No estamos aún en Semana Santa, a pesar del título del post, pues aún restan dos semanas para que comiencen las procesiones en casi toda la geografía española. Pero esta semana, la semana del maratón, es, sin duda, la de más nervios antes de culminar los duros meses de entrenamiento con la carrera anhelada.
Hay muchas cosas que preparar antes de un maratón, pues me gusta llegar a mi destino y preocuparme sólo de la carrera. Comienzo por el atuendo. Volveré a correr con camiseta y pantalón exclusivamente, a pesar de la amenaza de lluvia. Esta vez iré de blanco con pantalón negro; la camiseta ya tiene serigrafiado mi nombre y el pantalón ha sido adaptado por Marisa para poder llevar los geles que consumiré durante la competición. Los geles ya están seleccionados, dos con cafeína y uno normal, pero hay que añadir alguna barrita energética, algunos sobres de oxibloc y algún recuperador post carrera. Tampoco hay que olvidarse de la necesaria vaselina y unos parches para proteger los pezones, algo que va a ser especialmente necesario en Barcelona donde la humedad suele ser elevada.
Otro factor a tener en cuenta es la animación. Marisa y yo ya estamos estudiando el recorrido, con la inestimables consejos de un compañero forero. Supongo que volverá a animarme en tres o cuatro puntos para elevarme la moral y sacarme unas fotos; aunque el fotógrafo oficial volverá a ser Alonso, que siempre hace una buena labor.
También tengo reservadas la comida y cena del sábado, pero tengo que preparar el desayuno del domingo cuando llegue a Barcelona. Esta es la comida más importante, pues hay que hacer una carga adecuada de hidratos, pero también de fibra para poder "pasar" por el baño antes de iniciar la carrera.
Ropa, intendencia, recorrido... pero aún faltan cosas y muy importantes. Hay que tener a mano los billetes de AVE, la reserva del hotel y sobre todo, el justificante de la inscripción y el número de dorsal, que la organización ha enviado por mail y que es indispensable para recoger chip y dorsal el próximo sábado en la feria del corredor. Por cierto, mi dorsal es el 454 y saldré en el cajón amarillo, es decir, junto a los runners cuyo objetivo son las 3 horas.
Pero falta lo peor y es preparar un factor que no es tangible, es decir, la estrategia. Hablé ayer con Depa y me animó a empezar a 4'20'' a fin de pasar la media en 1h31', como lo hice en Nueva York. Me aconsejó ser un poco "perro" y pegarme a grupillos que busquen las 3 horas peladas a fin de no desgastarme. No pide nada el tío, pero espero que el domingo las sensaciones sigan siendo buenas y pueda seguir sus consejos. Sin embargo, todas esas dudas van a seguir rondando por mi cabeza todos estos días; no sé si estaré bien, no sé si hará viento, si lloverá, si pasaré la media sobrado o cansado, si me vendré abajo en el kilómetro 30 o si llegaré fresco al km 40...
Todo esto hace tan grande a una carrera que es especial. Por eso y a pesar de llevar once maratones en mis piernas, sigo sintiendo el mismo cosquilleo en la barriga que el resto de las veces, sigo dándole vueltas a todo la semana previa y sigo soñando cada noche con mi actuación. Nervios, muchos nervios, pero ya queda menos hasta que el juez encargado apriete el gatillo que indica el comienzo del maratón de Barcelona 2012. entonces y sólo entonces, me sentiré relajado y feliz y volveré a decirme: vamos, a correr y a disfrutar la carrera.
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