viernes, 23 de diciembre de 2011

La Navidad del runner

Luces en las calles, tiendas llenas de regalos, compras, cenas , encuentros familiares... Nos guste o no, la Navidad es la fiesta más especial del año y no por su tirón consumista, sino porque la gente saca lo mejor de si mismo para desear felicidad a sus seres más cercanos y en general a toda la sociedad. En estas fechas, todos estamos dispuestos a echarnos una mano, a ser mejores con los demás y a sonreir con más frecuencia de lo que hacemos habitualmente para expresar nuestros sentimientos. Es una pena que todo esto lo hagamos sólo en esta época del año, pero habrá que conformarse con saber que, al menos, lo hacemos una vez.
Para un runner la Navidad es una época tan atareada como para los demás: cenas, compras, festivales infantiles, visitas a familiares... y además salir a correr. A algunos todo este ajetreo les invita a tomar un respiro y dejar sus aficiones apartadas durante una o dos semanas. No suele ser lo habitual en los que nos dedicamos a correr, porque los últimos días del año, además de las ya mencionadas cenas y eventos, también están plagadas de carreras típicas en estas fechas; pruebas llenas de ambiente, de un colorido especial y de un "buen rollo" aún mayor de lo que se estila en el mundo del atletismo. Y no estoy hablando solamente de las famosas "sansilvestres" que se celebran en numerosas localidades españolas, sino también de otras muchas pruebas que conmemoran la Navidad o la llegada de los Reyes Magos.
Pero es evidente que es difícil integrar el alboroto navideño con los entrenamientos. Las comilones, trasnochar o beber en exceso pueden pasarnos factura y por eso es necesario cuidarse de caer en demasiadas tentaciones. Claro que no soy un ejemplo de ortodoxia, pues considero que se pueden compatibilizar los entrenamientos, con los distintos compromisos que se acumulan en estos días. Creo que un poco de turrón o de vino no van a influir demasiado en mis modestas pretensiones atléticas y si ya cuesta a veces ser el "rarito" que se cuida de no beber alcohol ni comer en exceso, llevar a cabo  abstenciones radicales no supondrían ninguna mejora.
Siempre lo he sabido, pero desde que Depa se hizo cargo de mis entrenamientos, me hizo ver que este deporte, como los demás, se practica para pasarlo bien y disfrutarlo. Cuando se correr por correr, por el puro placer de sentir  el viento en tu cara, escuchar el sonido de tus zapatillas sobre el suelo o admirar el arcoiris mientras llueve sobre tu cabeza, entonces no importan los tiempos, los puestos ni los objetivos, simplemente se disfruta de este maravilloso deporte.
Por eso, a todos los que os gusta que correr, o a los que os gusta realizar cualquier otra actividad, os aconsejo que disfrutéis al máximo de vuestras aficiones, pero sin descuidar a las personas que os rodean, vuestros amigos, familiares y seres queridos: Ellos son más importantes que cualquier marca y merecen que no seáis esclavos de vuestros entrenos. Quería recordarlo en estas fechas en las que os deseo todo lo mejor. A todos los que leéis mi blog, a mis amigos, a mi familia y a todos los runners en genberal: FELIZ NAVIDAD




1 comentario:

raki74ww dijo...

Totalmente de acuerdo contigo... a veces perdemos un poco el norte con aquello de entrenar y no parar... y la verdad, estos días son lo que son, hay que aprovecharlos, vivirlos, disfrutarlos y lo demás... ya llegará! que hay mucho año por delante!

La cuestión: hacerlo con mesura, corramos, pero también pasemos ratitos con "ell@s".

FELICES FIESTAS Y A POR ESOS RETOS NUEVOS DEL 2012!!!