He pasado el fin de año en Orlando con mi familia, realizando un viaje que siempre habíamos querido hacer. El viaje estaba fundamentalmente enfocado a los niños, así que ni siquiera me planteé el correr la media o el maratón Disney, que se celebra el primer fin de semana en esta ciudad. Sin embargo, no desaproveché la oportunidad de salir a correr cada mañana, rodajes no demasiado largos debido al cansancio acumulado visitando parques, pero necesarios para mantener las piernas a tono.
Orlando es una ciudad de una enorme extensión y no me fue fácil decidir mi recorrido el primer día, pues los hoteles están muy separados unos de otros y no hay aceras por donde pasear Lo bueno es que la temperatura rondaba los 10º, ideal para correr sin agobios a pesar de la humedad reinante. Finalmente decidí seguir la carretera e introducirme en la zona de los hoteles/villa Disney, que poseen campo de golf por el que corrí siguiendo los caminos que utilizan los golfistas. La experiencia fue excelente, correr entre calles y "greens" perfectamente cuidados, cruzando canales o bordeando bunkers. Obviamente, el terreno era llano y eso me ayudaba a regenerar las piernas de las caminatas del día anterior.
Uno de los días seguí la carretera, simplemente y me topé con una "runner" americana con la que estuve charlando un rato. Criticó la falta de arcenes (sidewalks) de la carretera, pero se corría cómodo y sin peligro por la gran anchura de la vía. Me comentó que también era maratoniana e imagino que iba a correr el maratón unos días después. La afición por el maratón en EE.UU. es notable y lo pude comprobar tanto en Central Park hace unos años, como estas navidades en Orlando.
Realicé mis últimos kilómetros de 2010 en Florida, una excelente manera de terminar este buen año atlético. Esta vez no ha habido San Silvestre, quedarán para años venideros, quizás para este 2011 que acaba de comenzar y del que espero mucho a nivel deportivo. Con Londres en el horizonte, toca empezar a esforzarse de verdad, a pesar del frío y la lluvia que me han acompañado después de llegar de Florida.
Unas anginas me han privado de correr en Tordesillas la primera carrera del año, así que comenzaré la temporada directamente en la primera media maratón de preparación y será en Gavá a mediados de febrero; hasta entonces, habrá tiempo para seguir contando si mi preparación va por buen camino.