Hace mucho que no escribo, desde que llegué de Burdeos. No han pasado muchas cosas, a pesar de haber competido en dos ocasiones con resultado bastante regular tirando a malo.
La primera fue la Carrera Liberty, un diezmil que corrí por el centro de Madrid un día después de volver de Francia. Como conté, acabé lesionado de mi "vuelta" al fútbol, así que podéis imaginar que la carrera no fue muy allá; me dolían las piernas, la espalda, no conseguí coger un buen ritmo y al final acabé por encima de los 44 minutos, una maca pobre, pero ese día no daba para más.
Seguí entrenando para preparar una cita que esperaba con gana,s la media maratón de Azuqueca, una carrera plana y muy favorable para hacer buena marca si no influía demasiado la temperatura, pues se corre en junio. Pero las dos semanas de entrenamiento hasta la cita fueron malas, con dolores de espalda, piernas cargadas, falta de ganas... un calvario. El caso es que cuando llegó el día D, me presenté en la salida con ganas, pero sin demasiadas esperanzas de hacerlo bien, lo cual se fue confirmando según iban pasando los kilómetros hasta finalizar con una marca de 1h 34'. Teniendo en cuenta que cuatro meses antes, en Getafe había hecho 1h28', sobran los comentarios.
Después de esta carrera daba por terminada mi temporada invernal y le dije a mi entrenador que me encontraba cansado y con poca moral, quizás por ello me ha premiado con dos semanitas de "descanso", que básicamente consisten en rebajar un poco la carga de kilómetros. Bueno, pues con ese descanso y el masaje que me dio Cristina el pasado viernes, me he vuelto a poner las pilas para empezar a preparar en asalto a Amsterdam. No sólo estoy mejor de piernas, también de moral, porque me espera un verano duro y necesito entrenar con alegría para que el 18 de octubre esté al nivel que me permita hacer algo interesante en la cuidad holandesa. Espero contaros todo aquí.
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