Siempre he pensado que un buen deportista debe conocer a la perfección sus limitaciones a la hora de practicar su deporte; un buen futbolista debe tener claro, por ejemplo, que si no sabe disparar bien a puerta, tiene que pasar el balón a otro compañero o buscar una alternativa antes de malgastar un cartucho con un disparo; lo mismo se puede decir del tenista que debe limitar sus subidas a la red porque no domina la volea. Este desconocimiento de tu propia capacidad es muy común en las carreras populares, pues en todas se puede ver a atletas que salen disparados en los primeros kilómetros para acabar ahogados al poco tiempo, lo que les genera un enorme esfuerzo adicional para llegar a meta ya sin fuerzas; el corredor debe, más si cabe, conocer a la perfección los ritmos que puede aguantar, en función del recorrido, al distancia y de la calidad de los entrenamientos que haya realizado.
Yo, aunque corredor tardío, ya acumulo una considerable experiencia en el deporte de la carrera a pie y me jacto de ser un buen estratega a la hora de planear una competición y no es tarea fácil, porque salir demasiado deprisa puede pasar factura al final de la carrera y salir demasiado despacio supone perder un tiempo que luego es imposible recuperar. Es evidente, que la elección errónea del ritmo puede echar a perder una competición y es por eso, por lo que considero como una tarea muy complicada el elegir bien la táctica en función de los entrenamientos realizados.
Actualmente, estoy preparando le Medio Maratón Ciudad de Burgos, que disputaré el próximo 16 de junio; Depa me ha programado una preparación específica para intentar conseguir una marca de calidad en esta prueba. El objetivo principal es batir mi tiempo en la media, pero aún no he decidido el ritmo con el que debo afrontar la prueba. Estoy entrenando bien, haciendo series y controlados muy buenos, que me hacen pensar que tengo que bajar de 1h27' por lo menos. Según Depa, debo intentar parar el crono en 1h25', pero en mi opinión es correr un riesgo demasiado grande, pues no sé si podré aguantar un ritmo tan fuerte, aunque sé que me lo dice porque me ve preparado para llevarlo a cabo. Como he dicho antes, un ritmo "reservón" puede arruinar mi marca y sería una pena desaprovechar mi estado de forma actual, así que me decantó más por salir a arriesgar, aunque sin cometer locuras. En mi opinión, debo salir a un ritmo que me permita hacer 1h26' de manera holgada y si las cosas van bien, incrementar el ritmo para conseguir mejorar la marca.
Faltan poco menos de tres semanas para la prueba y aún daré mil vueltas al ritmo que debo emplear, pero lo importante es seguir entrenando como lo estoy haciendo hasta ahora; el plan está dando frutos, mis series son cada vez mejores y los controlados siempre salen conforme a lo previsto e incluso mejor. Hay razones para la esperanza y para acudir a la cita burgalesa con optimismo por varias razones: circuito plano, temperaturas bajas y un estado de forma excelente. ¿Se puede pedir más? Quizás no, así que hay que seguir entrenando duro para conseguir el objetivo.
Actualmente, estoy preparando le Medio Maratón Ciudad de Burgos, que disputaré el próximo 16 de junio; Depa me ha programado una preparación específica para intentar conseguir una marca de calidad en esta prueba. El objetivo principal es batir mi tiempo en la media, pero aún no he decidido el ritmo con el que debo afrontar la prueba. Estoy entrenando bien, haciendo series y controlados muy buenos, que me hacen pensar que tengo que bajar de 1h27' por lo menos. Según Depa, debo intentar parar el crono en 1h25', pero en mi opinión es correr un riesgo demasiado grande, pues no sé si podré aguantar un ritmo tan fuerte, aunque sé que me lo dice porque me ve preparado para llevarlo a cabo. Como he dicho antes, un ritmo "reservón" puede arruinar mi marca y sería una pena desaprovechar mi estado de forma actual, así que me decantó más por salir a arriesgar, aunque sin cometer locuras. En mi opinión, debo salir a un ritmo que me permita hacer 1h26' de manera holgada y si las cosas van bien, incrementar el ritmo para conseguir mejorar la marca.
Faltan poco menos de tres semanas para la prueba y aún daré mil vueltas al ritmo que debo emplear, pero lo importante es seguir entrenando como lo estoy haciendo hasta ahora; el plan está dando frutos, mis series son cada vez mejores y los controlados siempre salen conforme a lo previsto e incluso mejor. Hay razones para la esperanza y para acudir a la cita burgalesa con optimismo por varias razones: circuito plano, temperaturas bajas y un estado de forma excelente. ¿Se puede pedir más? Quizás no, así que hay que seguir entrenando duro para conseguir el objetivo.