martes, 25 de marzo de 2014

XII 10 Km Villa de Laredo

Dicen los organizadores de la carrera, que los 10 Km de Laredo son los más rápidos de España, incluso del mundo; obviamente es un reclamo muy apetecible para cualquier corredor y más aún si sumamos la belleza de la villa cántabra y la riqueza paisajista y gastronómica de la zona. Por todo ello y porque la carrera se corría un mes después del maratón de Sevilla, decidí inscribirme y aprovechar la su compensación de los entrenamientos maratonianos. Aunque mi retirada en Sevilla trastocó  mis planes, decidí correr esta prueba, aunque sin una preparación específica debido a la recuperación de mis dolencias postmaratonianas.
Viajé a Laredo el mismo día de la carrera, pero fue Marisa la que condujo casi todo el camino, de manera que llegué bastante bien de piernas y dispuesto a pelear por un buen crono; sin embargo, como ya habían previsto los meteorólogos durante la semana, las condiciones climáticas eran malas, tirando a muy malas. El viento soplaba con fuerza y la lluvia había caído durante todo el día, aunque respetó finalmente la carrera.
Recogí el dorsal sin demoras y comencé a calentar con tiempo, ya que necesitaba omver bien als piernas y ponerlas  atono después del viaje y teniendo en cuenta la temperatura ambiente. Y como no quería que fallara nada, me situé en la zona de salida con tiempo suficiente para salir en una posición acorde con mi ritmo.
Salí rápido, a pesar del viento de cara, atenuado por el gran número de participantes; iba cómodo y no me costaba mantener un ritmo cercano a los 3'45'', esa fue mi media aproximada en los dos primeros kilómetros, aunque luego fui perdiendo fuelle, incluso cuando la carrera giró y se puso a favor de viento, pero está claro que no soy un corredor rápido y me costaba mantener el ritmo. No obstante, seguía marcando tiempos que me hacían soñar con superar mi mejor marca con tan solo mantener un ritmo de 4 min/km. 
Justo antes de completar la primera vuelta me animó mi familia, acompañados de mis amigos Belén y Javi, que se acercaron desde Bilbao a ver la carrera. Cuando crucé el Km 5, mi tiempo era de 19'35'', así que tocaba sufrir y aguantar, para intentar ser, al menos, sub40.
En la segunda vuelta, ya no había tantos corredores y el viento seguía soplando con la misma intensidad, lo cual resultó definitivo para mis aspiraciones, porque no encontré ningún grupo a quién seguir y mis piernas ya no estaba tan frescas, de manera que comencé a perder tiempo descaradamente y me fui despidiendo de mi mejor marca y poco a poco de mi segundo sub40. Al girar de nuevo a favor del viento, intenté acelerar, pero ya no tenía la frescura del principio y aunque sufrí por mantener un buen ritmo, las cosas no cambiaron y seguí perdiendo tiempo.
Animado por otro corredor, apreté los dientes y lo di de todo en el último kilómetro para intentar el sub40, pero ya no había manera, sobre todo porque los últimos 400 metros eran también contra el viento y no pude hacer más. En meta, 40'10'', una buena marca teniendo en cuenta las condiciones climáticas y mi preparación, por lo que se puede decir que me fui satisfecho de Laredo, además de helado de frío y mojado por la lluvia que volvió a parecer al final de la prueba.
Ahora toca meterse de lleno en la preparación del maratón de La Coruña, pues quedan 5 semanas muy importantes para volver a estar a punto a pesar de la poca ortodoxia de la preparación que estoy llevando; sin embargo, estoy seguro que Depa va a dar con la tecla exacta para que en la ciudad gallega vuelva a estar en las mejores condiciones para afrontar un nuevo reto en la distancia de Filípedes y esta vez, prefiero no hablar de marcas...

sábado, 15 de marzo de 2014

A Coruña

Una vez asumida la retirada de Sevilla, he tenido tiempo de analizar lo ocurrido y buscar soluciones al problema. Lo primero fue la visita al médico, que sospechaba que podía tener algún problema de espalda, pero afortunadamente, la resonancia que me hicieron descartó cualquier causa anómala a mis contracturas; conclusión, me recomendó  estirar más, visitar al fisio más a menudo y además hacer strechting o yoga para mejorar mi flexibilidad, así que ya he empezado a ir a yoga...
Paralelamente a esto, hablé con Depa para planificar lo que resta de temporada y como lo de Sevilla se quedó en 24 km, he vuelto a retomar los entrenamientos con el objetivo de competir en los 10 Km de Laredo la semana que viene y posteriormente afrontar la fase final de la preparación de otro maratón. ¿Qué maratón? La Coruña, el 27 de abril de 2014.
Supongo que algunos de los que me seguís habitualmente, os habéis dado cuenta que dos semanas después, el 11 de mayo, corro el maratón de Praga, pero Depa prefiere que lo intente en La Coruña, en un circuito plano, a nivel del mar, con poca participación y tras un viaje cómodo y aunque Praga no tiene un mal recorrido, es menos favorable; así que, espero presentarme en Praga a correr con la única intención de acabar y con el sub 3h en la mochila. Pero no quiero tirar las campanas al vuelo, porque sé que va a ser una tarea muy difícil, teniendo en cuenta que voy a llegar cona preparación atípica y lo que es peor, con poca confianza después de todo lo que ha pasado el último año.
Sea como sea, ya estoy entrenando duro y a pesar de pasar unos primeros días bastante malos, parece que estoy recuperando sensaciones y me encuentro bastante bien; Laredo será la primera y única piedra de toque antes de afrontar el maratón coruñés y espero que sea una prueba positiva, aunque pienso que no voy a llegar en las mejores condiciones.
Asumida la retirada y analizadas las razones, vuelve el tiempo de entrenar, esforzarse y pelear para que esa confianza mermada ahora, remonte y vuelva a recuperar ese espíritu con el que afronté el maratón de Sevilla, pero esta vez, para hacer realidad mi objetivo.

sábado, 8 de marzo de 2014

Maratón de Sevilla 2014 (3) La carrera

Hasta  Sevilla2014, he llevado a gala el hecho de haber terminado todos los maratones que había corrido; sin embargo, sabía que en esta ocasión las cosas podrían cambiar, pues mi única aspiración en Sevilla era bajar de las tres horas y cualquier otro resultado no me valía. Además, teniendo en cuenta que en mayo iba a correr en Praga, prefería evitar un desgaste excesivo y correr en buenas condiciones el siguiente reto.
La preparación para Sevilla 2014 había sido muy buena, mis sensaciones eran inmejorables dos semanas antes de la prueba, pero en la última semana empecé a tener problemas musculares; gemelos, sóleos, adductores, cuadriceps... me molestaba todo y notaba una sensación extraña en mis piernas, aunque sabía que estaba preparado para hacer una gran marca. 
El día de la carrera amaneció soleado, poco ventoso y menos húmedo de lo esperado, lo que unido a que había descansado bien durante viernes y sábado, hacía presagiar que las cosas podían salir bien. Una vez en el estadio y una vez depositada la bolsa en el ropero, una foto rápida con mis amigos, intercambio de buenos deseos y un calentamiento ligero junto a Duquito, con el que me coloqué en la salida.
Comencé bien, dejando ir a Antonio y buscando el globo de las sub3h al que seguía sin problemas en los primeros kilómetros; también a la vista llevaba a Miguel, junto a un amigo suyo, aunque su ritmo era ligeramente superior al mío, de manera que preferí no cebarme y seguir "a lo mío", pues mi ritmo estaba en torno a los 4'13''/km y eso me daba margen suficiente para la marca que perseguía.
Iba bien, sin forzar, con un ritmo constante y alegre que me permitió pasar por el km 7 en 29'30'', una buena referencia que me animó bastante.
En las inmediaciones del kilómetro 10 me animó Jaime desde la acera y le dije que todo iba bien y un poco más adelante, vi pro primera vez a Marisa, Ángela, Carlos y Rafa, que me dieron un empujón moral importante, antes de pasar por el kilómetro 14 en 59', es decir, con un horizonte de 2h57'.
Las cosas iban bien, decidí bajar un poco el pie del acelerador, pues mi intención era llegar fresco a los kilómetros finales para intentar incrementar el ritmo; sin embargo, el isquio derecho empezó a cargarse y aunque no le di demasiada importancia al principio, la cosa fue a más de manera exponencial y mi paso por la media maratón se resintió un poco (1h29'40'').
Justo después de la media, Jaime volvió a animarme e incluso corrió unos metros junto a mi, pero yo sabía que las cosas estaban torciéndose e incluso pensé pararme cuando volví a ver a Marisa e el km 22, pero había que quemar todas las naves y no descartaba que el isquio mejorara. Falsas esperanzas, porque un poco más adelante, en el 24, las piernas ya estaban totalmente contracturadas, no podía alargar la zancada y supe que como en Munich, todo estaba perdido.
La opciones eran claras, o seguir y llegar arrastrándome con en Munich o parar y evitar malos mayores, así que, lógicamente, elegí la segunda opción, porque Sevilla ya está en mi historial y no quería lesionarme más, porque cuando eché pie a tierra, ya pensé en mi próximo maratón. Sevilla 2014 había terminado para mi, pero sigo vivo y con ganas de volver a intentar el sub3h. Ya veremos cuando y donde.

Maratón de Sevilla 2014 (2) La organización

Este año, Sevilla ha hecho un gran esfuerzo para hacerse un hueco entre los mejores maratones europeos y eso se ha notado en un considerable incremento de la participación, que ha ido parejo a una mejora evidente en la organización del evento.
Como ya pasó el año pasado, la página web del evento ha funcionado de maravilla, facilitando una cómoda inscripción y proporcionando información muy útil hasta el día de la carrera e incluso después de su finalización; además, este año también ha funcionado muy bien, la información proporcionada por medio de las redes sociales.
Pero el aspecto que más ha mejorado, ha sido la celebración de la feria del corredor en un recinto ferial sevillano, un espacio mucho más amplío, cómodo y acorde con una gran carrera que los bajos del estado de la Cartuja del año pasado. No tuve problemas en la recogida del dorsal y la oferta de stands era muy variada, aunque debo decir que el aspecto negativo fue el merchandansing, pues los que acostumbramos a regalar camisetas de los eventos, nos encontramos con el problema de la escasez de las tallas más demandadas; una pena.
Ya en el día de la competición, se habilitaron autobuses para transportar a los corredores desde varios puntos de la ciudad hasta el Estadio de la Cartuja, donde se encontraba el ropero y en cuyas inmediaciones se da la salida.
También ha mejorado notablemente la gestión del ropero, pues este año se proporcionaba a cada corredor una bolsa de la organización con el número del dorsal que agilizaba y simplificaba la labor de los voluntarios. Según creo, la recogida también fue ordenada.
En cuanto a la carrera, se amplió nuevamente la salida, lo que permitió que no hubiera molestos atascos en los primeros kilómetros; el resto, hasta que llegó mi retirada, me pareció bastante correcto, con buena organización en los avituallamientos y muchos voluntarios dispuestos a ayudar. El recorrido era el mismo que el año pasado, plano y bonito. La llegada, volvió a realizarse en el Estadio de la Cartuja, un marco incomparable en el que muchos familiares y amigos pueden ver cómodamente a los corredores llegar a meta después del esfuerzo realizado.
Creo que Sevilla se ha puesto a un gran nivel en el aspecto organizativo, así que espero que sigan esforzándose en mejorar una carrera que puede atraer a un gran número de corredores de todo el mundo por su clima y su recorrido.


Maratón de Sevilla 2014 (1) El ambiente

En 2014 he participado por segunda vez en el Maratón de Sevilla y aunque este año el resultado ha sido decepcionante, he decidido escribir mi crónica en tres partes, como es habitual, pero de manera abreviada.
La prueba sevillana ha conseguido un nuevo récord de participación en esta edición y eso de ha notado en las calles de la capital hispalense desde el viernes, día en el que llegué al hotel Ayre, repleto ya de corredores a la espera de la gran cita. Acudí también el viernes a la renovada Feria del Corredor, cuya nueva ubicación y ampliación, han ayudado a que se respirara un gran ambiente atlético en el recinto donde se recogían dorsales y camisetas con la ilusión de hacer una gran carrera.
Este año, mis amigos maratonianos organizaron una gran "quedada" en Sevilla y tuve la oportunidad de saludar a casi todos en la comida que celebramos el sábado en un restaurante del barrio de Triana, con Moncho como perfecto anfitrión; allí, hablamos de maratones, como no y nos dimos ánimos unos a otros para afrontar el gran resto del día siguiente. Aunque volvieron a quedar por la noche, yo opté por una cena más tranquila, junto con Marisa, Ángela, y dos de mis condicionales fans, Carlos y Rafa, que se desplazaron a Sevilla el sábado, para animarme y verme llegar a meta en menos de 3 horas; sin duda, los cuatro se merecen ser testigos de ese momento, pero tendrán que esperar un poco más.
El día de la carrera volví a ver a varios de mis amigos en la salida del estadio y tras hacernos la foto de rigor, nos dirigimos a la salida de la carrera, en la que ya había bastante público. Luego, tras el comienzo, la animación en las calles fue bastante constante, aunque con algunas zonas vacías debido a ser poco accesibles, pero en general y hasta mi retirada, hubo mayor presencia en las calles que el año pasado. Pero no puedo contar más.