Dice el refrán que "a rey muerto, rey puesto" y eso se puede aplicar perfectamente al maratón, pues mi carrera de Nueva York ha pasado definitivamente a la categoría de recuerdos y mis pensamientos se centran mayoritariamente en el reto que en poco más de tres meses me espera en las calles de Barcelona. Obviamente no me sobra el tiempo, por lo que mis entrenamientos empiezan a ponerse serios poco a poco. De hecho, acabé la semana pasada con más de 65 km recorridos y las previsiones indican un aumento en la semana en la que estoy inmerso. Una semana que culminaré con la disputa de la Carrera de Navidad de San Martín de la Vega, a la que voy a acudir sin preparación especial, sin ningún tipo de presión y sin descanso, pues Depa considera que como no es un objetivo hay que entrenar igual que si no tuviera carrera y no voy a descubrir ahora que Depa lleva siempre la razón, para eso me entrena.
Sin embargo voy a salir a por todas el domingo, supongo que notaré el cansancio en las piernas, pero también espero confirmar las buenas sensaciones que estoy teniendo en los entrenos de esta semana. No sé si se trata de la famosa "compensación" después del maratón, pero mis rodajes son buenos y en los cambios de ritmo que he realizado, andaba como una moto. Con todo, no creo que pueda acercarme a mi marca, pero bueno es intentarlo.
Las esperanzas por superar mi marca se centran en la San Silvestre Vallecana, a la que regreso después de dos años de ausencia. No es una carrera que me guste especialmente como prueba atlética, sino más bien como pasar un buen rato antes de finiquitar el año, pero es evidente que su recorrido puede ayudar a conseguir mi meta; no en vano, ya batí mi marca en una San Silvestre, aunque la preparé específicamente, cosa que no va a pasar en esta ocasión.
Las esperanzas por superar mi marca se centran en la San Silvestre Vallecana, a la que regreso después de dos años de ausencia. No es una carrera que me guste especialmente como prueba atlética, sino más bien como pasar un buen rato antes de finiquitar el año, pero es evidente que su recorrido puede ayudar a conseguir mi meta; no en vano, ya batí mi marca en una San Silvestre, aunque la preparé específicamente, cosa que no va a pasar en esta ocasión.
En cualquier caso, mi objetivo final es el maratón barcelonés, aunque antes correré una o dos medias; de momento estoy inscrito en Getafe, una carrera rápida y bonita que me trae buenos recuerdos y donde espero intentar abordar mi marca en la distancia con posibilidades. Hasta entonces debo seguir entrenando, aumentando la carga de kilómetros y mejorando en los entrenos de calidad para conseguir lograr o mejorar la forma que me permitió realizar esa gran carrera en la ciudad de los rascacielos. Pero eso es pasado, miremos al futuro.
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