Podría decir que el próximo domingo voy a correr en casa, pero no sé si la expresión sería exacta. ¿Que es para mi correr en casa? ¿Correr en Villalbilla, donde vivo? ¿Correr en Alcalá de Henares, donde vivo casi de facto? ¿Correr en Valladolid, mi ciudad natal? ¿O incluso correr en Tenerife, donde pasé cinco maravillosos años? El domingo no corro en ninguno de estos lugares, corro en Alcazarén, un pequeño pueblo de Valladolid donde llegué a trabajar hace casi 30 años y que desde entonces no ha dejado de estar en mi vida. En Alcazarén tengo casa, amigos, caminos por donde correr y lo que es más importantes, es el lugar donde conocí a Marisa y donde cambió mi vida.
El caso es que este año, Alcazarén forma parte del circuito de las Cinco Leguas que organiza la Diputación de Valladolid y aunque todo el mundo sabe que no me gustan las carreras cortas, no tengo más remedio que ir, bueno, rectifico, me hace una ilusión enorme correr en mi pueblo.
Faltan cinco semanas para competir en Viena, pero Depa me ha preparado para intentar hacer un buen papel en las calles de este bonito pueblo donde, entre otros eventos, fue apresado Luis Candelas. Puede que sea una locura, pero Depa dice que tengo tiempo suficiente para preparar bien Viena después de correr la legua y yo también lo creo, porque lo importante es divertirse, correr donde te gusta y disfrutar, olvidando un poco el rendimiento, aunque os advierto que en Viena voy a salir a por el sub3h, como debe ser.
Pero antes de correr en los dominios de Sissi, correré una media en los dominios de Cervantes (en Alcalá) y la legua de Alcazarén, el domingo a las 11 de la mañana, en un día que se espera soleado y divertido, pues junto a mi correrán Duquito, Jaime y lo mejor es que Marisa debutará en una carrera popular en el lugar más adecuado. Parece que el día atlético promete, así que tendré que dar todo lo que tengo para no defraudar a mis seguidores de Alcazarén, donde tengo muchos y muy buenos.
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