El año 2012 está a punto de acabar después de 3.330 kilómetros y más de diez días completos corriendo; es el balance numérico de una buena temporada, en la que he rebajado por dos veces mi marca de maratón (en Barcelona y en Moscú) dejándolo más de 5' por debajo de la anterior marca; no he tenido tanta suerte en la media maratón y tampoco en los diezmil, aunque, en este caso, fijé mi nueva marca en 40'18'' en la pasada Carrera de la Ciencia, pero sigo siendo incapaz de rebajar la barrera de los 40 minutos.
Después de tantas horas corriendo, de tantos días fríos, lluviosos, calurosos, nebulosos... de tantos momentos de sufrimiento, de frustración, de impotencia, pero también de tantos momentos de satisfacción, de orgullo e incluso de euforia, he de declarar solemnemente que considero un éxito mi temporada 2012; os preguntaréis el porqué, pues es muy fácil, porque no me he lesionado, me he divertido y he vuelto a ser feliz practicando este gran deporte. Las marcas, las carreras y los resultados son anecdóticos, cuando has sido verdaderamente feliz corriendo.
Pero esto no se ha acabado, que va, queda la última cita del año, las más espectacular, la carrera con más ambiente, masificada, explotada comercialmente e incluso criticada por su alto precio de inscripción, pero la carrera que todos quieren correr: la San Silvestre Vallecana.
Será mi sexta participación en esta prueba ya mítica del calendario español, donde siempre he obtenido unos buenos resultados, sin duda ayudado por el perfil favorable y el ambientazo que se crea en las calles de Madrid, que te lleva prácticamente en volandas. De hecho, el año pasado conseguí batir mi marca y este año voy a salir dispuesto, no sólo a batir mi marca, sino a superar, de una vez por todas, la barrera de los 40 minutos, un reto que tanto yo, como muchos de los lectores de este blog, estamos deseando batir de una vez por todas.
Sé que me repito y que habéis leído varias veces este año que la próxima carrera iba a ser la buena, pero por unas o por otras razones he fallado una y otra vez; no me quedan excusas, vuelvo a estar en forma, incluso más que en otras fases de la temporada, pero tengo que rematar; no me valen de nada las victorias morales o las frases tipo "la próxima cae"; esta vez, si no lo consigo volveré a considerarlo un fracaso estrepitoso.
Aún así, quierorecordar que la San Silvestre Vallecana no es la mejor prueba para lograr marca, debido a la masificación del evento, sobre todo durante el primer kilómetro. Soy consciente de que ese tramo va a ser clave para no perder opciones y que hay que colocarse lo mejor posible en la salida para tener menos problemas. Pero también debo poner atención en no desfondarme antes de La Albufera, mantener la calma y correr lo más cómodo posible hasta que empiece la famosa rampa de un kilómetro, que puede arruinar todo lo hecho anteriormente.
Si todo va como tengo previsto, debería llegar al kilómetro 8 con un colchón considerable de tiempo que me permita subir los dos kilómetros finales lo menos crispado posible. Ese colchón sólo puedo conseguirlo rodando claramente por debajo de los 4 km/min y a con unas pulsaciones no demasiado altas; he entrenado bien estos días, sé que lo tengo en las piernas, pero mi cabeza no debe dudar, no debo tener miedo y sobre todo, tengo que tener fe en mis posibilidades.
Espero que el lunes y antes de las uvas os pueda dar buenas noticias, pero independientemente del resultado, quiero dar a todos mis lectores las gracias por haberme seguido en este año 2012 que termina y desear a todos un gran año 2013, en el que espero que se cumplan todos vuestros proyectos, atléticos y personales. De esos proyectos os hablaré ya en el año que está a punto de comenzar. Feliz Año amigos.