La ciudad portuaria de Rotterdam organiza el maratón más importante de Holanda, una prueba clásica que congrega tanto a grandes atletas de elite, como a numerosos corredores locales para los que su maratón es una fiesta, pasando por un buen número de atletas de otros países que buscan una buena marca en un circuito bastante rápido.
Esta coqueta ciudad cuenta con una importante universidad cuyos estudiantes aportan mucha vida al pequeño centro histórico plagado de tiendas, terrazas, bares que notan la afluencia masiva de visitantes en el fin de semana en el que se disputa la prueba. Todo esto, teniendo en cuenta que no es una prueba masiva, pues la participación se limita 15.000 corredores aunque hay que sumar otros tantos que disputan el 1/4 de maratón, pero lo que motiva la participación foránea es la ubicación de la ciudad en el centro de Europa, muy accesible para los viajeros y en unas fechas en las que la primavera ya se deja notar en el país de los tulipanes.
Este sano ambiente atlético impregna toda una ciudad cuyo centro neurálgico es la feria del corredor, ubicada en el centro de la ciudad y llena a rebosar no solo de participantes, sino también de sus acompañantes y de público en general, pues la feria es bastante animada y su ubicación es muy accesible ya que se ubica en un palacio de congresos en pleno centro y al lado de una boca de metro.
Hasta aquí todo era previsible, pero lo que me sorprendió gratamente fue el ambiente que se genera el día de la carrera, desde que llegué a la zona de salida, plagada de público y de curiosos observando las evoluciones de los atletas calentando; parte de la culpa del éxito de público en la salida lo tiene el horario de comienzo, las 10 de la mañana, que evita a la gente darse el madrugón y mejora la asistencia.
Pero el público no solo está en la salida, sino que la animación se desparrama por casi todo el recorrido de manera que los corredores están constantemente arropados por los ánimos del animoso público; es evidente que hay razones también para explicar esta masiva asistencia y es que el recorrido es muy fácil de seguir, pasa varias veces por el centro de la ciudad y además hay que añadir el buen funcionamiento del metro, que ayuda a que la gente se pueda mover con facilidad de un punto a otro.
No puedo acabar sin hablar de mi afición particular, capitaneados por Marisa y compuesta esta vez por Rafa, Carlos, Encho, Toli y la debutante Miryam, que estuvieron, como es habitual a una gran altura animándome en cuatro puntos de la carrera y a los que siento no haber podido dar una satisfacción ya que me consta que se preocuparon bastante por mi irregular rendimiento.
En resumen, una carrera muy aconsejable si te gustan las carreras con mucha animación y mucho público en las calles, algo que en realidad gusta a todos.
Esta coqueta ciudad cuenta con una importante universidad cuyos estudiantes aportan mucha vida al pequeño centro histórico plagado de tiendas, terrazas, bares que notan la afluencia masiva de visitantes en el fin de semana en el que se disputa la prueba. Todo esto, teniendo en cuenta que no es una prueba masiva, pues la participación se limita 15.000 corredores aunque hay que sumar otros tantos que disputan el 1/4 de maratón, pero lo que motiva la participación foránea es la ubicación de la ciudad en el centro de Europa, muy accesible para los viajeros y en unas fechas en las que la primavera ya se deja notar en el país de los tulipanes.
Este sano ambiente atlético impregna toda una ciudad cuyo centro neurálgico es la feria del corredor, ubicada en el centro de la ciudad y llena a rebosar no solo de participantes, sino también de sus acompañantes y de público en general, pues la feria es bastante animada y su ubicación es muy accesible ya que se ubica en un palacio de congresos en pleno centro y al lado de una boca de metro.
Hasta aquí todo era previsible, pero lo que me sorprendió gratamente fue el ambiente que se genera el día de la carrera, desde que llegué a la zona de salida, plagada de público y de curiosos observando las evoluciones de los atletas calentando; parte de la culpa del éxito de público en la salida lo tiene el horario de comienzo, las 10 de la mañana, que evita a la gente darse el madrugón y mejora la asistencia.
Pero el público no solo está en la salida, sino que la animación se desparrama por casi todo el recorrido de manera que los corredores están constantemente arropados por los ánimos del animoso público; es evidente que hay razones también para explicar esta masiva asistencia y es que el recorrido es muy fácil de seguir, pasa varias veces por el centro de la ciudad y además hay que añadir el buen funcionamiento del metro, que ayuda a que la gente se pueda mover con facilidad de un punto a otro.
No puedo acabar sin hablar de mi afición particular, capitaneados por Marisa y compuesta esta vez por Rafa, Carlos, Encho, Toli y la debutante Miryam, que estuvieron, como es habitual a una gran altura animándome en cuatro puntos de la carrera y a los que siento no haber podido dar una satisfacción ya que me consta que se preocuparon bastante por mi irregular rendimiento.
En resumen, una carrera muy aconsejable si te gustan las carreras con mucha animación y mucho público en las calles, algo que en realidad gusta a todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario