martes, 13 de enero de 2015

Se acabó lo duro

Un rodaje de dos horas y quince minutos ha puesto fin a la parte más dura de mi preparación para el Maratón de Marrakech; ha sido una preparación diferente a otras, con menos volumen de kilómetros y más entrenamientos rápidos, aprovechando el fondo que ya tenía después de mi participación en Atenas. Ahora hay que averiguar si el experimento va a salir bien o mal el día de la carrera, pero mis sensaciones después de estos dos meses de preparación son buenas y los registros de los entrenamientos han sido mejores que los de anteriores preparaciones; ahora, repito, hace falta saber si va a dar resultado.
Quedan dos semanas de "deskilometraje", un poco más dura en la que estamos y muy ligera la previa a la carrera. Es el momento de corroborar mi buen estado de forma y de planear la estrategia que me permita hacer la mejor carrera posible.
Como ya he contado anteriormente, en Marrakech voy a volver a salir con el objetivo de bajar de las 3 horas; entiendo que a alguno le pueda resulta cansina mi meta, pero conseguir rebajar 96 segundos mi actual marca, es una tarea muy difícil. Por eso he elegido esta ciudad marroquí, porque aparte de estar en África y así rellenar mi estadística de continentes, el circuito es totalmente plano, el clima suele ser agradable y además no es un maratón masivo, así que espero que se pueda correr desde el principio con comodidad.
Aunque a Depa no le gustaría leer este comentario, creo que me quedan pocas balas en la recámara para conseguir la marca con la que sueño y quizás con la que estoy obsesionado; sería un alivio lograrlo en Marrakech, pero si no lo hago seguiré peleando y si nunca llega, al menos, me quedará la satisfacción de haber disfrutado cada entreno y cada carrera con ilusión.

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