Llevo años relatando mi balance del año atlético en este blog y no quiero que este año sea diferente, a pesar de haber sido el año más diferente que he vivido en mis 54 años de vida y teniendo en cuenta que lo ocurrido en 2020 será recordado durante mucho tiempo, es más, seguramente nunca se olvide. Este ha sido un año duro para todos, pero mucho más para aquellos que ya no están, los que han perdido a amigos o familiares o los que han sufrido la enfermedad y aún les quedan secuelas; teniendo en cuenta todo esto, sé que mis competiciones de 2020. o los kilómetros que he recorrido no tienen demasiado interés, pero me gustaría que sirvieran para cerrar un año fatídico y empezar 2021 con la esperanza de hacer una vida más normal.
Lo cierto es que tengo poco que contar, mi participación en Murcia, donde cumplí 40 maratones y posteriormente una media celebrada el 8 de marzo en Palencia, justo antes de la implantación del confinamiento a España; después de eso caí enfermo y tras recuperarme comencé de nuevo a correr, primero en la cinta hasta que se volvió a permitir correr en la calle; todas las competiciones fueron suspendidas en todo el mundo, así que decidí retomar mi afición ciclista y volver hacer el Camino de Santiago en en familia y dando pedales, una bonita experiencia que espero repetir. Una vez completada esa aventura, volví a entrenar la carrera a pie con intención de lograr un buen nivel, pero una inoportuna lesión en el tendón Aquileo ha marcado la segunda parte del año, ya que a día de hoy no estoy recuperado y preveo que aún me quedan varias semanas más para volver a desgastar zapatillas. Voy a omitir intencionadamente los kilómetros recorridos este año por su falta de interés, así como los kilómetros recorridos con mi bicicleta de montaña, con la que intento no perder, aún más, la forma ya perdida.
Quedan pocas horas para que comience un nuevo año en que todos anhelamos un cambio a mejor y estoy convencido que va a ser así, por eso ya tengo en mente una planificación básica de la temporada atlética, si la pandemia y la lesión lo permiten; sin entrar en detalles, soy consciente de la dificultad de competir en el primer semestre del año, aunque supongo que se van a empezar a celebrar carreras con una serie de medidas que mitiguen la posibilidad de contagio de la enfermedad. En todo caso, creo que no será posible correr un maratón a corto plazo, por eso y aunque espero poder estar en condiciones para completar la distancia de Filípedes desde abril, imagino que tendré que esperar hasta septiembre para disputar una distancia larga, seguramente la Ribera Run; también he echado al ojo al maratón de Estambul en noviembre y al de Lanzarote en diciembre, pero considerando que el calendario va a estar "revuelto", lo mejor es esperar y ver si sale algo interesante.
Después de un año casi en blanco, casi todos los populares estamos ansiosos por volver a competir y disfrutar del deporte que nos apasiona, pero hay que ser conscientes de la situación en la que vivimos y tener la paciencia necesaria para volver a la competición con normalidad, algo que cada vez está más cerca. Será emocionante volver a ponerse un dorsal, pero lo será aún más reencontrarse con buenos amigos corredores para compartir zancadas, especialmente con la incombustible Pili Isidro, con quien espero retomar nuestros retos aplazados por la pandemia. Pero tampoco me quiero olvidar de mi grupo de seguidores, capitaneados por Marisa, con los que seguro volveré a compartir inolvidables viajes en 2021. Pero hasta que todo eso llegue, hay que recuperar el aquileo y lo que es más importante, la normalidad y por supuesto desearos a todos un feliz año 2021.