domingo, 29 de septiembre de 2013

Munich, a tiro de piedra

Hoy ha terminado lo duro, o al menos, eso es lo que me ha anunciado Depa, aunque sé que la semana que viene no va a encajar con la definición de "fácil". Pero hablando en términos de entrenamiento, la semana que hoy acaba después de 105 km recorridos, es la última de acumulación de volumen y a partir de ahora comienzo lo que se denomina como "tapering", es decir, una reducción progresiva de los entrenamientos que me permita llegar al 13 de octubre en perfectas condiciones para afrontar los 42,195 km del Maratón de Munich.
Tras la media de Valladolid, he pasado dos semanas difíciles, debido a la dureza de los entrenamientos y a los problemas musculares que me obligaron a parar un día para evitar inoportunas lesiones. Aún así, las series largas de 5 y 6.000 metros me han salido bastantes decentes, así como los ritmos controlados de 8 y 10 km, sobre todo el de 8 kilómetros que me salió a 4'02''. He sufrido más en los rodajes largos, sobre todo el del domingo pasado, porque aún hacía un calor insoportable y estuve a punto de deshidratarme; hoy, he puesto la guinda con un rodaje de 30 km, a un ritmo no demasiado vivo, 4'47'', pero con buenas sensaciones, porque he empezado lento debido al cansancio del entreno de ayer (10 km controlados) y he acabado bastante rápido y con sensación de poder más, aunque con las piernas muy cansadas.

A falta de los últimos ajuste, creo que he realizado una preparación bastante irregular para este maratón; el calor veraniego siempre me ha afectado y eso ha supuesto que haya alternado días buenos con otros no tan buenos, de manera que hoy por hoy no tengo muy claro mi estado de forma. Comparando con otras preparaciones, he hecho buenos tiempos, pero por alguna razón no me siento tan fuerte como otras veces o mejor dicho, no me siento tan fuerte como para pensar que el bajar de 3 horas es pan comido. Evidentemente no lo es, a pesar de mi gran progresión en los últimos años de la mano de Depa; pero ahora y después de quedarme a las puertas en Sevilla, las dudas me asaltan y empiezo a pensar que la empresa va a resultar muy difícil, aunque confío en lograrlo. 
No llego a Munich después de batir mi marca en media, como lo hice en Sevilla, ni tan fresco como lo hice en Barcelona, mis sensaciones se parecen más a las de antes de Moscú, después de pasar un verano muy duro; eso si, en Moscú no se me dio nada mal. Pero quedan dos semanas y supongo que el descanso me va a venir bien, así que espero tener una opinión más atinada en diez días, cuando ya sea un manojo de nervios con el maratón a la vista. Sea como sea, lo que está muy claro, es que no creo que esté en condiciones de bajar de tres horas en Munich de manera holgada, más bien apuesto por una marca muy justa, por encima de las 2h59'30'', pero por debajo de las 3h00'00''. Y hago esta apuesta porque, por si alguien tiene alguna duda, voy a salir a intentar ser sub3h en Munich, es mi objetivo, es mi sueño y sigo pensando que lo tengo en las piernas.

martes, 17 de septiembre de 2013

XXV Media Maratón Ciudad de Valladolid

Un año más, Valladolid me ha servido como piedra de toque para la preparación de un maratón; a falta de tan sólo cuatro semanas para competir en Munich, la media de mi ciudad cumplía las condiciones ideales para hacer el último test, antes de la gran cita. Valladolid es una media que me gusta, un circuito rápido que además  conozco, un clima agradable y la presencia de amigos y familiares animándome en las calles. Este año, además, había una mini-quedada forera, que comenzó con una cena el sábado en compañía de Moncho y su familia, Iñaki, Jaime y Saul.
El domingo por la mañana llegué temprano a la salida, done me esperaba Moncho para calentar un poco; tras dar dos vueltas al Campo Grande, nos colocamos en la zona de salida junto con Iñaki, bien colocados, pues ellos iban a salir más fuerte que yo. La mañana era agradable, soleada y con un ligera brisa, que a la postre iba a molestar un poco en carrera.

Tenía dudas al respecto de como afrontar la carrera, pues aunque mi estado de forma era bueno,  no estaba seguro de la conveniencia de salir a tope para no cansarme demasiado, aunque, por otro lado, queda tiempo suficiente para recuperar; así que decidí hacer caso de mis sensaciones y afrontar la carrera según me fuera viendo, es decir, lo mismo que apliqué en enero en Getafe con buenos resultados. Así que cuando sonó el pistoletazo de salida, no me volví loco y salí a un ritmo cómodo, adelantando a atletas más lentos, pero sin ponerme nervioso y con el globo de la hora y treinta a la vista. Poco a poco fui alcanzando al globo y decidí seguirlo, pero me veía con fuerzas y preferí subir el ritmo un poco, los sobrepasé y me coloqué detrás de dos corredores del Parquesport, cuyo ritmo me convencía.

Tras el paso por la primera vuelta, la pequeña, seguía con comodidad en el grupo, que incluso había incrementado el ritmo.  La temperatura  empezaba a aumentar y el la brisa se había convertido en viento, pero mi segundo 5.000 había sido más rápido que el primero. Estaba convencido de poder mantener el ritmo sin problema y seguía a rueda de los corredores del Parquesport; un poco más adelante fui adelantado por Iñaki, que debido a su catarro rodaba detrás de mi, pero aún así su ritmo era superior al mío y decidí no seguirle. Al paso por el km 15 comprobé que mi ritmo había decrecido ligeramente, pero iba bien; adelanté a Saul, también con problemas, pero las cosas empezaban a ponerse difíciles, pues mi grupo fue dispersándose y acabé descolgándome. Empecé a pasarlo mal y me  di cuenta que la posibilidad de una buena marca se esfumaba, así que me lo tomé con más calma y evité hacer esfuerzos inútiles; mi parcial entre el km 15 y el 20 era bastante superior a los anteriores, pero ya estaba llegando y sólo restaba acabar con dignidad, aunque cansado con una marca de 1h29'39''.

En mi opinión, he hecho una buena carrera, acorde con lo esperado y un buen test de cara al maratón del próximo trece de octubre; sin embargo, la comparación con lo realizado en la media de Getafe, antes del Maratón de Sevilla, no es muy favorable. En Getafe salí más lento, pero remonté y acabé muy rápido, batiendo mi marca sin apenas pretenderlo; en Valladolid, empecé bien, pero me hundí en la última fase de la carrera. Quizás planteé mal la carrera y puse un ritmo alto demasiado pronto o quizás no esté tan bien como estaba el pasado enero en la ciudad madrileña. Por otro lado, he corrido buenos maratones después de haber hecho medias mucho peores que la de ayer.
Aún me quedan cuatro semanas de preparación para afinar mi estado de forma y estoy convencido que en este tiempo conseguiré estar a punto para tomar la salida del Maratón de Munich y acabarlo por debajo de las tres horas si todo funciona con normalidad. No es momento para desanimarse, sino para seguir entrenando y depurando aspectos como la táctica en carrera o  la alimentación, que pueden ayudarme a rascar esos segundos que necesito para bajar de las tres horas.




lunes, 2 de septiembre de 2013

VI Carrera El Espinar

La bonita villa segoviana de El Espinar alberga un club de atletismo lleno de buenos atletas y mejores personas, como son mis amigos Alex y Beto, sin olvidarme de Julio; este joven club, lleva ya organizadas cuatro ediciones de una carrera de montaña en pleno verano y este año, animado por mis amigos y porque con motivo de la carrera, se ha organizado una gran quedada de foreros, me animé a participar y puedo decir bien claro, que no me arrepiento para nada de la experiencia.
Es Espinar se ubica al pie del puerto de Guadarrama, junto a  San Rafael, por lo que no es fácil deducir que cualquier carrera que se organice, va a estar plagada de cuestas y bajadas; si además, el recorrido discurre por la ladea de una montaña y entre pinares, el resultado es una preciosa carrera, dura, técnica a ratos y muy divertida. Además, la organización del club "A Gatas" es realmente magistral, así que la prueba es redonda de principio a fin, una llegada realmente espectacular subiendo por un empedrado hasta la iglesia del pueblo.
Como he comentado, organizamos una quedada de foreros que resultó ser realmente masiva; no voy a poner nombres, pues puedo olvidar a alguno de ellos y no me gustaría, pero como se puede imaginar, el ambiente previo fue emotivo, pues además de ver a algunos amigos que hacía tiempo que no veía, pude poner cara a otros que aún no había tenido la oportunidad de conocer en persona.
Hacía calor y me puede a rodar con Duquito antes del comienzo, pero tras unos minutos, me empezó a doler la rodilla y tuve que parar; no podía apenas andar y no sabía lo que pasaba, así que estiré un poco y seguí trotando un poco, con la esperanza de que el problema no se agravara. Afortunadamente, tras la salid, el dolor duró alrededor de 200 metros y remitió, pero aún así, me produjo cierta ansiedad y pasé apuros en la salida, pues no llegaba a coger bien la respiración y la s piernas no me iban.
La carrera empieza subiendo y no era mi intención fundirme al principio, así que me coloqué junto a mi amiga Pili y así completé el primer kilómetro, sin forzar demasiado. Pili se quedó un poco después y tuve que decidir si seguir con ella o intentar colocarme junto a Abel y Saul que iban por delante; pero como temía fundirme y empezaba estar más cómodo, decidí seguir solo, de manera que los tres kilómetros de subida restantes me resultaron un poco más duros, aunque puede poner un ritmo regular que me llevó hasta la zona de toboganes que comienza tras el mencionado kilómetro cuatro. 
Hasta entonces todo era asfalto, pero enseguida cogimos un camino a la derecha, para iniciar una vertiginosa bajada, muy técnica y en mi opinión, peligrosa, que nos llevó hasta las afueras de San Rafael a un ritmo bestial, pero era imposible retenerse debido al estado del camino, así que tuve que jugarme varias veces los tobillos al pisar "a ciegas".
Una vez terminada la bajada y tras un tramo llano, comienza la parte dura, unos dos kilómetros de subida constante, con un desnivel nada desdeñable y un firme muy complicado, que impedía mantener constancia en el ritmo. Me costó bastante subir, pero guardé fuerzas para afrontar el último tramo, de nuevo por carretera y cuesta abajo, hasta llegar a El espinar de nuevo. Lo mío no son las bajadas, pero no lo hice tan mal como otras veces, sobre todo porque me alcanzaron Pili y Torroles, que me animaron a seguirlos y a alargar más mi zancada para lograr más rendimiento.
El final, son unos 300 metros de subida hasta la iglesia, con mucha gente animando que te llevan en volandas hasta cruzar la línea de meta, tras la cual, te agasajan con fruta, bollos, refrescos y cerveza de barril bien fría; el final ideal.
Tras la carrera, me tomé unas cervezas con mis amigos y posteriormente una barbacoa, pero de eso no voy a hablar, pues no es un tema estrictamente atlético.
Quedan seis semanas para Munich y mis sensaciones siguen siendo confusas, buenas a veces, malas otras veces; ayer corrí bien, estoy satisfecho, aunque creo que podía haber forzado más, pero tampoco quería fundirme, pues los entrenos han seguido su curso habitual hoy mismo. Empieza septiembre y una fase clave para finar mi puesta a punto. espero que a partir de ahora las sensaciones mejoren y que pueda refrendarlo en la media de Valladolid, en dos semanas.