Hace ya tiempo que hice mis mejores marcas personales, exactamente hace cuatro años y todas en un periodo de dos meses: 10k en la San Silvestre 2012, Media Maratón en enero (Getafe) y Maratón en febrero de 2013 en Sevilla; después de aquel intenso periodo, mis marcas empezaron a decaer y yo seguí cumpliendo años, así que empecé a pensar que me tendría que olvidar ya de intentar superar mis marcas y centrarme en otros objetivos más factibles.
Afortunadamente no soy conformista y a pesar de mis discretas marcas, he seguido entrenando con ilusión, pues sigo pensando que aún tengo piernas para superar alguna de mis "Personal Best"; pero he tenido que esperar hasta 2016 para volver a hacer buenos registros, sobre todo después de la disputa del maratón de Frankfurt, tras el cual competí en varios 10k con un rendimiento notable. Aprovechando la inercia de ese buen estado de forma, continué entrenando con un objetivo claro, mi tercera participación en los 10k de Laredo, con el objetivo de batir mi marca personal en 10.000.
No sé si los 10k de Laredo son los más rápidos del mundo, como reza su publicidad, pero es mi carrera de 10.000 metros favorita por muchas razones; empezando por la belleza de la ciudad y de su playa, continuando por la calidad turística de la zona y obviamente porque el recorrido es absolutamente plano y a nivel del mar. Por todo ello, ya llevo tres participaciones en esta carrera y espero seguir participando en los años venideros.
Como ya ocurriera el año pasado, planifiqué este 10k como uno de los objetivos de mi temporada, porque a pesar de ser básicamente un maratoniano, me gusta también correr distancias cortas y además en esta distancia siempre he tenido la espina clavada de los sub40, que hasta el sábado, sólo había conseguido superar en una ocasión. He entrenado bien después de correr en Las Palmas, siguiendo el plan trabajo que ideó Depa para ganar velocidad, lo que me ha permitido llegar a la cita de Laredo con posibilidades de asaltar mi marca personal.
En Laredo lucía el sol desde por la mañana, no se atisbaba lluvia, la temperatura rondaba los 12º y el molesto viento no soplaba intensamente en esta ocasión; llegué con tiempo suficiente para recoger el dorsal con Jaime y calentar bien con Beto, ya que ambos competían en Laredo; entre el público, volvían a estar Marisa y Ángela, así que celebramos el día del padre atléticamente, un año más. Me dirigí a la salida a la hora indicada por el speaker, pero por entonces aquello era un hervidero de atletas y aunque me coloqué al final, fui poco a poco "colándome" hasta una posición más adecuada con mi marca. En este sentido, me gustaría destacar la mala organización de la salida, pues sólo hay cajones para la elite y los sub35, de manera que todos los demás vamos al "mogollón"; teniendo en cuenta, que los atletas no respetan ubicarse correctamente según su marca, el resultado es que es muy complicado salir deprisa para los que no somos balas y simplemente coqueteamos con el sub40; en mi opinión, merecemos un respeto mayor.
Con este contratiempo sonó el pistoletazo de salida, aunque yo no llegué a pisar la línea hasta pasar más de medio minuto, tras lo cual me lancé a por la carrera, pero con dificultades, ya que los atletas lentos me hicieron tope en varias ocasiones y tuve que acelerar varias veces para ganar la posición; el resultado fue 3'54'' en el primer kilómetro, conforme a mis previsiones, pero con demasiado esfuerzo. No sé si pagué ese esfuerzo en lo que restaba de carrera, pero no creo que me beneficiara, pues con la inercia se me fue un poco rápido el km 2 (3'51''), tras el cual tiré un poco de freno para evitar colapsarme antes de tiempo. La carrera iba sobre ruedas, dejándome arrastrar por un grupo de atletas que iban aproximadamente a mi ritmo, pero no iba a durar mucho, pues poco a poco se fue desmembrando y tras hacer 19'44'' en el 5.000, me las tuve que apañar yo solo.
El paso a mitad de carrera estaba dentro de mis expectativas, pero tocaba mejorar el ritmo o al menos mantenerlo para conseguir batir mi marca; entonces la carrera se me fue, luché, intenté seguir la estela de algún corredor rápido, pero lo cierto es que se me fueron varios km por encima de 4' y me di cuenta que la marca iba a ser imposible, pero había que luchar por el sub40. El viento molestaba un poco, aunque no creo que fuera determinante en ese retraso que me hizo pasar el km 9 en 36 minutos justos; saltaron mis alarmas, apreté los dientes y lo di todo en el último kilómetro, para conseguir bajar de 40 minutos por un solo segundo, es decir 39'59'', mi segunda mejor marca de siempre.
No he conseguido mi objetivo prioritario, pero no puedo estar descontento; después de 4 años y con 50 (ya casi 51 años) he bajado por segunda vez de 40 minutos y además con buenas sensaciones; creo que me ha perjudicado la salida, un poco el viento y una semana ajetreada previa a la carrera, pero no quiero echar la culpa al empedrado, aunque pienso que puedo hacerlo mejor.
Con la satisfacción del deber cumplido, me toca empezar a pensar en el maratón de Lima, aunque quizás antes computa en otro 10 k o en una media, algo que aún no he decidido. Lo importante, es que no estoy acabado con mis 51 y tengo ganas de seguir dando guerra.
Como ya ocurriera el año pasado, planifiqué este 10k como uno de los objetivos de mi temporada, porque a pesar de ser básicamente un maratoniano, me gusta también correr distancias cortas y además en esta distancia siempre he tenido la espina clavada de los sub40, que hasta el sábado, sólo había conseguido superar en una ocasión. He entrenado bien después de correr en Las Palmas, siguiendo el plan trabajo que ideó Depa para ganar velocidad, lo que me ha permitido llegar a la cita de Laredo con posibilidades de asaltar mi marca personal.
En Laredo lucía el sol desde por la mañana, no se atisbaba lluvia, la temperatura rondaba los 12º y el molesto viento no soplaba intensamente en esta ocasión; llegué con tiempo suficiente para recoger el dorsal con Jaime y calentar bien con Beto, ya que ambos competían en Laredo; entre el público, volvían a estar Marisa y Ángela, así que celebramos el día del padre atléticamente, un año más. Me dirigí a la salida a la hora indicada por el speaker, pero por entonces aquello era un hervidero de atletas y aunque me coloqué al final, fui poco a poco "colándome" hasta una posición más adecuada con mi marca. En este sentido, me gustaría destacar la mala organización de la salida, pues sólo hay cajones para la elite y los sub35, de manera que todos los demás vamos al "mogollón"; teniendo en cuenta, que los atletas no respetan ubicarse correctamente según su marca, el resultado es que es muy complicado salir deprisa para los que no somos balas y simplemente coqueteamos con el sub40; en mi opinión, merecemos un respeto mayor.
Con este contratiempo sonó el pistoletazo de salida, aunque yo no llegué a pisar la línea hasta pasar más de medio minuto, tras lo cual me lancé a por la carrera, pero con dificultades, ya que los atletas lentos me hicieron tope en varias ocasiones y tuve que acelerar varias veces para ganar la posición; el resultado fue 3'54'' en el primer kilómetro, conforme a mis previsiones, pero con demasiado esfuerzo. No sé si pagué ese esfuerzo en lo que restaba de carrera, pero no creo que me beneficiara, pues con la inercia se me fue un poco rápido el km 2 (3'51''), tras el cual tiré un poco de freno para evitar colapsarme antes de tiempo. La carrera iba sobre ruedas, dejándome arrastrar por un grupo de atletas que iban aproximadamente a mi ritmo, pero no iba a durar mucho, pues poco a poco se fue desmembrando y tras hacer 19'44'' en el 5.000, me las tuve que apañar yo solo.
El paso a mitad de carrera estaba dentro de mis expectativas, pero tocaba mejorar el ritmo o al menos mantenerlo para conseguir batir mi marca; entonces la carrera se me fue, luché, intenté seguir la estela de algún corredor rápido, pero lo cierto es que se me fueron varios km por encima de 4' y me di cuenta que la marca iba a ser imposible, pero había que luchar por el sub40. El viento molestaba un poco, aunque no creo que fuera determinante en ese retraso que me hizo pasar el km 9 en 36 minutos justos; saltaron mis alarmas, apreté los dientes y lo di todo en el último kilómetro, para conseguir bajar de 40 minutos por un solo segundo, es decir 39'59'', mi segunda mejor marca de siempre.
No he conseguido mi objetivo prioritario, pero no puedo estar descontento; después de 4 años y con 50 (ya casi 51 años) he bajado por segunda vez de 40 minutos y además con buenas sensaciones; creo que me ha perjudicado la salida, un poco el viento y una semana ajetreada previa a la carrera, pero no quiero echar la culpa al empedrado, aunque pienso que puedo hacerlo mejor.
Con la satisfacción del deber cumplido, me toca empezar a pensar en el maratón de Lima, aunque quizás antes computa en otro 10 k o en una media, algo que aún no he decidido. Lo importante, es que no estoy acabado con mis 51 y tengo ganas de seguir dando guerra.