sábado, 24 de diciembre de 2022

Maratón de Málaga (3) - La carrera

Cuando planifiqué la temporada 2022, pensé en Málaga como una prueba favorable para hacer una gran marca, para acercarme de nuevo a las 3 horas, pues es un maratón que se disputa a nivel del mar, el perfil es prácticamente llano y al no tener que hacer un viaje largo, llegaría con el descanso adecuado para afrontar un reto importante. El problema es que cuando no te sobran piernas, todos esos cálculos van "cogidos por alfileres" y cualquier distorsión afecta al resultado final. No es mi costumbre echar la culpa al "empedrao" y no lo voy a hacer tampoco en esta ocasión, pues mi intención era llegar en mejor forma a Kosice y tener una base más sólida para afrontar tres meses duros de entrenamientos, pero entrené mal en verano y eso se acaba notando. A pesar de todo, el inicio de la preparación fue esperanzador, pero una caída una semana antes de la Media del Mediterráneo y el posterior catarro, me dejó en el dique seco dos semanas y remontar después de eso resultaba harto difícil. Así que tras una conversación con Depa, decidimos que lo coherente era pelear por un tiempo de 3h10', es decir, a 4'30'' el Km.

Una lluvia torrencial caía en Málaga el día de mi llegada a la ciudad, viernes, y tras una pequeña tregua el sábado, la mañana de la carrera se cumplieron los peores pronósticos y una pertinaz lluvia saludaba el amanecer de la Costa del Sol; afortunadamente la lluvia no era fuerte, pero tras toda la noche lloviendo las calles estaban en mal estado. No iba a ser mi primer maratón con lluvia, así que tocaba salir a disfrutar de la carrera tal y como se presentaba, lloviendo, pero con una agradable temperatura que mitigaba un poco las dificultades.

Calenté bien, no quería quedarme quieto con la lluvia y había que salir en las mejores condiciones; después de despedirme de mi hermana y de Marisa entré en el cajón y el rato que estuve parado no me sentó muy bien porque salí frío, con las piernas agarrotadas y si a eso añadimos que los primeros tres kilómetros pican ligeramente, el resultado fue que los primeros 5 kilómetros se desviaron bastante del plan inicial, iba lento y había que reaccionar. Aprovechando que el terreno ya era plano, incrementé un poco el ritmo para ponerme a ritmo objetivo y así fueron pasando los kilómetros, sin demasiados sobresaltos salvo un tropezón que casi me hace caer al suelo tras saludar a mis aficionado en el km 8. Esta es la parte más bonita del recorrido, se pasa por el puerto y luego se corre al lado de la playa de la Malagueta, pero desgraciadamente las nubes y la lluvia impedían disfrutar del recorrido, mi único objetivo era seguir corriendo manteniendo el ritmo el ritmo a pesar del fuerte viento que nos azotaba a la orilla del mar.

Tras recorrer la playa se da media vuelta y la carrera se encamina de nuevo a su punto de inicio; se regresa por calles aledañas a la playa, de manera que el viento dejó de molestar,  seguí manteniendo el ritmo y tras recibir de nuevo los ánimos de mi afición y del gran Torroles, crucé la media en 1h36'16'', por encima del objetivo marcado. No me puse nervioso, sabía que remontar ese tiempo iba a ser casi imposible, pero había que mantener el ritmo y esperar que las fuerzas me respondieran al final. Además, sabía que Marisa y compañía no iban a volver a verme hasta los kilómetros finales, así que era hora de concentrase y aguantar el tirón. Además, el recorrido en esta segunda parte es bastante monótono, con apenas público animando y era aún más necesario no dejarse ir. Por fin se avista un estadio de atletismo, se entra y luego se avanza un poco más para iniciar el regreso al punto de inicio, faltaban menos de 10 Km y la carrera se iba a decidir en ese tramo.

Pensé en acelerar en el km 32, pero las piernas no estaban frescas, así que tocaba esperar al km 37 para volver a escrutar la situación; los geles que había tomado en los km 20 y 28 no me habían caído muy bien, pero supongo que algún efecto haría, aunque yo no lo notaba porque seguí peleando contra la lluvia y el suelo resbaladizo. Poco a poco se vuelve al centro, hay más gente, me animo, me tomo el últoimo gel en el Km 37 y me digo, hay que intentarlo y acelerar, pero no podía. Las piernas no habían estado frescas en ningún momento de la carrera, evidentemente no lo iban a estar al final. El esfuerzo y loa lluvia me estaban pasando factura y el ritmo se volvía a ir un poco por encima del objetivo. Sólo tocaba apretar los dientes y disfrutar de la llegada. a meta.

Por fin llegamos al centro, las calles ya están llenas de sufridos aficionados que animan a los corredores a pesar del aguacero, allí estaba también Marisa, eran los últimos ánimos para afrontar un recorrido por las calles peatonales de la ciudad, un tanto peligroso porque el suelo estaba resbaladizo por la lluvia. Ya no importaba, estaba disfrutando de ese bonito paseo, me olvidé del croino y disfruté recorriendo la engalanada calle Larios antes de girar a la izquierda y ver la meta la fondo. Llegaba fundido a los últimos metros de mi cuadragésimo tercer maratón, pero feliz, con una marca de 3h13'37'', prácticamente doblando la segunda media, un tiempo por encima de mi objetivo pero que no está nada mal para un viejo como yo.

Empapado pero feliz, volví a cumplir el reto de besar mi medalla, sonreír y dar las gracias a los voluntarios y recibir los abrazos de mi afición, pero esta vez fue un poco más especial, pues allí estaba de nuevo Marisa y mi hermana, que tras una carrera de fondo mucho más dura que las mías había vuelto a  acompañarme en un  maratón. Fue la guinda a esta carrera que ya forma parte de mis historial.


lunes, 19 de diciembre de 2022

Maratón de Málaga (2) - La Organización

 Como sabéis, uno ya está bastante bregado en esto de competir en maratones a lo largo y ancho del mundo, supongo que por esa razón me fijo cada más en los pequeños detalles, pues salvo contadas ocasiones, las organizaciones de este tipo de eventos suelen ser bastante correctas. Málaga es uno de esos caso, la organización es buena, pero hay detalles que deberían mejorar, detalles que son muy fáciles de corregir y que harían que la experiencia de los participantes fuera mucho mejor.

Como siempre el repaso empieza por la página web, está bien, correcta, sin más, dando el servicio y la información pertinente. No hay newsletter como tal, pero andan información vía mail que es más comercial que práctica, incluyendo al invitación a tres retos para lo que te debes descargar una aplicación y esas cosas que sirven para bombardearte a publicidad; nada nuevo, ni cómodo.

Llegamos a Málaga un viernes y esa misma tarde decidimos acercarnos a la feria del corredor, lo de acercarnos es un decir, porque está muy lejos, aunque la organización pone un servicio de lanzadera gratuito para evitar gastos suplementarios. La feria se ubica en la terminal de cruceros, en una nave grande, suficiente para los expositores que exponen, en su mayoría maratones de otras ciudades, alguna tienda y como es habitual muchos stands de temas de vida saludable. Afortunadamente hay merchandising y además buen precio y con variedad de productos; lo negativo, es que la camiseta que dan a los corredores es bastean simple y las que venden son bastantes bonitas, algo que no había visto anteriormente, pues se procura que el el diseño de la camiseta que dan sea original y diferente. lo que venden, pero aquí no se da el caso. Por último, mencionar que lea recogida del dorsal y camiseta es rápida y sin problemas.

Llegamos al día de la carrera, un día complicado por la pertinaz lluvia que acompañó a los corredores de principio a fin por lo que hay que tener en cuenta la influencia del fenómeno meteorológico en algunos de los aspectos que voy a comentar. La salida está bien organizada, los cajones tienen control, hay suficiente espacio y también suficientes baños previos a la salida. Se sale y se llega en una avenida muy amplía, así que no hay problemas para correr desde el principio, a pesar de la salida simultánea de maratón y media (no se celebran 10Km), pero el volumen de corredores no es demasiado numeroso.

La primera parte del recorrido es bonita o debe serlo, porque la lluvia desluce mucho el paso por ello puerto y el posterior viraje a la playa que apenas vimos, pues el día estaba muy cerrado y tampoco había ganas para disfrutar del paisaje; Tras el paso de la media, el circuito se adentra en el lado opuesto de la ciudad, mucho más feo, pues son una sucesión de barrios de pisos que se recorren por una amplía avenida donde apenas hay gente animando; al final de la avenida se llega aun estadio de atletismo y sorprendentemente se entra en el estadio para recorrer unos 300 metros, un paseo anodino y peligroso pues hay que entrar y salir por una rampa y la entrada Alk estadio no aporta nada salvo molestias. Posteriormente se comienza a volver al centro y se pasa por un barrio Der las afueras y por un pabellón y el estadio de fútbol, pero insisto en que no hacía un día como para disfrutar de las vistas.

Ya estamos al rededor del km 30 y hasta ahora sólo ha habido una banda de animación además de unos espontáneos que se pusieron con un aparato musical en un túnel, pero no hay nada más en todo el recorrido, no sé si a causa de la lluvia o porque directamente la organización no se preocupa de la animación en carrera. Ya de vuelta a meta, se van recorriendo calles hasta llegar al centro, nada destacable salvo los últimos kilómetros en los que se pasa por los lugares más destacados del centro histórico, como la catedral, la alcazaba y la preciosa calle Larios engalanada con las luces navideñas. Lo peor del recorrido por el centro es que debido a la lluvia el suelo estaba muy resbaladizo y hubo que correr con muchas precauciones. Luego se vuelve a la avenida del principio y se entra en meta sin agobios. Después de cruzar la meta te ofrecen agua, una bebida isotónica, plátanos y naranjas, un avituallamiento muy escaso y poco variado.


Es un buen recorrido, de una vuelta, más o menos rápido, pero con fallos, como la ya mencionada entrada al estadio, la falta de animación o dos pasos por túneles que deben ser muy útiles páranos colapsar el tráfico, pero que machacan las piernas de los corredores. También ha y que hacer mención a los avituallamientos, largos, permiten avituallarse sin problema con agua en botella, isotónicos y fruta, pero sólo en el lado derecho del recorrido; personalmente no me gustan las botellas y menos si te las dan cerradas, contaminan más y además son molestas para beber.

La organización del Maratón de Málaga es correcta pero mejorable con unos pequeños ajustes; no me gusta la camiseta, animación inexistente, recorrido mejorable, así como los avituallamientos, sobre todo el de la meta. Una prueba que se celebra en la Costa de Sol,  con un buen clima (no en este caso) y en una zona llena de atractivos turísticos tiene que atraer a muchos competidores sin demasiado esfuerzo, pero los que también hay corredores, como yo, que vamos a correr un maratón como principal motivación y merecemos que se ajusten esos pequeños detalles que mejorarían notablemente la prueba.

sábado, 17 de diciembre de 2022

Maratón de Málaga (1)- El ambiente

Se podría decir que Málaga es la capital de la Costa del Sol, pero eso no significa que sea estrictamente un lugar turístico, pues posee otras notables actividades en que la  han convertido en una de las ciudades más grandes de España; aunque los turistas se alojan en las localidades playeras cercanas, tales como Marbella, Torremolinos o Fuengirola, la capital siempre es un centro de atracción de turistas de día, que suelen dar un paseo por el centro, disfrutan de la gastronomía local  y luego vuelven a su residencia vacacional. Por esa razón, Málaga es una ciudad constantemente bulliciosa, con un centro histórico abarrotado de gente paseando o tomando algo en alguna de sus numerosos bares y restaurantes. Además, la proximidad de las fiestas navideñas y la cuidada iluminación que inunda el centro, hace que la presencia de gente en la calle sea aún mayor que en otras épocas.

Es evidente que Málaga debe notar el impacto de la celebración de su maratón durante el fin de semana, más aún si tenemos en cuenta que más de la mitad de los participantes son foráneos, pero al común de los mortales le costaría mucho distinguir la diferencia entre un fin de semana normal y el fin de semana del maratón, pues se aprecian pocos corredores por las calles principales, aunque supuestamente habría más de los que se podían ver. Además, la feria del corredor está ubicada en el muelle de trasatlánticos, es decir, muy lejos del centro y eso resta visibilidad a los participantes, además de generar una feria un poco sosa, al estar ten lejos de todo. No es que la feria esté mal o poco animada, pues hay bastante afluencia de corredores, pero pocos curiosos que pueden mejorar el ambiente.

El día la carrera es difícil de evaluar, pues la lluvia no dejó de hacer durante toda la prueba, así que es difícil saber lo que hubiera pasado en un día normal; a pesar de todo, la afluencia en la línea de salida era notable, así como en zonas céntricas del recorrido, pero en general no hay demasiado público porque el recorrido sale y entra del centro, recorriendo la playa en primer lugar posteriormente unos barrios de nueva construcción en los que debe ser difícil desplazarse porque habrá zonas no sólo sin espectadores, también sin viandantes.

Como sabéis, mi animación personal nunca falla y esta vez Marisa capitaneó un reducido pero animoso grupo formado por mi hermana Feli, mi cuñado Jesús y el gran Antonio Torroles, que me dieron los ánimos precisos en tres puntos diferentes de la prueba a pesar de tener que sufrir las inclemencias meteorológicas; no mandé a mis animadores a luchar contra los elementos, pero lo hicieron y vencieron, como es habitual, un diez para ellos.



miércoles, 7 de diciembre de 2022

Tienes que venir

Corría el año 1992 cuando en España se celebraron dos importantes eventos que seguimos recordando todos los que, como yo, peinamos canas y además muchas; obviamente me estoy refiriendo a los Juegos Olímpicos de Barcelona y a la Expo de Sevilla. No pude acudir a los juegos, aunque fui voluntario olímpico, pero tuve el honor de hacer un relevo con la antorcha olímpica cuando pasaba por Valladolid; sin embargo,  pude visitar la Expo de Sevilla junto con Marisa después de pasar unos días en la Costa del Sol. Os cuento esto porque aún recuerdo  la promoción de la Expo, en la que un chico relataba todo lo que se podía ver en aquella exposición universal en los 20 segundos que duraba el anuncio y a  velocidad de vértigo; me gustaba ese anuncio que terminada con una frase que tampoco he olvidado: tienes que venir. Me gusta planificar bien mis maratones y elegir donde corro tras analizar muchos factores, así que cuando elegí correr en Málaga pensé en la cantidad de razones que tenía para disputar esta prueba: visitar a buenos amigos como Torroles o Luis, perfil de la carrera plano, a nivel del mar, viaje cómodo,  intentar hacer una buena marca, un recorrido atractivo, una ciudad bonita, comer unos boquerones, beber una cerveza Victoria, pasear por la playa y sobre todo pasar un buen fin de semana con Marisa y con mi hermana Feli y mi cuñado Jesús que vuelven a acompañarme a una carrera, después de unos cuantos años sin hacerlo, por motivos que huelga explicar; en fin , que tras repasar la cantidad de motivos que tengo para correr en Málaga, me dije: tienes que ir y allí estaré el próximo domingo,
Málaga celebra la duodécima edición de su maratón, una prueba relativamente joven que está haciendo un buen trabajo a fin de conseguir una mayor relevancia en el calendario español y europeo, intentando sacar partido de su clima, de su perfil plano y de los encantos de la ciudad. Como he dicho antes, no me costó mucho decidirme para competir en la capital de la Costa de Sol pues correr a nivel del mar siempre me beneficia y además la fecha también es propicia para que la temperatura no sea muy elevada. Pero claro, el tiempo es un factor sorpresa y este fin de semana se prevé que caiga la del pulpo sobre Málaga, así que veremos en que situación
 encontraré el domingo a las 8:30 de la mañana, hora de inicio de la prueba.
He preparado a conciencia esta carrera, mi intención inicial era salir a buscar una gran marca, pero un fuerte catarro me ha dejado dos semanas en el dique seco y no voy a llegar a la cita en la forma que pretendía, pero tampoco llego mal, así que mi objetivo va a ser salir a hacer una buena marca, un objetivo más modesto, pero ambicioso. Para conseguirlo cuento con los ánimos de mi afición, esta vez un poco diferente a otras ocasiones, pues espero que mis amigos Torroles, Isabel, Luis y Ana esté en las calles de su ciudad junto a Marisa, mi hermana Feli y mi cuñado Jesús; sin duda, la presencia de Feli de nuevo en una maratón, supone una motivación extra y espero que a partir de ahora vuelva a ser habitual en las convocatorias.
El domingo tendré una nueva cita con la distancia de Filípedes, espero llegar a meta y poner una muesca más en mi historial, incluso puede que haga un tiempo del que me sienta orgulloso, pero aunque las cifras pueden parecer importantes, lo que realmente no tiene precio es volver a viajar a un destino nuevo, visitar la feria, pasear por la zona de salida el día anterior a la prueba, conocer atletas y sobre todo visitar a buenos amigos y volver a vivir la experiencia junto a mi hermana y obviamente junto a la incombustible Marisa, que sigue cumpliendo maratones conmigo.

domingo, 9 de octubre de 2022

Maratón de Kosice (3)- La carrera

La previsión no falló y la mañana del domingo amaneció fresca, soleada, con unas pocas nubes en el cielo, y una ligera brisa; las condiciones eran buenas, no ideales porque hubiera preferido una temperatura un poco inferior, pero no estaba para quejarme. Así que tras desayunar en el hotel y descansar un poco en la habitación, me fui paseando tranquilamente hacia la salida con Pili y Marisa.

Tras los preparativos habituales, me dirigí a mi cajón con Pili, que se quedó un poco atrás mientras yo intenté ubicarme un poco mejor en la salida, pero no tuve éxito porque al final  muchos atletas lentos estaban colocados por delante de mi. Mi intención era empezar conservador, pues no tenía claro en que forma llegaba a la cita después de unos entrenamientos un tanto irregulares durante un verano tan caluroso como el que hemos sufrido en España; sin embargo, los atletas que tenía por delante eran mucho  más lentos  de lo que yo necesitaba y tuve que ser paciente, adelantando poco a poco posiciones, pero evitando zigzaguear o dar acelerones que podría pagar más adelante. Además, el primer kilómetro transcurre por una zona empedrada y salirse de la zona regular central no era aconsejable porque me arriesgaba a una torcedura de tobillo.

Enseguida llegué a las posiciones de arriba y mi ritmo se estabilizó en torno a los 4'45''/km que era mi objetivo inicial; tras cruzar un parque, tuve el primer encuentro con mi afición, pero había que tener la cabeza fría y evitar una subida de ritmo, rodaba cómodo, siguiendo la estela de un atleta local sin demasiados problemas. Los kilómetros iban pasando, me hidrataba convenientemente y seguía rodando cómodo cuando llegué a una avenida con la vía del tranvía en medio en la que tienes que ir y volver; se hace un poco pesado ese tramo, pero enseguida se vuelve al centro de la ciudad, lo que significa completar la  primera  mitad del recorrido.

Pasé la media muy por encima de la 1h38', tras volver a recibir los ánimos de mi afición; mi táctica estaba funcionando, no tenía signos de cansancio y era el momento de elevar un poco el ritmo y así lo hice: sabía que la media maratón empezaba a las 10:30, pero tenía la vana esperanza de que no coincidiera con el recorrido que estábamos haciendo los maratonianos, me equivoqué. Me encontré con la cola del grupo, atletas que corrían muy lento o que incluso caminaban; era difícil adelantar porque la participación era muy numerosa, así que tuve que armarme de paciencia, no enfadarme  e intentar mantener el ritmo aún a costa de subirme a bordillos, rodar por la cuneta o por el carril contrario, algo nada cómodo a lo que se unía la dificultad añadida de las aglomeraciones en los avituallamientos.

Enfadarse no me llevaba a nada, aunque mi cabeza no entendía que la organización hubiera ejecutado una chapuza tan grande, así que me centré en correr, a un ritmo alrededor de los 4'35'' a. 4'40'' y con intención de mejorar en los kilómetros finales; pero pasarse tantos kilómetros superando atletas no es la mejor manera para concentrarse en la carrera y ni siquiera me di cuenta de mi paso por el Km 32, así que decidí aplazar el cambio de ritmo a los cinco últimos kilómetros.

El paso por la avenida de las vías del tranvía volvió a ser incómodo y además el viento soplaba un poco más fuerte, pero pronto llegué al km 37 e incrementé el ritmo, teniendo además en cuenta que cada vez había menos atletas que adelantar. Ya olía a meta, el trabajo estaba hecho y faltaba saber con que tiempo cruzaría la cinta, finalmente en 3h17'19'', una marca bastante decente que podría haber sido mejor de no haber tenido el handicap de los atletas lentos por delante.

Mi cuadragésima tercera maratón estaba en el bote, había completado el histórico Kosice Peace Marathon tras haber hecho una buena carrera, siempre en positivo y ganando puestos; estoy satisfecho con el resultado, no es una marca excepcional, pero demuestra que estoy en buena forma y que estoy en disposición de hacerlo mejor en mi próxima cita en el mes de diciembre, en Málaga. Ahora toca prepararse para ello.

sábado, 8 de octubre de 2022

Maratón de Kosice (2)- La organización

 Organizar el maratón más antiguo de Europa conlleva una responsabilidad importante porque puedes pensar que los participantes  van a analizar los posibles errores de manera más exhaustiva; en mi caso, desde mi inscripción en la página web mi actitud siempre fue positiva respecto a la organización y mis expectativas eran altas, aunque finalmente tuve una pequeña decepción.

Pero vamos por pasos, empezando por la página web, bastante completa y con mucha información sobre la historia y anécdotas relevantes de la carrera; las actualizaciones fueron procedentes en la última semana y por eso creo que merece una buena nota, acorde con su historia.


Una vez en Kosice las sensaciones siguieron siendo positivas; la ceremonia de la ignición fue sencilla y breve pero bien organizada; en cuanto a la feria es pequeña, pero bastante interesante. La recogida del dorsal es rápida y tras completar el trámite se pasa a la feria en si, donde no hay demasiados expositores pero si un buen stand de merchandising a precios bastante razonables. El resto son fundamentalmente expositores locales de los patrocinadores, con muchos regalos y atendidos por gente muy agradable. Como ya expliqué, tuve la oportunidad de ver la presentación de los atletas de elite en la misma feria y fue un acto también sencillo y bien llevado.

El sábado por la mañana ya estaba acabado todo el entramado de meta y vallas en la zona centro de la ciudad ya que esa misma tarde se celebra la Family Run, con mucha participación infantil en un ambiente muy sano. Hasta ahí, todo bien.

Ya en el día de la carrera, la zona de salida se ubica en la confluencia de varias avenidas, una zona amplia, de fácil acceso pues está en pleno centro y con los servicios adecuados para los participantes; hay que acceder a una zona exclusiva para corredores y una vez dentro hay espacio suficiente para calentar y  baños para poder cubrir las necesidades finales. Posteriormente se entra a los cajones, también bien organizado y dentro de ellos tienes también la posibilidad de acudir al baño. 


La salida es cómoda, pero enseguida se estrecha la calle al pasar por una zona de adoquines donde corres el peligro de lesión si quieres adelantar a los típicos ansiosos que se ponen en los primeros lugares para salir lentos, aunque esto pasa en todos los sitios; una vez abandonado el centro, el circuito está bien señalado, hay zonas más estrechas, otras más amplias, pero en general se puede correr aunque sea mejorable. Los avituallamientos son largos, sólo un lado, agua en vaso o isotónico y algunos snacks en algunos puestos.

Todo discurría bien hasta que se pasa la media y es que la organización tuvo la gran idea de dar inicio a la prueba de media maratón justo noventa minutos después de comenzar la prueba reina y por el mismo recorrido; de golpe y porrazo, la carrera se complica para los que estamos haciendo un ritmo superior a las 3h en maratón, pues nos encontramos con la cola de los participantes en la media, es decir, atletas que corren muy lento, muy numerosos y a los que hay que adelantar durante kilómetros y kilómetros, un auténtico dislate. Hoy en día casi todas las maratones incluyen otras pruebas más cortas en su programa y he podido ver soluciones aceptables como salir todos a la vez, otras mejores como usar en recorrido diferente con final común e incluso la solución brillante de Tel Aviv que consiste en separar a los maratonianos en un carril discreto para ellos, pero lo de Kosice es difícilmente comprensible.

Lógicamente, la aglomeración en meta es mayor por la llegada de tanto atleta a la vez y se pierde la esencia del maratoniano llegando casi en solitario tras un enorme esfuerzo. Después de llegar, te ponen la medalla y se recoge una bolsa con fruta, barritas y bebidas y te dirigen hacia la zona de salida.

En resumen, a pesar de todas las cosas que hacen bien, no he quedado satisfecho con la organización del Kosice Peace Marathon; estamos hablando de un maratón histórico, una carrera que debería tener más respeto por el maratoniano y no mezclar de una manera tan grosera dos carreras perjudicando claramente a los atletas del maratón; esperemos que mejoren ese aspecto y que esta carrera sea el referente que debería ser.




viernes, 7 de octubre de 2022

Kosice Peace Marathon (1) - El ambiente

No puedo negar que el principal motivo por el que decidí participar en el Kosie Peacer Marathon fue su apasionante historia y el hecho de ser la prueba de este tipo más antigua de Europa; por ese mismo motivo, mis expectativas eran elevadas y aunque no tenía demasiada información previa, esperaba encontrarme con algo especial; pero si la historia condiciona la decisión de corredores como yo, que Kosice sea una ciudad de 200.000 habitantes, con una comunicación complicada y sin un valor turístico considerable, también condicionan la participación y el ambiente de la prueba.

Llegué a Kosice por carretera el jueves, tras haber aterrizado en Budapest, que se encuentra a dos horas de camino; la ciudad cuenta con aeropuerto, pero hay que recorrer media Europa haciendo escalas si quieres volar desde España, así que la elección era fácil; llegamos ya de noche y la primera impresión fue la de una ciudad tranquila, con un centro histórico pequeño pero coqueto y casi nadie en la calle, como suele pasar en las ciudades del centro de Europa. 

Como es habitual, el fin de semana maratoniano se inicia el viernes con la apertura del la feria del corredor, pero en Kosice se celebra también un acto modesto pero emocionante, que es la ignición del la llama del monumento al maratoniano que se ubica en el centro de la ciudad. Es una ceremonia sencilla que se celebra al atardecer,  en la que unos atletas transportar una antorcha y encienden el pebetero que está al pie de la columna que sostiene la estatua del corredor de maratón; tras ello, el alcalde y otras personalidades  pronuncian unas frases en perfecto eslovaco (un idioma que no domino) y todos tan contentos. 

El sábado iba. ayer un día más intento para mi, comenzando por mi último entrenamiento antes de la carrera en un parque en el que coincidimos con los atletas africanos que venían a disputar la prueba; es una bonita experiencia calentar con aquellos que solo puedes ver de pasada en la carrera, sobre todo porque puedes fijarte en algunos de sus ejercicios y aprender. Tras volver al hotel, nos dirigimos a la feria, pequeña pero animada, con bastante gente recogiendo dorsales y curioseando por los expositores. El ambiente era excelente y la guinda la puso la presentación de los corredores de elite que se hacía en la feria justo a la hora en la que estábamos por allí; otro acto sencillo en la que se presentaba uno por uno a los atletas.

En la tarde del sábado ya estaban instaladas vallas, meta y resto de parafernalia para la prueba, pues se disputa una "Family Run" que también vimos de pasada; Kosice respiraba maratón y aunque no se reconocían atletas por la calle haciendo turismo, se notaba que faltaban pocas horas para que comenzara la jornada grande de esta ciudad cuyo maratón es el acontecimiento más importante del año. 


La zona de salida bulle en la mañana del domingo, atletas y aficionados esperan el inicio de la prueba a las nueve en punto; la carrera discurre por el centro en sus primeros kilómetros y se puede ver a mucha gente animando, hasta que se llega a un parque donde la afluencia de espectadores empieza a ser intermitente; es normal que en una ciudad pequeña sea difícil llenar las calles de gente, aunque se trate de un circuito de dos vueltas, pero a pesar de las zonas vacías, pondría un notable a la animación de los espectadores, que complementa la organización con música en algunos tramos.

Mi animación articular volvió a brillar a gran altura, más aún en una prueba en la que la participación foránea es casi nula, pero ellos dieron colorido español a las calles de Kosice; Rafa, Magüy, Carlos, Myriam, Encho, Toli y la capitana Marisa demostraron que la soledad del corredor de fondo se mitiga con los ánimos de buenos amigos.



lunes, 19 de septiembre de 2022

Ribera Run Experience. Cuarta Cosecha

Hace años que empecé con esto de correr carreras y desde el primer día he sido un ávido buscador de pruebas que me aportaran algo más que una distancia para competir; correr está muy bien, hacer una buena marca es muy motivador, pero el principal objetivo cuando me pongo un dorsal es pasarlo bien. Por esta razón, siempre me atrajo el famoso Maratón de Medoc, que se disputa en esa comarca francesa entre castillos y viñedos, donde se anima a los participantes a correr disfrazados y en cuyos avituallamientos no sólo ofrecen agua, sino vino y dulces. Un proyecto similar se puso en marcha en la Ribera del Duero hace seis años, una carrera que discurre entre bodegas, donde los participantes pueden descubrir el imponente legado cultural, vinícola y gastronómico de esta tierra cuyos vinos son valorados por todos los aficionados al vino del planeta, una cultura vinícola que forma parte de mi vida.

Tras dos años de barón debido a la pandemia, la Ribera Run volvía con algunos cambios que la han hecho aún más atractiva; la Plaza del Coso de Peñafiel, vigilada en lo alto por el imponente castillo de la localidad, sigue siendo el centro neurálgico de la prueba, donde se recogen los dorsales y donde terminan todas las pruebas y donde se llevan a cabo las actividades post carrera. Por cuarta vez me inscribí a la media, pues la prueba larga era demasiado teniendo en cuenta que correré en Kosice en dos semanas y lo prudente es no machacarse; la media ha sufrido varios cambios que le han convertido en una prueba aún más interesante, pus ahora comienza en la coqueta localidad de Pesquera, sede de múltiples bodegas, donde se respira el auténtico ambiente ribereño y acaba en la Plaza del Coso y así se evita el desplazamiento posterior de ediciones anteriores.


El recorrido es vistoso, se sale de la plaza de Pesquera y tras un primer paso por a bodega Servilio, el camino se dirige a Curiel de Duero, no sin antes subir una cuesta larga, aunque no muy empinada, que pone a prueba las fuerzas de los participantes; salí conservador y me pasé la cuesta adelantando atletas, hasta llegar a Curiel, donde se ubica la bodega Comenge y el primer avituallamiento ante la mirada del castillo que se encuentra en un cerro "vigilando" la localidad, que posteriormente se cruza para enfilar otro camino en dirección a Peñafiel, cuyo castillo se ve a la fondo en todo momento. Poco después se pasa por Legaris y tras avituallarnos, nos dirigimos aun bonito camino entre viñas hasta llegar a la senda del río Duero, rompepiernas, pero enriquecedora al correr en la ribera de río que da nombre a la D.O. Tras un paso fugar por Caramimbre, se llega al casco urbano de Peñafiel donde tras "visitar" Protos, se inicia la dura subida al castillo, campo a través, que pone a prueba la resistencia final y la habilidad de los corredores a los que tras bajar les quedan sólo quinientos metros para cruzar con emoción la meta de la Plaza del Coso.

Tras cruzar la meta, te regalan la copa de finisher, una copa de las buenas, una copa de vino que sirve para beber agua y posteriormente degustar una barra libre de caldos de la Ribera que hace las delicias de cualquier amante del "zumo de uva". Todo ello aderezado con quesos de la zona, fruta, dulces energéticos... Muy completo. Y para que no falte de nada, un DJ pincha en directo para animar a los participantes y acompañantes en una gran fiesta que culmina con una paella multitudinaria en la misma plaza. Y aunque yo ya me había ido, la fiesta continúa hasta ala noche con una carrera de 7 Km y la entrega de trofeos, un día largo y muy divertido.

Teniendo en cuenta las paradas en los avituallamientos y la subida al castillo, el tiempo realizado no es significativo, pero mantuve un buen ritmo en las zonas más favorables y pienso que ha sido un buen entrenamiento de cara a la preparación de Kosice; faltan dos semanas y parece que voy cogiendo la forma y espero estar bien para afrontar el maratón más antiguo de Europa.

Pero lo importante era volver a disputar esta prueba tras dos años de parón, una prueba que ha mejorado con el tiempo. como hace el buen vino y en la que espero volver a participar el año que viene y seguramente en la prueba larga; quiero vivir la experiencia de salir desde el yacimiento de Pintia y visitar 10 bodegas recorriendo caminos castellanos entre viñas y cerros. La cuarta cosecha ha terminado, a buen seguro la quinta será aún mejor.

jueves, 25 de agosto de 2022

El maratón de la paz

En 1924, Vojtech Bukovsky, un eslovaco periodista y organizador de eventos deportivos,  asistió como espectador a los Juegos Olímpicos de París donde vivió de primera mano las gestas de atletas de todo el mundo, aunque lo que realmente entusiasmó al bueno de Vojtech fue la prueba de maratón, así que se puso manos a la obra para organizar una prueba de esas características en su Kosice natal a finales de ese mismo año, concretamente un 28 de octubre, día del sexto aniversario del establecimiento de Checoslovaquia; tan solo 8 atletas tomaron la salida de la primera edición, ubicada detrás de las ruinas del castillo de Turña para dirigirse a Kosice, donde resultó victorioso el atleta local Karol Halla  con un tiempo de 3:01:35.

El evento progresó adecuadamente, pues en la segunda edición ya hubo participación internacional y en la tercera la victoria se la llevó el alemán Hempel;  de hecho, en 1930 ya era considerado el segundo mejor maratón del mundo tras el de Boston, puede que por esa razón, Juan Carlos Zabala, un prestigioso maratoniano argentino,  eligiera Kosice en 1931 como preparación para el maratón olímpico de Los Ángeles, que ganó un año después; la marca de Zabala, 2:33:19. perduró 19 años como la mejor de la prueba-

Ni siquiera la segunda guerra mundial impidió que la  prueba se dejara de celebrar cada año, hecho por el que se empezó a denominar como el maratón de la Libertad y posteriormente el maratón de La Paz, ya que el el espíritu de paz y libertad de los corredores que disputaban la prueba era más fuerte que el conflicto generado por las naciones contendientes. Tras la guerra, Kosice se erigió como el maratón más con más participantes del mundo, con 74 llegados en los años 1946 y 1947. En 1959, el ruso Popov consiguió vencer con la mejor marca del ranking mundial, pero el verdadero hito en la historia de esta carrera, fue la participación del mítico Abebe Bikila en 1961, un  año después de su histórico triunfo en el maratón olímpico de Roma corriendo descalzo. La presencia del atleta etíope fue un auténtico acontecimiento en la ciudad, las calles estaban abarrotadas de aficionados observando la evolución de la carrera y el estadio donde finalizaba la prueba agotó sus 30.000 localidades (por entonces la población de Kosice era de 80.000 habitantes). Como era de esperar, Bikila logró la victoria e inscribió su nombre en el pedestal del famoso "Victory Herald"  estatua de bronce que fue colocada en 1960 en Marathon Square para que los aficionados puedan consultar los ganadores de la prueba más importante de su ciudad.

Otro hito importante de esta carrera, fue la inclusión de la competición de mujeres en 1980, siendo Christa Vahlensieck la primera vencedora y también la de las cuatro ediciones posteriores; en 1989, la "Revolución de Terciopelo" no solo provocó cambios en la sociedad eslovaca, sino un cambio importante en el recorrido del maratón, que pasó a ser totalmente urbano, sustituyendo al original que salvia y volvía a entrar en la ciudad. El récord actual del circuito fue logrado por el keniano Lawrence Kimwetich Kimaiyo, con un tiempo 2:07:01, logrado en 2021, justo dos años antes del 90 aniversario de la prueba que fue celebrado convenientemente.

El próximo 2 de octubre tomaré la salida en la 97 edición del maratón más antiguo de Europa; una carrera con una historia apasionante en la que tendré el privilegio de competir; dejando a un lado el aspecto competitivo, me hace especial ilusión poder formar parte de esta carrera histórica, una de esas que son "obligatorias" para los que amamos esta esta distancia. Tuve la fortuna de competir en Boston hace años y nunca olvidaré el ambiente maratoniano que se respiraba en la ciudad de Massachusetts, en la feria, en las calles, en cada tienda, bar, en cada rincón... y espero respirar ese mismo ambiente de maratón en Kosice

Al contrario que Boston, Kosice es un maratón poco conocido, yo diría que no hay mucha gente que pueda ubicar esta ciudad en el mapa, pero además esta histórica prueba no parece llamar la atención de los corredores. populares europeos y mundiales, centrados más en pruebas multitudinarias de grandes ciudades; Pero al igual que Boston. Kosice representa esos valores que definen a los verdaderos atletas, esfuerzo, perseverancia, compañerismo, solidaridad... Por eso me hace especial ilusión compartir la aventura con Pili, con la que volveré a desgastar zapatillas, pues Pili es una verdadera maratoniana, luchadora, humilde y gran compañera, pero también quiero compartirlo con mi afición, que me seguirán por vigésima segunda vez en un maratón, siempre ayudándome a llegar a meta, capitaneados, como no, por Marisa que formará parte  de nuestro  cuadragésimo tercer maratón porque ella no se ha perdido ninguno y aún nos quedan muchos por correr juntos.

El primer domingo de octubre volveré a ponerme en la linea de salida de un maratón, para recorrer 42,195 Km, para correr por las mismas calles por donde corrieron Bikila, Zabala y muchos más, en definitiva para formar parte de la historia de un maratón histórico. 


martes, 12 de julio de 2022

Vuelta a los clásicos

 Teniendo en cuenta el título de este post, más de uno estará pensando que me he puesto a escribir sobre teatro, algo que podría considerarse normal teniendo en cuenta que en esta época se está celebrando el famoso Festival de Teatro Clásico de Mérida; otros pueden pensar que me estoy refiriendo al movimiento artístico desarrollado a mediados del siglo XVIII que promulgaba una vuelta al estilo clásico como modelo de modernidad; sin duda, sería muy interesante escribir sobre esos temas y más para mi, un geógrafo medio historiador que disfruta de las artes escénicas y del arte con asiduidad, pero en este blog yo escribo, o al menos lo pretendo, de atletismo y he decidido titular de esta manera para introducir el debate de la conveniencia de volver a lo que ha funcionado en otros tiempos, en tono metafórico, volver a lo clásico.

Han pasado muchas cosas desde aquella media de Palencia en la que competí días antes de que la pandemia cambiara todo, pero entre esas cosas no hay más que un reducido número de competiciones, muy pocas en dos años. Sin embargo, cuando hace unos días revisaba mis dorsales, me di cuenta de lo que había competido hasta aquella fecha y además con buenas marcas porque en 2019 preparé a conciencia el maratón de Valencia. Así que después de volver a competir tras la pandemia, la re lesión, la retirada en Cognac y los entrenamientos para volver a la normalidad, ha llegado la hora de retomar esa dinámica que me llevó a hacer buenas marcas y por eso estoy programando lo que queda de año al detalle, para intentar estar en diciembre en Málaga en las mejores condiciones posibles.

Y para empezar con un verdadero clásico, estrenaré la temporada estival compitiendo por tercera vez en la Carrera de San Lorenzo, una carrera de toda la vida que discurre por El Barrio de Lavapiés de Madrid; el recorrido es un sube baja constante y con el aderezo del calor siempre resulta una prueba dura, pero muy gratificante por su ambiente y por las calles en las que se compite; una semana después me desplazaré a Segovia para correr una carrera que llevo muchos años queriendo hacer, la carrera popular del barrio de San Lorenzo, que organiza mi gran amigo Abel: es un 5k cuyo perfil no debe ser precisamente plano, pero es de esas pruebas en las que vale la pena competir.

Después de estas dos competiciones en julio no tengo nada programado hasta el maratón de Kosice, que se disputa el 2 de octubre, pero voy a intentar hacer una media, preferiblemente la Ribera Run Race, pero estoy expensas de mis turnos de trabajo. El objetivo en Kosice es hacer una buena carrera y disfrutar de un maratón tan especial (hablaré de el en otro post) para después empezar a preparar bien el maratón de Málaga, en el que mi objetivo es llegar lo mejor posible el próximo 11 de diciembre; para ello, ya tengo programada una media en Alicante en el mes de noviembre, aunque sigo buscando pruebas atractivas para completar mi preparación.

La planificación está perfilada, ahora toca entrenar duro, competir y sobre todo, disfrutar cada carrera, seguro que será así.

martes, 24 de mayo de 2022

Maratón de Salzburgo(3)- La carrera

 La previsión meteorológica falló y el sábado por la tarde no hubo tormenta en la ciudad de Mozart, buena noticia para evitar que la humedad ambiente se sumara al sofocante calor que se pronosticaba para la mañana del domingo; no pasé bien la noche previa al maratón recordando otros maratones calurosos como Quebec o Tenerife, en los que acabé completamente desfondado, pero esa ausencia de humedad podría permitirme que gestionara mejor la prueba.

Desayuné en el hotel junto a otros muchos atletas que iban desfilando poco a poco hacia la salida que se encontraba unos 10 minutos caminando; la temperatura rondaba los 17 grados, agradable, pero sabía que eso iba a durar poco. Tras prepararme y calentar un poco, me coloqué en las primeras posiciones de mi cajón y esperé la salida de la élite hasta que llegó mi turno. La estrategia era muy clara, empezar tranquilo y dependiendo de la evolución de la temperatura, mantener o incrementar el ritmo, que deberías estar en torno a los 4'45'' por kilómetro, que era para lo que había entrenado.

El primer kilómetro se fue a 4'30'' y como poco más adelante recibí los primeros ánimos de mi afición, el segundo volvió a ser demasiado rápido, así que bajé el pistón y partir de ahí mi paso comenzó a variar entre 4'40'' y 4'45'' por kilómetro. La primera parte era muy agradable, corriendo a la sombra de enormes árboles hasta llegar al palacio de Shonbrunn mientras conversaba con un atleta austriaco que iba a hacer la media y que me pronosticó una segunda mitad complicada debido al calor. Tras avituallarme en los patios del palacio, pensé en bajar un poco el ritmo, pero iba cómodo y decidí que esa reducción no iba a evitar el aumento de la temperatura, así que seguir a lo mío. Tras la zona arbolada, se llega de nuevo a la ciudad y tras recorrer unas calles bastante desiertas, se llega a una zona de urbanizaciones en la que los vecinos estaban en la calle animando al estilo austriaco, es decir, no demasiado animoso.

Poco a poco se llega al centro tras recorrer más calles  desiertas, pero no importa cuando ves de nuevo a tu grupo animando sin parar al rededor del km 17 y a partir de ahí la entrada al centro de la ciudad donde el público era más numeroso y la animación más ruidosa; paso la media en 1h39' aproximadamente, conforme a lo previsto y con intención de mejorar un poco en la segunda mitad, pero aún no soy consciente de lo que me espera.

Tras salir del centro, vuelvo otra vez a la zona arbolada, hace calor, pero se está bien a la sombra y sigo manteniendo un buen ritmo, incluso mejorando un poco; vuelvo a pasar por Shonbrunn, vuelvo a beber y todo parece ir bien, estoy cumpliendo con el ritmo, la hidratación y el aporte sólido, pero aún queda mucha carrera. Vuelvo a observar las montañas nevadas a mi derecha y me doy cuenta que la sombra toca a su fin y el calor es ya insoportable. Con el sol en todo lo alto entro de nuevo en Salzburgo, ya no hay tanta gente en las urbanizaciones, aunque quedan niños mojándonos con las pistolas de agua, mi ritmo empieza a resentirse y empiezo a notar cansancio en las piernas. Al paso por el km 28, es decir, a falta del último tercio de carrera, aún voy en tiempo para bajar de 3h20', pero es evidente que no voy a poder conseguirlo porque soy incapaz de mantener el ritmo. No hay sombra, empiezo a sufrir, los kilómetros al sol cada vez son más penosos y mi único objetivo es cruzar la meta y acabar, pero queda mucho.

Me animo un poco al pasar el km 32, empieza la cuenta atrás e intento recuperar el ritmo que ya se ha ido casi a los 5' por kilómetro, pero me resulta imposible correr más rápido, es más, el cansancio y el calor provocan que al final me pare en una sombra, no más de 15 segundos, pero tras seguir y recuperar un poco las sensaciones, volvía a venirme abajo y tuve que para alguna vez más. Alrededor del km 36 vuelvo a ver a mi afición, notan que voy muy "tostado" pero me animan para que llegue a meta. Falta muy poco, ya no quiero parar más y empiezo a remontar un poco y adelantar atletas que me habían dejado atrás poco antes. El olor a meta y los ánimos del público me llevan en volandas hasta el último kilómetro en el que ya acelero sin miedo para cruzar la meta en 3h23'44''.

No puedo estar insatisfecho con el tiempo, creo que es una marca meritoria teniendo en cuenta que al finalizar la carrera la temperatura era de 24 grados con una sensación térmica de 28; es difícil correr con tanto calor, sobre todo para mi que prefiero temperaturas mucho más bajas. Habrá tiempo para mejorar, lo importante ha sido volver a cruzar una meta y además en unas condiciones tan desfavorables. Salzburgo ya es historia, ahora toca preparar nuevos retos y volver a disfrutar de otro maratón.




domingo, 22 de mayo de 2022

Maratón de Salzburgo(2)- La Organización

Como ya he comentado anteriormente, el maratón de Salzburgo es una carrera modesta, con una participación que no llega a los mil atletas, pero que se sazona con infinidad de pruebas "menores" para abarcar a un mayor número de competidores y ya de paso engrosar las cifras de participantes para conseguir beneficios; digo esto porque, partiendo de la base de que es lógico que la organización del evento obtenga beneficios para que siga disputándose la prueba año tras año, me parece que pagar 40 euros por una "Breakfast Run" que consiste en correr 5 Km en grupo para luego tomar un café con un bollo, es bastante caro y aunque el precio del maratón no es excesivo, pagar 30 euros por una camiseta conmemorativa que no es de marca conocida, me parece una estafa. En cualquier caso, es evidente que cada uno es libre de inscribirse y pagar, en mi caso, pagué por la camiseta sin verla y cuando me la entregaron en la feria, descubrí que su diseño dejaba mucho que desear y su calidad era media.

Pero voy a dejar el aspecto económico de lado, para analizar, en primer lugar, el funcionamiento de la página web del evento, que posee un buen diseño, cuya navegación es fácil, pero la actualización de noticias es escasa, aunque esto puede deberse a que no hay mucho que actualizar en un evento tan pequeño.

La feria se celebra en un pabellón de hielo, no es demasiado grande y con pocos expositores interesantes para atletas, aunque para el público en general no es así, pues había un stand en el que rizaban el pelo que estaba a reventar; no hay grandes marcas deportivas exponiendo, solamente tiendas locales, pero es destacable una recogida del dorsal ágil y muy bien atendida por voluntarias muy simpáticas dispuestas a aclarar cualquier duda. La Bolsa del corredor es escasa, la camiseta de pago y fea, como ya he comentado y te dan una bolsa para el ropero, que no usé, pero que me parece un detalle positivo.

El sábado tarde en Salzburgo ya se podía ver que todo estaba preparado para el día importante, pues durante viernes y sábado ya se habían celebrado carreras infantiles; la salida se ubica al lado del río, es una zona amplia, cómoda para prepararse, tumbarse en la hierba y relajarse antes de empezar la prueba. Hay baños público suficientes para los atletas y no vi aglomeraciones en el ropero. La salida es escalonada,  la carrera de 10 Km sale la primera, quince minutos después la élite y poco después el resto de atletas ordenado en cajones, incluyendo media y maratón; esto último no supone problema alguno pues la participación no es muy numerosa y la avenida por la que se inicia la prueba es bastante amplia.

El recorrido consta de dos vueltas, bastante bonito en mi opinión, pues se inicia en la ciudad para salir pronto a las afueras, dirigiéndose al palacio de Hellbrunn, a cuyo jardín se entra antes de continuar camino entre árboles con vistas espectaculares a las montañas nevadas que rodean la ciudad a un lado y a la fortaleza que domina la ciudad al otro. Tras un buen trecho de recorrido campestre, se vuelve a entrar en la ciudad por una zona. de urbanizaciones y desde ahí de nuevo al centro, sin pasar por todos lugares emblemáticos, pero es suficiente. El perfil es prácticamente plano y salvo una pequeña bajada, apenas se perciben desniveles. 

Los avituallamiento se ubican sólo a un lado del recorrido, con agua, isotónicos y Coca Cola, además de fruta y geles en alguna mesa; debido al calor reinante, en todas las mesas había una manguera para refrescar a los atletas, algo muy de agradecer. También hay baños en todos los puestos de avituallamiento y más de uno, para evitar esperas innecesarias.

La meta está bien organizada, tras la llegada te dan agua, isotónico, fruta y cerveza de verdad y ademas hay una fuente donde algunos atletas metían los pies para relajarse un poco tras el esfuerzo. Y por último, destacar que la medalla es bastante bonita.

En definitiva, organización correcta, suficiente para un evento de estas características; hay cosas que se pueden mejorar, pero en conjunto la experiencia es bastante buena y el trato al corredor es mejor que en carreras más numerosas.




viernes, 20 de mayo de 2022

Maratón de Salzburgo(1)- El ambiente

Salzburgo es mundialmente conocida por  ser el lugar de nacimiento de Amadaeus Mozart,  también por haber sido el lugar donde se rodó la película "The Sound of Music" (Sonrisas y Lágrimas) y obviamente por la belleza de su centro histórico, su fortaleza o las montañas que la rodean; es más, los amantes del deporte también la conocen por ser la sede de Red Bull o simplemente porque el su equipo de fútbol ha llegado a octavos en Champions. Sin embargo, la trascendencia de del "Runnig Festival in Mozart City" que se celebra anualmente, es escasa, no sólo para los turistas que invaden la ciudad, sino para los propios habitantes de esta ciudad austriaca.

Por suerte para esta carrera, aún queda mos "frikis" en esto del atletismo que buscan eventos menos masificados y bien organizados para enfrentarse la distancia de Filípedes, como es mi caso y el de algún que otro maratoniano foráneo proveniente fundamentalmente, de países limítrofes a Austria como Alemania o Italia. Os cuento esto, para dejar claro desde el principio, que este "festival" del atletismo cuenta con el tirón justo y fundamentalmente dirigido a los hombres, mujeres y niños locales, pues hay competiciones para todos los gustos y edades.

Llegué el viernes a la ciudad y aproveché para visitar la feria ese mismo día; es una feria pequeña con una afluencia de público no muy elevado, pero con cierto ambiente; se ubica no muy lejos del centro, pero una vez fuera de ella, es complicado distinguir si hay corredores entre los turistas que deambulan por las principales puntos de interés de la ciudad. Pero como las diversas competiciones se reparten durante el fin de semana, te puedes topar con uno de los eventos aún sin querer, como me pasó el sábado por la mañana en los jardines del Palacio Mirabel, por donde pasaba la "Breakfast Run", con escasa afluencia, por cierto.

El tiempo acompañaba el domingo al inicio de la carrera, acompañaba a los curiosos, no las corredores, pero la afluencia de público no era muy grande, como tampoco lo era la participación; el caso es que los esforzados atletas pudimos disfrutar de los merecidos aplausos a la salida, no masivos pero si entusiastas; a partir de entonces, la animación empieza a decaer en el recorrido, fundamentalmente porque enseguida se sale de la ciudad camino al precioso palacio de Shongrun y desde ahí se continúa por el campo para volver a entra en Salzburgo a falta de unos 10Km para le media; es evidente que en ese espacio de tiempo no hay atisbo de animación, aunque vuelve a haberla en las afueras de la ciudad donde los vecinos salen a la calle a animar a los atletas mientras se desperezan, pues es temprano y domingo.

Las calles del centro de la ciudad están más animadas, sobre todo en cruces importantes donde la gente anima, con poco entusiasmo, verdad, pero es mucho mejor que las miradas de indiferencia de los turistas.   La animación ación dura hasta que se llega al ecuador de la prueba, después se inicia la segunda vuelta   y la animación se reduce de nuevo al salir de la ciudad; cuando se vuelve a entrar a la ciudad en el tramo final de la prueba, apenas queda animación pues la participación en la carrera reina es pequeña y la mayoría del público se enfocaba en los participantes de la media. En cualquier caso, siempre se agradecen los ánimos, aunque sean escasos, en esos último sufridos kilómetros en los que se llega entre aplausos de reconocimiento.

Para terminar, es obligatorio volver a calificar a mis aficionados particulares, que volvieron a tener un comportamiento sobresaliente animando en momentos clave para mi, sobre todo a falta de cuatro kilómetros, cuando mis fuerzas eran ya muy escasas; ataviados con sus camisetas exclusivas del evento, volvieron a demostrar que compartir la experiencia maratoniana con tus amigos es mucho más divertido que sufrir la soledad del corredor de fondo.  Como me dijo una atleta una vez, ese tipo de "geles de recuperación" no se pueden comprar en las tiendas.


martes, 10 de mayo de 2022

Tras las huellas de Mozart

Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart nació en Salzburgo en enero de 1756 y aunque no hay constancia documental de que fuera aficionado a la carrera a pie, el pequeño Wolfie, a buen seguro que correteó en su temprana edad por las mismas calles que ocuparán el próximo domingo los participantes en el Running Festival in Mozart City, es decir, en el maratón y carreras adicionales. Salzburgo es una bonita ciudad austriaca ubicada entre Alemania y la región de los lagos o Salzkammergut, bañada por el río Salzach, cuarta de Austria en población y capital de la región homónima; pero la razón por la que se conoce mundialmente a esta ciudad es por ser el lugar de nacimiento de Mozart, probablemente el mejor músico de la historia, cuyo enorme legado musical es conocido en todos los rincones de la Tierra. Esa popularidad es utilizada por los organizadores para conseguir participantes para este festival atlético  que culmina con la celebración de un maratón modesto, que apenas suma 1000 participantes, pero que apunta a ser una carrera que vale la pena correr.

El Maratón de Salzburgo comenzó su andadura en 2004 y desde entonces se ha disputado todos los años salvo en 2020 y 2021 debido a la pandemia; el recorrido es básicamente plano y discurre por el centro de la ciudad y por la ribera del río; como la ciudad no es precisamente grande, se dan dos vueltas, lo cual no me importa mucho, teniendo en cuenta que el entorno es muy agradable y además, facilita las cosas a mi afición. Se podría considerar un maratón rápido, de hecho, este año se celebra simultáneamente el campeonato austriaco, pero no voy a salir a hacer una buena marca, mi única intención es disfrutar del ambiente, del recorrido  y de un buen snitzel regado con cerveza austriaca a la llegada. 

Será mi segundo maratón del año que inauguré con mi buena carrera de Miami, pero mi principal objetivo, de nuevo, será acabar, pues tras un 2021 en blanco por la lesión y la traumática retirada en Cognac, toca ser prudente e ir haciendo las cosas paso a paso, sin prisa y mejorando progresivamente. Los entrenamientos que me ha programado Depa han seguido esa línea, no estoy demasiado rápido, pero mi fondo está bien consolidado y espero poder cruzar la meta con buenas sensaciones y completar mi cuadragésimo segundo maratón.

Pero tan importante como el estado físico es el estado anímico y en es aspecto mi solidez es imbatible, pues vuelvo a ser acompañado por un nutrido grupo de amigos/animadores que me darán su aliento durante la carrera; esta vez la convocatoria capitaneada por Marisa la componen Carlos, Myriam, Jorge, Ana, Encho, Toli, Magüy y Ana Montalvo, que regresa tras unos años en los que no ha podido venir, Un plantel de lujo que me ayudarán a darlo todo en esas calles por las que corrió hace mucho tiempo un tal Amadeus Mozart.

lunes, 14 de febrero de 2022

Miami Marathon (3) - La Carrera

 El despertador sonó muy temprano, a las 3:30 de la madrugada del domingo; me había acostado pronto, pero con un madrugón de este calibre es difícil descansar de una manera adecuada. Lo primero que hice fue mirar la previsión meteorológica, iba a correr a 22 grados de temperatura y la humedad relativa sería del 77%, unas condiciones muy malas para mi, pero eso ya lo sabia antes de viajar. No me apetecía comer, pero era necesario, así que cayó un café frío acompañado de un plátano y un par de barritas energéticas. A las 4 habíamos quedado con Pili y sus amigas para ir juntos a la parada del autobús que nos dejaría en la zona de salida alrededor de las 5 de la mañana. El sol aún seguía escondido, pero el ambiente era muy animado, con infinidad de luces y música a tope; había que que prepararse, moverse un poco y pensar una vez más en la estrategia: salir a ritmo, no forzar, hidratarse correctamente y tomar pastillas de sales cada 10 kilómetros. 

Tras unas cuantas fotos de rigor, entré en el cajón, me despedí de Marisa y me coloqué en la parte de adelante, no tenia intención de salir lanzado, pero tampoco de empezar muy retrasado; tras escuchar el himno americano cantado por una mujer policía, comenzó la primera cuenta atrás y partió la primera oleada de corredores, pero yo tuve que esperar a la tercera, a las 6;10 en punto, para comenzar a correr por las calles de Miami. Tras recorrer sólo un kilómetro, llega el primer puente y por tanto la primera subida y tras la posterior bajada hice una para técnica para ir al "baño", pero no me retrasé mucho, de hecho, mi ritmo era de 4'45'' el kilómetro y así iba a seguir siendo durante casi toda la carrera.

El inicio de la prueba es muy bonito,  con unas vistas preciosas mientras se cruza el punte que lleva a Miami Beach, por donde discurre la primera mitad la prueba; las luces de los trasatlánticos atracados en puerto son un espectáculo, así como recorrer la famosa Ocean Drive, plagada de edificios art decó en los que se ubican los más famosos locales de ocio de la zona; el sol comenzó a aparecer alrededor de las 7 de la mañana, cuando ya la carrera se dirige de nuevo al Downtown y mi ritmo se mantiene estable. El paso por el kilómetro 14 (un tercio de la prueba) en 1h06' indica que voy por el buen camino, ya tengo la camiseta pegada al cuerpo por el sudor, pero me estoy hidratando bien y he tomado mi primer puñado de pastillas de sales (las famosas "pastillas de Alex");  llevo a la vista el globo de la 1h40' en la media, me pasaron al principio de la carrera, pero no me quise cebar y decidí seguir mi ritmo, tranquilo, sin gastar, queda mucha carrera por delante.

En el kilómetro 18 me espera Marisa para darme esos ánimos tan necesarios, justo antes de cruzar la media en 1h40' aproximadamente; sigo tranquilo, voy bien, podría incrementar el ritmo, pero lo descarto, ya ha salido el sol y el calor es una amenaza importante. La segunda parte de la carrera empieza igual que la primera, subiendo una cuesta para cruzar un puente que lleva a una autopista, por la que se recorren unos kilómetros poco vistosos, para más tarde llegar a la zona de Coconut Grove. Poco antes, formé un pequeño grupo con un atleta colombiano y un peruano, pero me dejaron ir tras 4 kilómetros porque mi ritmo era demasiado fuerte para ellos. Iban cayendo kilómetros, siempre alrededor de los 4'45'' y aunque iba cómodo, empecé a notar cansancio en las piernas antes de afrontar el último tercio de carrera. Con un tiempo de 2h12' en el kilómetro 28, empecé a vislumbrar una marca alrededor de Leas 3h20', pero no podía decaer el ritmo. Coconut Grve es un bonito barrio, pero la carrera se concentra principalmente en un parque enorme que se recorre de lado a lado y con muy poca presencia de público. Se hace un poco pesado en algunos momentos y eso también hizo mella en mi ritmo que se fue a 4'50'' en algunos kilómetros. 

Estaba haciendo una buena carrera, no me preocupaba ella marca final, pero no quería dejarme llevar, así decidí apretar los dientes de nuevo, poner un ritmo un poco más alegre y acabar la carrera como mandan los cánones, rebasando atletas sin parar hasta llegar al final. Me hubiera gustado ir más deprisa, pero mis piernas no daban para más de 4'40'', pero fue suficiente para llegar la kilómetro 40, donde me esperaba de nuevo Marisa,  con ganas y entonces volver a cambiar el ritmo y ponerme a 4'25'' y no dejarlo ya hasta meta. El final es muy bonito, las calles llenas de gente animando en un espectacular entono de rascacielos que llevan a los corredores en volandas hasta la recta final que crucé en 3h20'39'', un tiempo que hubiera firmado sin dudarlo, antes de la carrera.


Había cumplido mi objetivo, que no era otro que cruzar la meta después de haber pasado un año recuperándome de mi lesión en el tendón de Aquiles y de haberme tenido que retirar en Cognac unos meses antes; pero además, había hecho una buena carrera, yo diría que muy buena teniendo en consideración el horario, las condiciones meteorológicas y el jet lag: Y para remate, mi familia, desde España, me advirtió que había conseguido el primer puesto. en mi categoría, no se podía pedir más. Pero aparte de mi buena estrategia y de superar los. factores externos, es necesario recordar a las personas que han tenido mucho que ver en esta vuelta al maratón, que no son otros que Gonzalo, el fisio que me ha recuperado para el atletismo tras más de 12 meses, mi entrenador, Depa, que me ha diseñado un plan de entrenamiento absolutamente perfecto y obviamente el apoyo de Marisa, que ha vuelto a estar conmigo en mi cuadragésimo primer maratón terminado y que a buen seguro, seguirá acompañándome en muchas más carreras. Ahora tocar preparar esos nuevos retos.

sábado, 12 de febrero de 2022

Miami Marathon (2) - La Organización

 El maratón de Miami cumplía 20 ediciones en 2022 y por esa razón, la organización puso todo su empeño en ofrecer un buen servicio a los participantes en el evento; para ello, comenzó por motivar a los posibles candidatos con una página web muy bien diseñada, con buenas fotos y fácil navegación para conseguir que los atletas tuvieran toda la información necesaria; el proceso de de registro es fácil, en varios idiomas y el pago se realiza por varios medios, todo muy práctico. Desde la inscripción hasta que llega el fin de semana de la carrera, la organización envía correos electrónicos con información útil y sin caer en el agobio para el receptor.

Una vez que aterrizas en Miami, la publicidad del evento es escasa, aunque se pueden ver algunos carteles en las calles principales; pero claro, la visita a la feria del corredor es la mejor manera de empezar a ver como se van a desarrollar las cosas el día de la prueba. La feria sólo se celebra el viernes y sábado, suficiente para el número de participantes; el Centro de Congresos de Miami Beach es un espacio amplio, resultón y muy bien acondicionado para acoger a una gran cantidad de corredores y curiosos que pueden visitar los diferentes stands sin grandes problemas de congestión. La recogida del dorsal es rápida y muy eficiente, sin esperas porque hay muchos voluntarios atendiéndote para darte el dorsal y posteriormente la camiseta. 
Los expositores son fundamentalmente locales, sin grandes marcas deportivas, salvo Garmin, pero tampoco se les echa en falta, pues varias tiendas de deporte locales ofrecen productos a precios rebajados. También hay varios expositores de maratones y medias, fundamentalmente de pruebas que se realizan en Florida o en Centroamérica. Por último, señalar que el merchandising es bastante completo, con muchos tipos de prendas y otro tipo de recuerdos y que además hay tallas para todos, aunque yo me aseguré comprando peviamante por la web y recogiendo en la feria.

El día de la carrera empieza muy pronto, a las 4 de la mañana empiezan a partir los autobuses que te llevan a la salida por 20 dólares ida y vuelta; no es barato, pero tampoco descabellado porque el servicio funciona con corrección; la salida está muy bien organizada, baños suficientes, muchos cajones a los que se entra sin agobios y una vez listos, la salida es escalonada, cada 5 minutos para evitar problemas relacionados con el Covid; personalmente me pareció modélica.

Después de la salida, el recorrido es bueno, bastante plano salvo por los numerosos puentes que se cruzan que rompen bastante el ritmo; se corre por avenidas amplias en general, la señalización es buena y los avituallamientos numerosos, más o menos cada dos millas, lo que es bastante útil en una carrera con tanto calor y humedad. Además, los voluntarios son muy eficientes, te dan el vaso en la mano a la altura correcta y siempre con una sonrisa. La animación de la organización es bastante escasa en e, aunque lo compensan algunos aficionados que ponen la música a tope desde sus casas, automóviles e incluso desde un coche de policía o de bomberos.

La llegada está vallada, muy animada y tras cruzar la línea de meta, te asisten los simpáticos voluntarios, te ponen la medalla en el cuello y te ofrecen agua, Gatorade, plátano y una pasta vegetariana infumable que ni quise probar. Luego te hacen la fotos de rigor y sales a una zona de encuentro con familiares amplía y anexa a ella una zona de carpas donde puedes volver a comprar merchandising, tomarte una cerveza gratis o comer algo; bastante bien. Y cuando acabas, los buses que te llevan de nuevo al punto de partida están cerca y funcionan con regularidad.

Miami es un buen maratón, es verdad que no es masivo y que la mayoría de los participantes corren la media, pero eso no supone una merma en los méritos organizativos. En mi opinión, se trata bien al corredor, que es lo importante y es que cuando se usa el sentido común para facilitar las cosas a los verdaderos protagonistas, los corredores, el resultado siempre es positivo. Mi experiencia ha sido buena en este retorno al maratón.