domingo, 22 de mayo de 2016

Media Maratón Martín Fiz 2016

Mi participación en la Media Maratón Fiz 2016 no pasará a la historia por el tiempo que realicé, ni mucho menos por la consecución de mi mejor marca personal, ya que se quedó muy lejos de lo que yo perseguía, pero en términos globales creo que hice una carrera decente, conseguí un puesto decente y mis sensaciones fueron positivas.
Pero dejemos el análisis del resultado para el final y empecemos desde el principio; viajé a Vitoria el mismo sábado por la mañana junto con Marisa y con Mario, sin mucha prisa pues salimos tarde, paramos a comer y a ver los partidos en los que se decidía la liga y llegamos sobre las 7 a Vitoria, donde nos esperaba Miguel que había recogido nuestros dorsales. Tras un paseo por la ciudad y una cena ligera, nos fuimos descansar al hotel con la incertidumbre de la meteorología durante la carrera.
Amaneció un día gris en la ciudad alavesa, no exenta de un ligero viento, pero sin lluvia, al menos al amanecer; un taxista muy dicharachero nos trasladó a la zona de salida, donde dejamos las ropa en la consigna de la plaza de España sin apenas espera y desde ahí trotando hasta la salida donde ya había bastante gente. Lo bueno de los maratones "modestos" es que no hay que soportar esperas prolongadas ni aglomeraciones, se puede calentar de manera apropiada y las salida suele ser relajada. En este caso, no había control para acceder a las diferentes zonas en función del ritmo, pero afortunadamente, la mayoría los atletas se colocaron en las zonas que les correspondía y la salida fue muy fluida.
Ya por entonces, había empezado a caer un txirimiri que refrescaba un poco el ambiente, no demasiado caluroso, pues rondaba los 12 grados. Sabía que no estaba para hacer machadas y decidí empezar con cabeza y pegarme al globo de las 3 horas, pues pensaba que era un ritmo que podría aguantar; como suele ocurrir, el ritmo de globo fue un poco superior durante los tres kilómetros iniciales, pero luego se estabilizó y podías seguirlo sin problema. Pero yo no andaba fino y poco a poco me fui despegando del grupo, aunque los mantenía a la vista en todo momento; pensé en acelerar para acercarme de nuevo, pero lo deseché para evitar un hundimiento posterior, pero, como suele ocurrir, cuando vas solo, el ritmo se va resintiendo poco a poco y aunque iba manteniendo el tipo, en el kilómetro 10 mi previsión ya se iba por encima de 1h30'.
Sabía que no iba a cumplir los objetivos que buscaba, pero eso no me hizo venirme abajo y seguí peleando por conseguir el mejor tiempo posible; mi ritmo se iba manteniendo estable y al paso por el km 15 los del globo de las tres horas me sacaban un minuto escaso, así que la cosa no iba tan mal, pero eso no iba a durar mucho. Mis piernas, empezaron a flaquear en una calle con una pequeña pero continuada pendiente, que luego se bajaba en sentido contrario, pero el hachazo definitivo llegó poco después, cundo empezó a llover, me quedé frío y de remate se cruzaba una zona de parque muy poco arropada donde le viento me zurró sin piedad. Faltaba poco, pero no pude mantener el ritmo y fui perdiendo el fuelle que me quedaba hasta llegar al último kilómetro, ya en el centro de nuevo, donde volví a incrementar el ritmo para llegar muy fuerte en los últimos metros, adelantando a muchos atletas.
Mi tiempo oficial, 1h32'14'' no se puede considerar como bueno, pero tampoco quiero calificarlo como malo, pues creo que hice la mejor carrera que podía hacer teniendo en cuenta mi estado de forma, que como ya había comentado en el post anterior, era una incógnita. No es un tiempo para estar contento, pero si para estar satisfecho, pues mi impresión antes de la carrera es que no estaba en forma y sin estarlo, la marca es digna. Ahora toca preparar un poco más mi participación en Estocolmo y planear la estrategia a seguir, es decir, decidir si voy a salir con ambición o simplemente a rodar. Por ahora, el plan ambicioso va ganando por goleada.


lunes, 9 de mayo de 2016

Hacer marca después de los cincuenta

No soy un experto en el tema del que estoy escribiendo hoy, pues llevo el cartel de "cincuentón" colgado desde poco más de un mes; es evidente que no se ha producido ningún cambio desde que cumplí el medio siglo, pero no puedo evitar pensar que mi vida personal y deportiva ha entrado en una nueva etapa. Que quede claro que no me molesta cumplir años, pues cada edad tiene sus ventajas e inconvenientes, pero no es un tema que tenga cabida en un blog de corredores, así que hablemos de atletismo.
Es cierto ese refrán que dice que "los años no pasan en balde", pero también que la edad no afecta de la misma manera a unas personas de otras y yo no me puedo quejar, pues con mi edad estoy en buena forma. Sin embargo, he pasado de la década de los cuarenta a los cincuenta con alguna cuenta pendiente en cuanto a marcas se refiere y me da la impresión de que cada año que pasa es más difícil saldar esas cuentas. Los que saben de esto, me dicen que al ser un corredor "tardío" no estoy demasiado "machacado" y que, por tanto, tengo aún alguna bala en la recámara, pero se van a  agotar pronto.
Mirando atrás, veo que mis mejores marcas en mis pruebas principales, es decir, maratón, media y 10.000 datan de 2013 y que desde entonces me he quedado bastante lejos de conseguir superar alguna de esos tiempos personales, salvo en el Maratón de Coruña, donde hice 3h04' en unas condiciones meteorológicas muy adversas; tampoco puedo obviar, que desde 2013 me he dedicado más correr maratones más que otras distancias y que apenas he realizado preparaciones específicas. Y aunque a partir de ahora voy a prestar menos atención a las marcas, me haría ilusión poder volver a vencer al crono en alguna prueba, antes de que me resulte imposible por el desgaste de la edad.
Como ya he repetido varias veces, mi objetivo fundamental es conseguir el ansiado sub3h en el maratón de Frankfurt de octubre, pero antes de eso, me propuse intentarlo con los 10K y la media antes de la disputa del maratón de Estocolmo. He entrenado específicamente desde enero para volver a bajar de los 40 minutos en un 10.000 y no ha sido posible, aunque en Laredo hice una buena carrera y conseguí una marca muy digna, que me permitió darme cuenta de que no estoy acabado. Desde entonces, estoy preparando mi asalto a la 1h28'15'' que tengo en media maratón, una marca que consideraba asequible, pero que ya no lo veo tan claro después de estos meses de preparación. El problema no es que mis piernas ya no funcionen, sino que mis entrenamientos son más irregulares de lo aconsejable y los buenos entrenos se alternan con los no tan buenos, lo cual me genera muchas dudas acerca de mi rendimiento real.
El próximo domingo volveré a correr en el norte, esta vez en Vitoria, en un circuito muy favorable en el que se disputa la Media Maratón Martín Fiz; saldré con intención de superar mi MMP, aunque sé que va a ser difícil porque mis últimos entrenamientos no han sido demasiado buenos.  Espero llegar descansado y metalizado para hacer una carrera inteligente que me permita tener opciones hasta el final; también espero que la meteorología no sea excesivamente ventosa, porque la amenaza de lluvia y frío no me preocupa, incluso lo prefiero. Lo que está claro es que saldré a darlo todo para volver a recuperar esas buenas sensaciones que ya me acompañaron en Laredo y todo ello, con Frankfurt en el horizonte, aunque  cada vez más cercano.