Por segundo año consecutivo mi marca en maratón (que no en los 10.000) me permitió acceder a la inscripción de la San Silvestre Internacional; no tenía muy claro el volver a repetir la experiencia después del mal resultado de 2013, pero finalmente Depa me convenció para que corriera ésta, pues la popular está muy masificada, no se puede casi correr y había que aprovechar la oportunidad de nuevo.
Aunque estoy entrenando bien de cara a la disputa del maratón de Marrakech el 25 de enero, no tenía grandes expectativas puestas en la prueba, pues me parecía difícil poder superar mi marca teniendo en cuenta que mis entrenamientos están dirigidos a preparar un maratón; no obstante, mi estado de forma es óptimo, aunque cansado por la acumulación de kilómetros, lo cual me hacía confiar en conseguir un buen registro.
Esta vez, me dirigí a la salida en el coche de Duquito, con el que pensaba hacer la carrera si era capaz de seguir su ritmo; llegamos temprano a Bernabeu y allí nos encontramos con Raki, Mario, Miguel y Juan, de manera que tras saludarnos, dejamos la ropa en el ropero e iniciamos el calentamiento al estilo "Duquito", es decir, fuerte.
Justo antes de comenzar nos colocamos en la línea de salida, por la parte de atrás pues el nivel de la prueba no me permite ser tan osado de salir adelante; suena el pistoletazo y comienzo a subir la cuesta de Concha Espina con Duquito a la vista por delante de mi. Aguanté bien la cuesta, pero nada más entrar en Serrano se fue la luz y perdí de vista a mi liebre, así que continué sin referencias, pero manteniendo un ritmo internaste.
Sin embargo no iba a aguantar mucho,y aunque hasta el kilómetro dos pude mantener un ritmo alrededor de 3'52'', a partir de entonces empecé a bajar el pistón y la cosa se fue a 3'58''- 3'59''. Al paso por el km 5 mi tiempo era de 19'40'', muy por encima de una posible MMP, pero eso no me desanimó porque mis sensaciones eran buenas y decidí pelear hasta el final por una buena marca. De hecho, mantuve un ritmo de 4' por kilómetro hasta el kilómetro 8, justo donde empiezan los dos kilómetros más duros de la prueba y aunque me sentía con fuerza, sabía que me iban a pasar factura.
Y así pasó, las calles empinadas y abarrotadas de vallecanos me impidieron seguir con mi ritmo, a pesar de la impresionante animación de la carrera; perdí tiempo en cada subida y aunque intentaba recuperar en los descansos, mi ritmo ya no era tan alegre. Lo bueno es que no me desfondé como el año pasado y pude llegar al estadio de Vallecas y acelerar el ritmo para acabar en 40'47'', lejos de mi MMP, pero aceptable teniendo en cuenta las circunstancias.
A falta de poco más de 20 días para competir en Marruecos, esta marca me ha demuestra que estoy trabajando bien, pero que aún no estoy a punto, de manera que hay que seguir entrenando duro, porque estoy en el buen camino y aún quedan días. La marca de 10.000 seguirá esperando, pero eso ahora no importa.
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