Hacer un maratón con recorrido atractivo, con elevada participación y con un buen trato a los corredores no es una tarea fácil y en el caso que nos ocupa, se conjugan todos esos factores que voy a tratar de analizar de manera breve.
En primer lugar hay que analizar la página web, que en general está bien diseñada, es atractiva y tiene información relevante; sin embargo no me acaba de convencer que tengas que registrarte en una plataforma de inscripciones turca para conseguir hacerlo en el maratón, sobre todo porque la plataforma en cuestión no tiene muy desarrolladas las traducciones a otros idiomas en todas sus páginas. En todo caso, la inscripción fue sencilla y rápida.
La información que proporciona la página sobre la carrera es muy completa, con información detallada y unos mapas bastante buenos que te permiten hacerte una idea de lo que te vas a encontrar; también es remarcable la información que se envía por mail previa a la carrera, completa y útil.
Una vez en Estambul, tengo que empezar hablando de la feria del corredor, punto neurálgico de los días previos; esta ubicado lejos del centro, el acceso no es sencillo, pero se llega. Se celebra en unos pabellones de exposiciones grandes, sin problema de espacios y con muchas posibilidades, aunque pienso que está un poco desaprovechado porque podrían acoger a muchos más expositores, aunque imagino que los hábitos de consumo de los turcos difieren de los europeos, en general. Hay pocos expositores, ninguno de otras carreras, nada de merchandaising, algo que me resultó sorprendente pues siendo Decathlon es sponsor deportivo, hubiera sido un buen negocio vender camisetas a acompañantes o complementos para corredores, pues casi siempre nos solemos llevar algún souvenir de la carrera. Pues esta vez nada.
Sin embargo, la recogida del dorsal y la camiseta es ágil, los voluntarios son simpáticos y amables y hablan en inglés correctamente con los que somos de fuera, ninguna pega. También utilicé el mostrador de información para resolver una duda y me atendieron a la perfección. Por lo demás, hay muchos espacios habilitados para hacer fotos atractivas que seguro que son muy apreciadas por los instagramers y por los que seguimos usando cámaras convencionales. No es una mala feria, pero podría ser mucho mejor.
Vámonos al dia de la prueba, que comienza a las 9 de la mañana, una hora muy prudente que facilita el transporte hasta la salida, pues hay que llegar hasta un ferry andando o en tranvía y después del recorrido por el Bósforo caminar otros quince minutos hasta la salida; se tarda casi una hora en completar el trayecto hasta el puente, pero está bien organizado y se llega con facilidad. La zona de salida es grande, se puede calentar con facilidad y no hay colas para dejar la ropa en el camión/ropero, fundamental en una prueba lineal como esta. Hay baños, pero pienso que no suficientes, en mi opinión hacen falta más, aunque las colas no eran muy numerosas, así que quizás no vi todos los disponibles.
La salida es espectacular, cruzando el puente para luego adentrarse en El Barrio de Besiktas donde ya hay mucha gente animando, pero la organización también pone su grano de arena colocando numerosos grupos de animación en los primeros kilómetros, de manera que prácticamente la carrera es una fiesta hasta el kilómetro 10, cuando empieza el recorrido por la autopista. La prueba discurre al lado del mar por una carretera completamente cerrada al tráfico (tanto de ida como de vuelta) durante 16 Km hasta llegar. aun fondo de saco para volver por el carril contrario, insisto, con el tráfico cerrado en ambos sentidos. Hay poca gente y algunos puntos de animación colocados por la organización. No es un recorrido ideal pues es largo y aburrido, pero teniendo en cuenta las características de la ciudad, con infinidad de cuestas, se puede decir que es la mejor alternativa.
Los avituallamientos se ubican cada 5 Km y en ocasiones cada 2'5 km, supongo que éstos últimos debido al calor reinante; son largos, sin problemas para conseguir el agua en botella; también hay esponjas, comida y geles, pero no hay bebida isotónica.
Tras recorrer la autopista, se entra en la ciudad en los últimos kilómetros en un recorrido completamente vallado que impide cruces molestos de peatones. Se acaba en pleno Hipódromo de Constantinopla, al lado de la Mezquita Azul, una llegaba muy bonita y bien organizada pues luego se sigue recorriendo la calle, te ponen la medalla y te dan un bolsa con avituallamiento antes de llegar a la zona para recoger tu bolsa y salir del recinto de llegada para encontrar a tus familiares.
La organización del Maratón de Estambul es buena en términos generales, aunque creo que podría ser mucho mejor; el acceso a la salida, los puntos de animación, la gestión del ropero o el vallado final son muy buenos procedimientos, pero creo que hay cosas mejorables, como la feria, los baños o los avituallamientos donde se echa de menos la bebida isotónica. Sin duda son detalles fáciles de pulir en una prueba que tiene un nivel notable a efectos organizativos.
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