Un maratón se compone de 42,195 km, como todo el mundo sabe, pero los que lo corremos, también sabemos que eso no es exactamente así, porque la carrera empieza cuando inicias tu preparación y finaliza días después de disfrutar y analizar lo sucedido. Durante todo ese tiempo, tu familia, tus amigos e incluso gente anónima te aconseja, te anima y te dicen frases que van a quedar en la memoria del corredor para siempre.
Hay frases anónimas, como las de aquellos que animan en las calles de manera entusiasta; me acuerdo del "aupa" que me decían en Donosti, el "Go Chuli" de Nueva York y Londres, el "Good Job" de Boston o el más castizo "Vamos" de Madrid o Sevilla. Pero de todas ellas, me quedo con los gritos de "Españoooool" que te dirigen tus paisanos en las carreras fuera de nuestro país.
Más o menos anónimas, son las palabras que te dirigen los voluntarios, siempre atentos a tu bienestar; de hecho, uno de mis recuerdos favoritos es el del voluntario parisino que nada más cruzar la meta se acercó a mi y viendo mi lamentable estado, me abrió una botella de agua y me dijo: "bebe Jesús", pues ese era el nombre impreso en mi dorsal. También recuerdo con cariño a los voluntarios japoneses y aunque no entendía lo que me decían, me dieron un recital de reverencias y no me dejaron agacharme a quitarme el chip.
Pero voy a centrarme en lo que me espera, Sevilla y en lo que esperan de mi las personas que durante meses me han animado para que llegara en las mejores condiciones a este reto. Un reto que se gestó en abril del año pasado, cuando mi amigo Edu "Rayman", después de quedarse a las puertas de ser sub3h en París, me propuso correr juntos en Sevilla este año para intentar conseguir nuestro objetivo juntos; y aunque al principio no tenía programado volver a Sevilla este año, aquí me tenéis, a pocas horas de iniciar mi decimosexto maratón.
Hoy es un buen día para recordar todos los comentarios de ánimo que me habéis escrito por Facebook, Twitter o en mi blog. Os aseguro que que valoro mucho el apoyo que me dais cuando publico un comentario o un post; en algunas ocasiones el mensaje es de apoyo, pero los hay más técnicos, como los buenos consejos que siempre me dan amigos corredores; Iñaki me recomienda calma, Pili que no me líe con los números, Alberto"Lobo" dice que lo tengo hecho, Juan Rubio suele darme tácticas para la carrera, sin olvidarme de Darío, que como yo, va a hacer un gran maratón a la ribera del Guadalquivir.
También están mis compañeros del club Running Bajo Control, que me preguntan en el trabajo por mis entrenos y que me han repetido muchas veces eso de: esta vez si", así que esperemos que esta vez lo consiga, porque supongo que a Elena o a Andrés les va a hacer casi más ilusión que a mi.
Tampoco quiero olvidar a mi "afición", tanto los que viajan conmigo a los maratones, como los que aún no lo han hecho, pero no por falta de ganas. Mayte y Araceli siempre atentas a mis evoluciones, las Montalvillas, mis aficionadas más Ruidosas, Joaquín, que está seguro de que esta vez caerá la marca seguro (ya me gustaría estar tan seguro como el) o Jorge, Ana, Jesús, Mayte o Susana, que aunque no estén en Sevilla este domingo, estarán atentos a todo lo que pase.
La parte de mi familia que no acude a Sevilla, estará animándome desde casa, muy atentos a la porra que siempre realizan para acertar con el tiempo que voy a hacer.
Una mención especial merecen mis amigos "Maratonianos por el Mundo" que me apoyan día a día por el grupo de Whatsup que tenemos, donde, además de despellejarnos, los más sabios suelen aconsejar a los más novatos en esto; yo diría que cuando Torroles o Juanjo te dicen eso de "buen entreno", debes estar seguro de lo bien que lo estás haciendo, pero no sería justo si no recordara al resto; Mario, Duquito, Beto, Alejandro, Moncho, David, Jaime, Pili, Javi, Guzmán, BTR... y no sigo para no aburrir al personal. Todos ellos, en algún momento, me han motivado a seguir luchando por mi sueño.
Y como es normal, tengo que recordar todas los consejos, ánimos y desvelos de Depa, el mejor entrenador del mundo, al que debo esta marca más que mi, porque a parte de sus conocimientos técnicos, me han enseñado que lo importante en este deporte es disfrutar y yo disfruto cada entrenamiento y cada carrera al máximo, aunque espero conseguir bajar de las 3 horas para disfrutarlo aún más.
Para terminar, voy a acordarme de la gente que estará en las calles de Sevilla, amigos sevillanos como Alfredo o Emiliano, que siempre me dice eso de: "tu puedes monstruo", amigos maratonianos que estarán animándome en el recorrido, como Moncho, Torroles o Jaime y por supuesto Rafa y Carlos, que acompañarán a Ángela y Marisa (que cumple 16 maratones siguiendome y eso si que es un récord) y de cuyas gargantas escucharé es "Vamos Chulipán" que tanto me gusta.
A todos ellos y a los que no aparecéis por motivos de espacio u olvido, os voy a quiero dedicar este nuevo intento de conseguir rebajar mi marca de maratón por debajo de las tres horas; porque, aunque Duquito cree que el sub 3h "está sobrevalorado", en mi opinión, siempre hay que luchar por tus sueños, lo contrario es de cobardes y yo voy a dejarme el alma por cruzar la línea de meta por debajo de esas malditas 3 horas. Estoy seguro que todos vuestras frases de ánimo me acompañarán durante el recorrido, aunque os debo confesar que la frase que más me gusta de todas es la que me grita mi hija Ángela cuando paso a su lado, ese ya mítico: "VAMOS PAPI". Pues eso, vamos a por ello.
Hay frases anónimas, como las de aquellos que animan en las calles de manera entusiasta; me acuerdo del "aupa" que me decían en Donosti, el "Go Chuli" de Nueva York y Londres, el "Good Job" de Boston o el más castizo "Vamos" de Madrid o Sevilla. Pero de todas ellas, me quedo con los gritos de "Españoooool" que te dirigen tus paisanos en las carreras fuera de nuestro país.
Más o menos anónimas, son las palabras que te dirigen los voluntarios, siempre atentos a tu bienestar; de hecho, uno de mis recuerdos favoritos es el del voluntario parisino que nada más cruzar la meta se acercó a mi y viendo mi lamentable estado, me abrió una botella de agua y me dijo: "bebe Jesús", pues ese era el nombre impreso en mi dorsal. También recuerdo con cariño a los voluntarios japoneses y aunque no entendía lo que me decían, me dieron un recital de reverencias y no me dejaron agacharme a quitarme el chip.
Pero voy a centrarme en lo que me espera, Sevilla y en lo que esperan de mi las personas que durante meses me han animado para que llegara en las mejores condiciones a este reto. Un reto que se gestó en abril del año pasado, cuando mi amigo Edu "Rayman", después de quedarse a las puertas de ser sub3h en París, me propuso correr juntos en Sevilla este año para intentar conseguir nuestro objetivo juntos; y aunque al principio no tenía programado volver a Sevilla este año, aquí me tenéis, a pocas horas de iniciar mi decimosexto maratón.
Hoy es un buen día para recordar todos los comentarios de ánimo que me habéis escrito por Facebook, Twitter o en mi blog. Os aseguro que que valoro mucho el apoyo que me dais cuando publico un comentario o un post; en algunas ocasiones el mensaje es de apoyo, pero los hay más técnicos, como los buenos consejos que siempre me dan amigos corredores; Iñaki me recomienda calma, Pili que no me líe con los números, Alberto"Lobo" dice que lo tengo hecho, Juan Rubio suele darme tácticas para la carrera, sin olvidarme de Darío, que como yo, va a hacer un gran maratón a la ribera del Guadalquivir.
También están mis compañeros del club Running Bajo Control, que me preguntan en el trabajo por mis entrenos y que me han repetido muchas veces eso de: esta vez si", así que esperemos que esta vez lo consiga, porque supongo que a Elena o a Andrés les va a hacer casi más ilusión que a mi.
Tampoco quiero olvidar a mi "afición", tanto los que viajan conmigo a los maratones, como los que aún no lo han hecho, pero no por falta de ganas. Mayte y Araceli siempre atentas a mis evoluciones, las Montalvillas, mis aficionadas más Ruidosas, Joaquín, que está seguro de que esta vez caerá la marca seguro (ya me gustaría estar tan seguro como el) o Jorge, Ana, Jesús, Mayte o Susana, que aunque no estén en Sevilla este domingo, estarán atentos a todo lo que pase.
La parte de mi familia que no acude a Sevilla, estará animándome desde casa, muy atentos a la porra que siempre realizan para acertar con el tiempo que voy a hacer.
Una mención especial merecen mis amigos "Maratonianos por el Mundo" que me apoyan día a día por el grupo de Whatsup que tenemos, donde, además de despellejarnos, los más sabios suelen aconsejar a los más novatos en esto; yo diría que cuando Torroles o Juanjo te dicen eso de "buen entreno", debes estar seguro de lo bien que lo estás haciendo, pero no sería justo si no recordara al resto; Mario, Duquito, Beto, Alejandro, Moncho, David, Jaime, Pili, Javi, Guzmán, BTR... y no sigo para no aburrir al personal. Todos ellos, en algún momento, me han motivado a seguir luchando por mi sueño.
Y como es normal, tengo que recordar todas los consejos, ánimos y desvelos de Depa, el mejor entrenador del mundo, al que debo esta marca más que mi, porque a parte de sus conocimientos técnicos, me han enseñado que lo importante en este deporte es disfrutar y yo disfruto cada entrenamiento y cada carrera al máximo, aunque espero conseguir bajar de las 3 horas para disfrutarlo aún más.
Para terminar, voy a acordarme de la gente que estará en las calles de Sevilla, amigos sevillanos como Alfredo o Emiliano, que siempre me dice eso de: "tu puedes monstruo", amigos maratonianos que estarán animándome en el recorrido, como Moncho, Torroles o Jaime y por supuesto Rafa y Carlos, que acompañarán a Ángela y Marisa (que cumple 16 maratones siguiendome y eso si que es un récord) y de cuyas gargantas escucharé es "Vamos Chulipán" que tanto me gusta.
A todos ellos y a los que no aparecéis por motivos de espacio u olvido, os voy a quiero dedicar este nuevo intento de conseguir rebajar mi marca de maratón por debajo de las tres horas; porque, aunque Duquito cree que el sub 3h "está sobrevalorado", en mi opinión, siempre hay que luchar por tus sueños, lo contrario es de cobardes y yo voy a dejarme el alma por cruzar la línea de meta por debajo de esas malditas 3 horas. Estoy seguro que todos vuestras frases de ánimo me acompañarán durante el recorrido, aunque os debo confesar que la frase que más me gusta de todas es la que me grita mi hija Ángela cuando paso a su lado, ese ya mítico: "VAMOS PAPI". Pues eso, vamos a por ello.
1 comentario:
Eh, Chuli, esperaba compartir km contigo por las calles de Sevilla pero no te vi. Espero leer pronto tu crónica. Aquí estamos, para los mejores momentos y también para los otros. Un abrazo, campeón.
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