viernes, 26 de agosto de 2016

Correr en Sicilia

La hermosa isla de Sicilia fue la elegida para pasar mis vacaciones familiares este verano; metido de lleno en mi preparación maratoniano de cara a Frankfurt, sabía ya antes de partir que iba a ser difícil entrenar en condiciones óptimas, debido fundamentalmente al calor y al peculiar estilo de conducción que poseen los lugareños. Sin embargo, después de probar varias rutas en diferentes ciudades, puedo concluir con una frase muy española: en peores plazas he toreado.
Tras pasar casi diez días visitando la isla, no tengo ninguna duda en recomendarla como un gran destino turístico, pues además de sus playas, la isla cuenta con hermosos paisajes, pueblos de montaña preciosos y restos arqueológicos romanos de indudable interés; no obstante, sus ciudades son un tanto destartaladas y aunque se nota que se están haciendo esfuerzos para mejorar las cosas, encontrar zona específicas para hacer deporte, como carriles bici o simplemente buenos paseos marítimos, es harto difícil. Tampoco es fácil encontrar a gente corriendo por allí, o al menos yo he visto a muy pocos y eso que he corrido por las zonas aparentemente más propicias para la práctica de la carrera a pie.
Metiéndome en harina, os voy a relatar las rutas que recorrí en varias ciudades por si puede servir de ayuda a alguien que pase sus vacaciones por allí en un futuro:

- Trapani: en esta ciudad costera a unos 100 km de Palermo  realicé mi primer rodaje  en la isla; fue en el paseo que bordea la playa, más bien una estrecha acera en la que el firme no es muy bueno y plagada de rebajes que dificultan la carrera. En algún tramo bajé al asfalto de la calzada para correr más cómodo, pero tuve que descartarlo porque los conductores no respetan mucho a los deportistas y pasan muy cerca. Son unos 3 Km de paseo más la vuelta y aunque hay una zona calle peatonal en el centro, está empedrada y es difícil correr por ahí; con todo, Trapani no es un sitio malo para correr.

- Agrigento: esta ciudad es famosa por su espectacular "Valle de los Templos" que además debe ser la zona más llana de la urbe, porque el resto se halla enclavado en una ladera y es harto difícil encontrar más de 200 metros planos. Pregunté al dueño de mi B&B por un lugar llano y sin coches y me envió al Vialle de la Vittoria, una avenida cuya acera es bastante ancha y que además es plana, aunque su longitud no pasa de los 400 metros; el caso es que me tocaba hacer series de 200 y allí me fui muy temprano, de manera que no tenía que esquivar a muchos viandantes, pero por contra, la calle no es muy plana y el paseo está recubierto por una baldosa bastante resbaladiza y al igual que en Trapani, descarté correr por la calzada. Eso si, desde esa avenida hay unas vistas impresionantes de la zona arqueológica, aunque no me dio mucho tiempo para disfrutarlo.

- Siracusa: es la ciudad más turística de la isla y la más preparada, pues cuenta con dos opciones para poder correr con tranquilidad; la primera es correr por la isla de Ortigia, donde está prohibido el tráfico rodado y por tanto no hay peligro alguno; la pega es que el suelo tiene parte adoquinada y además hay muchos peatones. Yo escogí la segunda opción, una especie de carril bici que sale de la ciudad y discurre paralelo al mar bastantes kilómetros (yo me di la vuelta en el Km 7). Es un camino de tierra compactada, con vistas agradables, pero ni una sola sombra; y por cierto, no se puede acceder al mar, porque está bastante lejos y hay que bajar un buen trecho.

- Milazzo: otra ciudad costera, donde se ubica el puerto principal del que parten los barcos hacia las islas Eolias. Allí hay un pequeño paseo marítimo que mide unos 800 metros aproximadamente y cuyo firme no es malo; corrí pro la noche y la iluminación era escasa, a tono con toda la isla. No es mal sitio, sin embargo.

Además de estas sesiones, hice una frustrada ascensión al Etna  debido a la niebla y la ascensión completa al Volcán Stromboli, tres horas de subida bastante divertida aunque sin premio, pues una vez en la cima no se veía nada debido a la mal climatología.


Pensaréis que son pocos entrenamientos, pero tanto el día de ida como de regreso, decidí entrenar en casa y así evitar Palermo, donde no encontré ningún sitio atractivo para correr según el mapa; también me pareció muy difícil entrenar en otros destinos que visité, como Ragusa o Caltagirone, pues son pueblos de montaña en el que no hay nada plano, e incluso parecía complicado poder correr en otros pueblos muy turísticos como Taormina o Cefalu, que tienen playa, pero cuyo paseo tampoco cumple las condiciones.
En cuanto al resultado de los entrenamientos, no puedo decir que hayan sido brillantes, pero cumplí mi objetivo a pesar de las dificultades de correr en un viaje de este tipo, pues las visitas a las ciudades suelen dejar mal la musculatura y a eso hay que añadirle los madrugones y el calor y humedad intensos de esta isla.