No es fácil crecer para un maratón como el de Zaragoza que se celebra entre las citas de Barcelona y Madrid, además se trata de una ciudad no demasiado turística y su recorrido no es el mejor para buscar una buena marca. Sin embargo, la organización de la prueba está empeñada en mejorar año tras año para conseguir una prueba más atractiva para los participantes.
La página web de la carrera está bastante conseguida, buen diseño, atractiva, con la información necesaria y con un sistema de registro bueno. Las semanas antes de la carrera, comienzan a llegar los mails informativos para que tengas todo listo para el fin de semana del evento. Una buena página web siempre ayuda, pero lo importante empieza el fin de semana con la celebración de la feria del corredor.
La feria se ubica en la Expo de Zaragoza, lejos del centro, por lo que es necesario desplazarse en transporte público porque no hay lanzaderas de la organización; el pabellón que acoge el evento es grandes puede pasear tranquilamente sin agobios y no hay esperas para la recogida del dorsal y la camiseta. No hay demasiado expositores, la mayoría locales y tampoco hay merchandising a la venta, sin embargo no es una mala feria: Para mi, el principal problema es que se ubica muy lejos del centro y eso le resta ambiente, a pesar de que el pabellón esté bien.Nos vamos al domingo, día de la carrera, con centro neurálgico en la Plaza del Pilar, el corazón de la ciudad; es un acierto indudable que la salida y la llegada se ubiquen en la plaza, que a primeras de la mañana ya es un hervidero de atletas y aficionados. Además, desde un punto de vista práctico, hay mucho espacio para prepararse, se puede calentar sin problema por la calles aledañas y la zona de baños es suficiente. El acceso a los cajones es sencillo y la zona de salida es muy ancha, así que no hay ningún problema para correr con normalidad desde el pistoletazo de salida.
El recorrido está bien en general, creo que hay alguna cuesta evitable y también podría pasar cerca de más sitios emblemáticos, como la Aljafería y aunque la última parte es complicada de gestionar por la subida leve y continua al parque grande, los últimos cinco kilómetros son muy favorables y eso ayuda mucho. La llegada es muy bonita, el último. kilómetro discurre por calles estrechas abarrotadas de gente y desembocando en la Plaza del Pilar donde se cruza una meta muy emotiva. Luego se recoge la medalla y te dan una bolsa con avituallamientos, aunque eché de menos que hubiera y espacio más amplío para descansar y que te ofrezcan avituallamientos en carpas, como en otros lugares,
Finalmente, quiero destacar el gran número de voluntarios que hacen un gran trabajo tanto indicando el recorrido, ofreciendo avituallamiento y al final asistiendo a los atletas, sin duda lo mejor de una organización a la que podría calificar con notable alto, porque creo que hay cosas que mejorar a pesar de su buen nivel.