Aunque ya son doce las edciones que contemplan a esta tradicional carrera, mi debut se produjo el año pasado, cuando pensé que sería una buena idea competir en la mañana de nochebuena en uan carerra corta, como preparación de la San Silvestre; el resultado fue muy bueno porque la Legua Navideña de Camarma es de ese tipo de carreras que me gustan, artesanales, en un pueblo que se vuelca con la prueba, donde sus vecinos obsequian desinteresadamente chocolate con churros, caldo y croquetas a todos los asistentes, corran o no y de remate hay carreras para los más pequeños; si a ello le añado la compañía de Marisa, que también compite y de mi hermana y mi cuñado como espectadores, el resultado es una mañana casi perfecta de deporte y espíritu navideño a partes iguales.
Tras llegar y aparcar en las afueras del pueblo, es imprescindible la visita a un belén monuimental que pilla de paso a la recogida de los dorsales en la animada plaza Mayor, donde además puedes colaborar con una recogida de alimentos solidaria; luego, un paseo, un paso breve por el bar y a calentar un poco antes de empezar esta vertigionsa prueba. Aunque la organización es sobresaliente, este año se han columpiado un poco hasta presentar hasta 15 buenos atletas antes del inicio, lo cual ha retrasado un poco la puesta en marcha de los participantes.
Llegaba a Camarma con pocas expectativas, aunque con muchas ganas de hacer un buen papel; mi engañoso tiempo en la Carrera de las Empresas de la semana pasada (40'53'' en un circuito mal medido) no era un buen precedente, a pesar de la accidentada salida que realicé en dicha prueba, pues no hay cajones y la gente se coloca muy mal, lo que provocó que tuviera que subir y bajar bordillos por doquier. Sin embargo, unas buenas series de 400 el miércoles anterior me había dejado más tranquilo de cara a esta competición, en la que hay que ir a tope desde el principio, pero con cabeza y eso hice.
Me coloqué bien en la salida y comencé fuerte, sin necesidad de adelantar y sobre todo, sin forzar demasiado en el inicio; el primer kilómetro cayó en 3'53'', así que había que seguir así, a pesar del comienzo de los falsos llanos y de los numerosos giros de la carrera, pero seguí con un ritmo similar en el km 2 y en el 3. La cosa iba bien, pero había que seguir manteniendo ese ritmo que me iba a proporcionar una buena marca; faltaban unos 2 kilómetros cuando mi amigo Dani me adelantó y se puso ligermanete por delante de mi, así que decidí seguir su estela hasta el final, haciendo siempre los kilómetros por debajo de 4 minutos y acabando en unos buenos 22'00 minutos, 23 segundos más rápidos que el año pasado y MMP.
El resultado es para estar contento, pues el año pasado había entrenado más que este y más específicamente que este, pero creo que esta vez he corrido mucho mejor; ya se que no es un "marcón", pero me sube la moral de cara a afrontar la San Silvestre Vallecana Popular del próximo domingo, en la que espero estar a un buen nivel, aunque no contemplo la posibilidad de hacer MMP.
El año 2017 está a punto de acabar, después de correr algo más de 2.500 kilómetros, para los que he empleado más de 240 horas; un año de cuatro maratones, en general bien competidos aunque sin marcas de relevancia; un año en el que hice mi segunda mejor marca en los 10K con 50 años y un año que acaba como yo quería, progresando poco a poco y mejorando mis prestaciones con el objetivo de volver atacar el sub3h el próximo me de abril en Rotterdam. Hasta entonces, habrá que entrenar mucho, soportar frío, lluvia, viento, calor... pero sobre todo tendré que creer en mi, en que puedo volver a luchar por esa marca. El 2018 se presenta apasionante para mi, espero que sea un buen año y que también lo sea para todos los que os acercáis por mi blog. Feliz 2018 amigos.
El año 2017 está a punto de acabar, después de correr algo más de 2.500 kilómetros, para los que he empleado más de 240 horas; un año de cuatro maratones, en general bien competidos aunque sin marcas de relevancia; un año en el que hice mi segunda mejor marca en los 10K con 50 años y un año que acaba como yo quería, progresando poco a poco y mejorando mis prestaciones con el objetivo de volver atacar el sub3h el próximo me de abril en Rotterdam. Hasta entonces, habrá que entrenar mucho, soportar frío, lluvia, viento, calor... pero sobre todo tendré que creer en mi, en que puedo volver a luchar por esa marca. El 2018 se presenta apasionante para mi, espero que sea un buen año y que también lo sea para todos los que os acercáis por mi blog. Feliz 2018 amigos.