis carreras importantes. Me acuerdo de ellos cuando sufro, cuando cruzo la meta. Seguro que les hubiera gustado verme acabar una maratón. Ellos ya no lo van a poder hacer, como lo hacen Marisa, Ángela y Alonso, o como lo hizo mi hermana Feli junto a Jesús y Manuel en Berlín. Correr es un bonito deporte, mucho más si compartes el sufrimiento y el esfuerzo con las personas que más quieres.
España ha ganado el mundial, Del Bosque y sus chicos nos han hecho un poco más felices a los españoles y eso nunca sobra. Hemos compartido momentos inolvidables con amigos y familiares, momentos que han girado en torno a un deporte, pero que nos han servido a todos para unirnos un poco más. así que solo me queda dar las gracias a ese grupo de chavales que me han permitido vivir un mes que nunca olvidaré.
Cuando corría esta mañana, he revivido los momentos más importantes de la final, el gol, las celebraciones y todo ello con una sonrisa en los labios. Ayer vi el partido con mis hermanos y con amigos, aquí en Peñíscola. Todos acabamos celebrando el triunfo en la piscina, relajándonos después de un partido tan tenso. Y en medio de tanta tensión y de tanta celebración me he acordado de mi padre que nunca pudo vivir un día tan especial. El comenzó a escribir los famosos libros/resumen en el año 1974, siempre con la esperanza de que España se proclamara campeón. Me hubiera gustado ver con el este gran partido, compartir la emoción, comentar las jugadas, abrazarnos en los goles. No ha podido ser, aunque sé que estuvo viendo el partido con nosotros de alguna manera
Mi padre y mi madre siempre van conmigo de esa manera en mis carreras importantes. Me acuerdo de ellos cuando sufro, cuando cruzo la meta. Seguro que les hubiera gustado verme acabar una maratón. Ellos ya no lo van a poder hacer, como lo hacen Marisa, Ángela y Alonso, o como lo hizo mi hermana Feli junto a Jesús y Manuel en Berlín. Correr es un bonito deporte, mucho más si compartes el sufrimiento y el esfuerzo con las personas que más quieres.
España ha ganado el mundial, Del Bosque y sus chicos nos han hecho un poco más felices a los españoles y eso nunca sobra. Hemos compartido momentos inolvidables con amigos y familiares, momentos que han girado en torno a un deporte, pero que nos han servido a todos para unirnos un poco más. así que solo me queda dar las gracias a ese grupo de chavales que me han permitido vivir un mes que nunca olvidaré.
viernes, 9 de julio de 2010
Otra vez en Peñíscola
Estoy en Peñíscola de nuevo, para pasar dos semanas de vacaciones con mi familia. Esta bonita localidad de la costa de Castellón ha sido mi lugar de descanso estival durante los últimos siete años. El año pasado escribí un post contando las posibilidades que tiene este lugar para correr, por eso no voy a repetirlas.
Este año es muy distinto al año pasado, en el que vine convaleciente de mi rotura de fibras y comencé a correr de nuevo. Ahora, estoy empezando la preparación del maratón de Amsterdam después de una buena primera parte del año, en el que he batido mis marcas de las pruebas más importantes. Pero en los últimos meses he dado un bajón, imagino que lógico por el trabajo acumulado. Aquí estoy empezando de nuevo a pesar del intenso calor que dificulta bastante el entrenamiento.
Quedan unos tres meses y medio en los que tengo que volver a coger una buena forma que me permita bajar de una vez de las 3horas 10 minutos en el maratón. Quizás corra alguna prueba de montaña o un diezmil cuando vuelva a casa, aún no está decidido, pero si lo están las medias, el 22 de agosto y el 19 de septiembre. En agosto, lo más probable es que repita Villanueva de la Serena, aunque me estoy pensando correr en Bascones de Ojeda, en Palencia, en la misma fecha. Septiembre está decidido, correré en Valladolid por segunda vez. Es una buena media, llana y está en el mejor entorno para mi, pues a pesar de que hace mucho que no vivo allí, sigo conociéndome a la perfección la ciudad y será una buena oportunidad para que mi hermano Juan Carlos me haga unas buenas fotos corriendo.
Queda mucho por entrenar, mucho calor que sufrir en el verano que queda y muchos buenos y malos días. Intentaré reflejar mi estado de ánimo aquí, para que todos sepáis de primera mano que aún me queda mucho carrete.
Quedan unos tres meses y medio en los que tengo que volver a coger una buena forma que me permita bajar de una vez de las 3horas 10 minutos en el maratón. Quizás corra alguna prueba de montaña o un diezmil cuando vuelva a casa, aún no está decidido, pero si lo están las medias, el 22 de agosto y el 19 de septiembre. En agosto, lo más probable es que repita Villanueva de la Serena, aunque me estoy pensando correr en Bascones de Ojeda, en Palencia, en la misma fecha. Septiembre está decidido, correré en Valladolid por segunda vez. Es una buena media, llana y está en el mejor entorno para mi, pues a pesar de que hace mucho que no vivo allí, sigo conociéndome a la perfección la ciudad y será una buena oportunidad para que mi hermano Juan Carlos me haga unas buenas fotos corriendo.
Queda mucho por entrenar, mucho calor que sufrir en el verano que queda y muchos buenos y malos días. Intentaré reflejar mi estado de ánimo aquí, para que todos sepáis de primera mano que aún me queda mucho carrete.
martes, 6 de julio de 2010
Liberty, Azuqueca y a descansar
Hace mucho que no escribo, desde que llegué de Burdeos. No han pasado muchas cosas, a pesar de haber competido en dos ocasiones con resultado bastante regular tirando a malo.
La primera fue la Carrera Liberty, un diezmil que corrí por el centro de Madrid un día después de volver de Francia. Como conté, acabé lesionado de mi "vuelta" al fútbol, así que podéis imaginar que la carrera no fue muy allá; me dolían las piernas, la espalda, no conseguí coger un buen ritmo y al final acabé por encima de los 44 minutos, una maca pobre, pero ese día no daba para más.
Seguí entrenando para preparar una cita que esperaba con gana,s la media maratón de Azuqueca, una carrera plana y muy favorable para hacer buena marca si no influía demasiado la temperatura, pues se corre en junio. Pero las dos semanas de entrenamiento hasta la cita fueron malas, con dolores de espalda, piernas cargadas, falta de ganas... un calvario. El caso es que cuando llegó el día D, me presenté en la salida con ganas, pero sin demasiadas esperanzas de hacerlo bien, lo cual se fue confirmando según iban pasando los kilómetros hasta finalizar con una marca de 1h 34'. Teniendo en cuenta que cuatro meses antes, en Getafe había hecho 1h28', sobran los comentarios.
Después de esta carrera daba por terminada mi temporada invernal y le dije a mi entrenador que me encontraba cansado y con poca moral, quizás por ello me ha premiado con dos semanitas de "descanso", que básicamente consisten en rebajar un poco la carga de kilómetros. Bueno, pues con ese descanso y el masaje que me dio Cristina el pasado viernes, me he vuelto a poner las pilas para empezar a preparar en asalto a Amsterdam. No sólo estoy mejor de piernas, también de moral, porque me espera un verano duro y necesito entrenar con alegría para que el 18 de octubre esté al nivel que me permita hacer algo interesante en la cuidad holandesa. Espero contaros todo aquí.
miércoles, 9 de junio de 2010
Burdeos: fútbol, lesión, carrera y vino
El campeonato europeo de fútbol para controladores aéreos se ha celebrado este en año en la bonita ciudad de Burdeos, donde acudí con mis compañeros a pasar la semana. No era mi intención disputar el campeonato al mismo ritmo de años anteriores, pero si jugar algunos minutos a pesar de mi "retirada". Además, me llevaba los "bártulos" de correr para compatibilizar ambas actividades.
Pero parece que el fútbol me la tiene jugada ultimamente y tras salir al campo para sustituir a un compañero, en la primera jugada, mi internada por banda acabó con un búlgaro metiéndome el cuerpo y mandándome al suelo con tal violencia que la parte inferior de mi espalda quedó totalmente maltrecha. No podía seguir.Intenté correr al acabar el partido, pero era imposible.
El día siguiente estaba recuperado, aunque no bien del todo. Jugué medio tiempo y luego me fui a correr 50 minutos por el Parque Floral de Burdeos, una delicia de recorrido sobre caminos de tierra salpicado por arroyos, césped y flores. Corrí con dolor, pero fue remitiendo mientras iba calentando las piernas. Esa tarde, visité Saint Emilion, la cuna del vino de Burdeos, donde aparte de comprar alguna botella, degusté varios vinos y tuve una conversación muy interesante sobre el vino bordelés con un bodeguero local.
Volví a correr en mi último día de estancia, esta vez por el centro de Burdeos, una ciudad tranquila, muy bien urbanizada, con muchos jardines y zonas peatonales, que hacen de la carrera una delicia.
El balance del torneo de Burdeos no ha sido muy bueno. Quedamos en la posición 25 y me lesioné, pero la visita a Saint Emilion y los rodajes por la ciudad me quitaron el mal sabor de boca. Espero volver y sin lesionarme.
Pero parece que el fútbol me la tiene jugada ultimamente y tras salir al campo para sustituir a un compañero, en la primera jugada, mi internada por banda acabó con un búlgaro metiéndome el cuerpo y mandándome al suelo con tal violencia que la parte inferior de mi espalda quedó totalmente maltrecha. No podía seguir.Intenté correr al acabar el partido, pero era imposible.
El día siguiente estaba recuperado, aunque no bien del todo. Jugué medio tiempo y luego me fui a correr 50 minutos por el Parque Floral de Burdeos, una delicia de recorrido sobre caminos de tierra salpicado por arroyos, césped y flores. Corrí con dolor, pero fue remitiendo mientras iba calentando las piernas. Esa tarde, visité Saint Emilion, la cuna del vino de Burdeos, donde aparte de comprar alguna botella, degusté varios vinos y tuve una conversación muy interesante sobre el vino bordelés con un bodeguero local.
Volví a correr en mi último día de estancia, esta vez por el centro de Burdeos, una ciudad tranquila, muy bien urbanizada, con muchos jardines y zonas peatonales, que hacen de la carrera una delicia.
El balance del torneo de Burdeos no ha sido muy bueno. Quedamos en la posición 25 y me lesioné, pero la visita a Saint Emilion y los rodajes por la ciudad me quitaron el mal sabor de boca. Espero volver y sin lesionarme.
domingo, 30 de mayo de 2010
XIX CARRERA DE COLMENAR VIEJO
Después de batir marca en la Carrera de Madrid, volvía a correr 10 Km sin pretensiones de bajar tiempo, pero si de hacer una buena carrera. Sospechaba que el recorrido iba a ser duro y pronto me lo corroboraron dos chicas que calentaban en la pista de atletismo donde termina la prueba y donde, previamente, se recoge dorsal y chip. Sin colas para recoger el dordal, con una buena pista para calentar y espacio suficiente fuera del polideportivo, la primera impresión de esta carrera fue positiva.
Luego llegó el momento emotivo, cuando se descubrió un monumento en homenaje a Luis Javier Colmenarejo, atleta local que falleció de un paro cardiaco el año pasado. Amigos y familiares dijeron unas palabras que pusieron un nudo en la garganta a todos los que asistíamos a este bonito acto. Una pequeña demora en la finalización dela cto, fue muy bien gestionada por la organización, que decidió demorar, a su vez, la salida, para permitir el calentamiento de los participantes.
Y, por fin, pistoletazo de salida, cuesta arriba, casi un kilómetro para comenzar un descenso y después otro ascenso, este muy duro, un falso llano, bajada, más subida y vuelta a empezar. En definitiva, durísimo recorrido, que comencé con alegría en mis piernas, estaba en forma, pero no lo suficiente como para mantener el ritmo en las empinadas cuestas de Colmenar, que rompían el ritmo al más pintado. Aún así, acabé con fuerza la primera vuelta y mantuve el ritmo en la segunda y definitiva vuelta, siempre progresando y adelantando atletas hasta en la recta de llegada, para acabar en 42'34''. un buen tiempo dadas las condiciones del trazado.
Una vez pasada la meta, tampoco hay que hacer cola para recoger la bolsa del corredor y estirar dentro del cesped. La organización de este evento raya a gran altura y aunque dura, me quedé con ganas de volver a repetir el año próximo si me cuadra.
Satisfecho por el resultado, me dirigí al coche, no sin antes, volver a pasar por el monumento a Luisja . Este día, todos habíamos corrido con él en el corazón y ese es el mejor homenaje que le pudimos hacer. Descansa en paz Luisja.
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