sábado, 29 de octubre de 2011

El maraton sin medalla

El próximo domingo 6 de noviembre, 50.000 runners tomaran las calles de New York para disputar la carrera popular mas conocida del planeta. Todos ellos iniciaran su aventura en el puente de Verrazano, que une Staten Island con Queens y aunque unos pocos no conseguirán su objetivo, la gran mayoría, cruzara la linea de meta de Central Park ante los aplausos y la admiración de millones de aficionados de todo el mundo. Todos los que consigan llegar recibirán su medalla, un premio impagable que a buen seguro exhibirán orgullosos ante sus amigos y familiares, para demostrar que fueron  "finishers"en el maratón mas popular del mundo.
Es evidente que los actores protagonistas de una carrera son los corredores, pero aparte de ellos hay otros muchos participantes en el evento que no corren, pero que son fundamentales para conseguir que el espectáculo sea completo. Me estoy refiriendo a todas las personas que trabajan para que la carrera se desarrolle con normalidad, como la policía, que tiene que "limpiar" el recorrido durante casi 8 horas, las asistencias medicas, siempre atentas a cualquier emergencia en carrera, el personal de limpieza, cuya labor oscura deja la ciudad a pleno rendimiento al finalizar el evento, o el personal técnico, que controla que la megafonía, los relojes en carrera o la elaboración de las clasificaciones. Seguro que me olvido de alguno, pero no quiero hacerlo de los voluntarios, el autentico alma de un maratón, aquellos que asisten al runner en todo momento; en la salida recogiendo la ropa o colocando a los corredores en sus "cajones", durante la carrera en los puestos de avituallamiento y por fin en meta, donde su labor es fundamental para ofrecer a los "finishers" todo aquello que les es preciso, como avituallamiento líquido y solido, una manta para el frío y por supuesto, la medalla.
Pero si los corredores son la parte fundamental del evento, la parte fundamental del espectáculo son los aficionados, esos que llenan las calles animando no solo a sus amigos y conocidos sino a todo aquel que esta esforzándose por completar una prueba tan exigente. El publico que se agolpa en las calles portando pancartas de animo y banderas, gritando, animando o silbando, hacen de un maratón un espectáculo de grandes dimensiones.
Desde mi punto de vista, el del corredor, todos ellos contribuyen a que pueda disfrutar de una prueba tan intensa, pero sin duda sois vosotros, los que me seguís, los que me dan la fuerza necesaria para darlo todo desde el primer kilómetro. En estos días previos a la carrera, amigos y compañeros me desean suerte para la competición; se que todos van a estar atentos a lo que pase en New York el próximo domingo. Pero además, viajo con mi afición particular: Carlos, las dos Anas, Jorge, Rafa, Susana, Camilo, Almu, Vicente y por supuesto, Marisa, van a cruzar conmigo el Atlántico para darme ese animo que necesito. Claro que no me olvido de Angela y Alonso, que seguirán el desarrollo de la carrera en Madrid, junto a Mayte, Miguel, Nacho y Marta. Todos ellos y todos vosotros, los que leéis este blog os merecéis también esa medalla que espero recibir el próximo día 6.  Cuando llegue a meta volveré a pensar que sin todos vosotros no hubiera sido posible.



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