Mi tercera participación en la media de Valladolid ha vuelto a ser tan positiva como en las actuaciones precedentes. Correr en casa siempre me motiva, pero si a eso le unimos el magnífico circuito de esta carrera y el apoyo de mis amigos y familiares durante el recorrido, el resultado siempre es bueno, independientemente del tiempo realizado. Pero en este caso mi marca (1h 29' 10''), es la tercera mejor que he hecho en una media, a tan sólo 35 segundos de mi mejor tiempo, lo que unido al análisis de como llegué a la carrera, lo convierten en especialmente esperanzador de cara a un futuro.
Se puede decir que estoy contento con el resultado de esta competición, aunque podría haber sido mejor, obviamente. Digo esto porque Depa me había dejado claro que Valladolid no era un objetivo e incluso me programó 70 minutos de rodaje el sábado, poco habitual antes de una carrera, pero me estoy preparando para un maratón y eso es lo que importa.
Llegué temprano a la Plaza de Zorrilla, donde la temperatura era ideal, aunque soplaba un ligero viento. Me acompañaba Andrés, que esta culminando su preparación para correr en Amsterdam en poco menos de un mes. Además, había quedado con algún forero y tuve la oportunidad de conocer personalmente a cuatro de ellos: Toppez, Moncho, Alespinar y Vredaman, excelentes atletas, pero sobre todo buenos amigos que me ayudan día a día con sus consejos y comentarios. Y como la mañana estaba de encuentros, me topé con Depa en el calentamiento, que tan dicharachero como siempre me dio ánimos y me aconsejó que intentará acoplarme a grupos y que no expusiera mucho contra el viento, pues en algunos tramos podía molestar bastante. Sabio consejo, como os explicaré ahora.
Me coloqué bien en la salida, de manera que pude empezar sin agobios ni adelantamientos, a un ritmo cómodo, sin forzar que me llevó a pasar el primer kilómetro en 4'10'', lo planificado. Quizás por el entrenamiento del día anterior, mis piernas no iban todo lo bien que debían desde un principio, así que decidí meterme en un grupo que iba a buen ritmo para ir protegido del viento y con el ritmo marcado.
Pasaban los kilómetros y aunque tuve que hacer la "goma" alguna vez, fui encontrándome mejor de manera que en el kilometro 11 me fui del grupo junto con un atleta alto al que me pegué para seguir evitando los efectos del viento.
No tardé en dejar a ese atleta y empecé a pasar a corredores con facilidad y mis piernas seguían mejorando con el paso de los kilómetros, de manera que cuando pasé por segunda vez por Colón, es decir, a falta de una vuelta, ya tenía claro que debía intentar acercarme a mi marca, pues mi paso por el 10.000 por encima de los 42' me animaba a intentar esta meta, pues bajar de la hora y veintiocho ya resultaba casi imposible. Así que seguí progresando hasta que me uní a otro grupo en el km 16.
Estaba bien, pero el ritmo ya era demasiado elevado como para superarlos, así que decidí quedarme con ellos hasta que, a falta de 3 Km, el grupo se rompió y cada uno hizo la guerra por su cuenta. Por entonces, ya sabía que batir mi marca iba a ser muy difícil, pero eso no me desanimó y mantuve bien el ritmo hasta llegar a meta, donde mi familia y amigos estaban animando, por lo que mi llegada fue de lo más emotiva.
Creo que he hecho una buena carrera en Valladolid, a pesar de no haber superado mi marca; no creo que sea importante, pues aún queda mucho para New York, pero batir marcas siempre anima, aunque tampoco hay que dejar de lado que estar en un pico de forma a día de hoy podría suponer llegar pasado de forma a mi objetivo principal. Quedan siete semanas, mucho tiempo para ponerse a punto, mucho tiempo para seguir haciendo kilómetros y sufriendo. Pero no me quejo, nunca he pensado que correr un maratón fuera fácil y no creo que lo piense nunca.
Creo que he hecho una buena carrera en Valladolid, a pesar de no haber superado mi marca; no creo que sea importante, pues aún queda mucho para New York, pero batir marcas siempre anima, aunque tampoco hay que dejar de lado que estar en un pico de forma a día de hoy podría suponer llegar pasado de forma a mi objetivo principal. Quedan siete semanas, mucho tiempo para ponerse a punto, mucho tiempo para seguir haciendo kilómetros y sufriendo. Pero no me quejo, nunca he pensado que correr un maratón fuera fácil y no creo que lo piense nunca.
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