Alcorcón es un lugar que me trae buenos recuerdos, pues allí debuté en la media maratón y con buenos resultados; por eso, cuando busqué un diezmil para competir el domingo 15 de diciembre, me decanté por la ciudad del sur de Madrid, donde se celebra una San Silvestre bastante temprana, pero con un buen ambiente navideño.
La San Silvestre de Alcorcón es una carrera modesta, de esas en las que gusta correr, porque la participación no es agobiante, puedes recoger el dorsal el mismo día de la carrera y recibes un trato amable al final, muy de andar por casa. El circuito es mejorable, ya que transcurre en todo momento por zonas deshabitadas, expuestas al viento, sin presencia alguna de espectadores y para remate, es una sucesión de falsos llanos que pican hacia arriba o hacia abajo, según toque; en definitiva, un recorrido muy poco amable y además, de doble vuelta.
Pero pasemos a la carrera, a la que acudí con Andrés, buen amigo y corredor de Runnig Bajo Control, como yo; nos colocamos un tanto atrás en la salida y aunque no había demasiados participantes, tuvimos que adelantar a bastantes en los primeros metros, que consistían en una subida no muy acusada, pero constante de unos 700 metros, ya en la cima, Andrés se fue por delante y yo puse un ritmo exigente sin dificultad. No llegaba tan mentalizado, ni tan descansado como en el Akiles y eso se notaba en los tiempos de paso por lo hitos kilométricos, en torno a los 4'06'', claro que también contribuía el viento, los falsos llanos y los excesivos virajes y subidas de bordillo que había que realizar. Aún así, el primer paso por meta (los 5000), lo hice en 20'29'' y pensé que era posible bajar de 41'. Y aunque no lo fue, me quedé muy cerca, porque mi ritmo no se resintió, no acusé cansancio y fui remontando puestos durante toda la segunda mitad de la prueba, tantos que incluso pude llevar a André a la vista en los últimos tres kilómetros, aunque fui incapaz de cazarlo.
Al final, 41'08'', un crono aceptable en una carrera difícil en la que he conseguido cumplir mi objetivo prioritario, un entrenamiento de mucha calidad en el que he podido correr a ritmos fuertes y regulares, pero sin la sensación de impotencia que he soportado otros años.
A falta de dos semanas para la San Silvestre, creo que estoy en la forma adecuada para ser capaz de batir mi marca en incluso de manera clara, aunque hay que seguir manteniendo la misma intensidad en los entrenamientos y salir con fe y a por todas para conseguir una marca acorde a mi gran estado de forma.
1 comentario:
Amos Chuli, seguro que en Nochevieja celebras con champán otra mmp. Abrazo!
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