Hoy tocaba Paracuellos para acabar este noviembre tan frenético de competición. Una carrera que se presentaba muy dura por su recorrido y por la meteorología que nos ha acompañado este semana. Y a pesar de la buena semana de entrenamientos que he tenido, en realidad no tenía mucha fe en hacer una buena carrera, más bien iba dispuesto a sufrir sin más.
así que tras un buen madrugón me he presentado en Paracuellos donde hacía un frío considerable aunque brillaba el sol. Lo primero que me ha sorprendido es que había mucha gente de la organización por la calle antes del comienzo. Tras aparcar me he dirigido hacia el poli donde entregaban el chip en 10 mesas que se repartían a los 1.000 participantes, lo que suponía una ausencia total de colas. Incluso se podía ir al baño sin esperar demasiado. En suma, un lujo para una carrera de 10 Km.
La salida estaba ordenada por cajones, así que me he colocado en los sub 45 pues mi pretensiones no eran muy elevadas. Pero desde el pistoletazo de salida he empezado a adelantar atletas y a coger muy bien el ritmo, en torno a los 4'15'' sin desgastarme en exceso. El recorrido discurre principalmente por la urbanización Mira Madrid, por lo que las vistas eran impresionantes. Al principio hemos afrontado una sucesión de subidas y bajadas, pero con la suficiente duración para poder mantener un ritmo constante. En esos seis primeros kilómetros mi media seguía siendo de 4'15'', pero se acercaba lo peor y es que del km 6 al 8 se sube constantemente y en ocasiones unos porcentajes considerables. Obviamente en el 8 ya había estropeado mi media, pero seguía con fuerza suficiente para volver a poner la directa y hacer una buena progresión final que me ha permitido acabar en unos dignos 43'06'' que hubieran valido mucho más en otras condiciones.
La meta está situada en la nueva pista de Paracuellos, donde es una delicia correr. Paro lo mejor es que allí volvían a estar las 10 mesas para atenderte, evitando las colas y regalándote una bolsa del corredor de buen calidad. No sería justo si no otorgara un 10 a la organización de esta bonita prueba.
Empieza diciembre, me queda Aquiles y la San Silvestre. En estas dos intentaré lucirme, pero antes de nada me voy a disfrutar el puente a New York donde viajaré, como no podría ser de otra manera, con mis zapatillas para ser un runner más de los que cada día recorren el mítico Central Park.
así que tras un buen madrugón me he presentado en Paracuellos donde hacía un frío considerable aunque brillaba el sol. Lo primero que me ha sorprendido es que había mucha gente de la organización por la calle antes del comienzo. Tras aparcar me he dirigido hacia el poli donde entregaban el chip en 10 mesas que se repartían a los 1.000 participantes, lo que suponía una ausencia total de colas. Incluso se podía ir al baño sin esperar demasiado. En suma, un lujo para una carrera de 10 Km.
La salida estaba ordenada por cajones, así que me he colocado en los sub 45 pues mi pretensiones no eran muy elevadas. Pero desde el pistoletazo de salida he empezado a adelantar atletas y a coger muy bien el ritmo, en torno a los 4'15'' sin desgastarme en exceso. El recorrido discurre principalmente por la urbanización Mira Madrid, por lo que las vistas eran impresionantes. Al principio hemos afrontado una sucesión de subidas y bajadas, pero con la suficiente duración para poder mantener un ritmo constante. En esos seis primeros kilómetros mi media seguía siendo de 4'15'', pero se acercaba lo peor y es que del km 6 al 8 se sube constantemente y en ocasiones unos porcentajes considerables. Obviamente en el 8 ya había estropeado mi media, pero seguía con fuerza suficiente para volver a poner la directa y hacer una buena progresión final que me ha permitido acabar en unos dignos 43'06'' que hubieran valido mucho más en otras condiciones.
La meta está situada en la nueva pista de Paracuellos, donde es una delicia correr. Paro lo mejor es que allí volvían a estar las 10 mesas para atenderte, evitando las colas y regalándote una bolsa del corredor de buen calidad. No sería justo si no otorgara un 10 a la organización de esta bonita prueba.
Empieza diciembre, me queda Aquiles y la San Silvestre. En estas dos intentaré lucirme, pero antes de nada me voy a disfrutar el puente a New York donde viajaré, como no podría ser de otra manera, con mis zapatillas para ser un runner más de los que cada día recorren el mítico Central Park.