Ayer fue miércoles de ceniza. Muchos sabéis que el miércoles de ceniza es el comienzo de la Cuaresma y aunque el nombre os suene a jugador de fútbol portugués o a un lateral del Valladolid, que consiguió marcar un gol en el Bernabeu, supongo que por todos es conocido que la Cuaresma son los 40 días que preceden a la Semana Santa, aquellos, en lo que Jesús se retiró al desierto a orar.
No pretendo dar una lección bíblica, solo que la Cuaresma finaliza el Domingo de Ramos, ese día en el que la procesión de la borriquilla se repite a lo largo y ancho de España. Pero este año no voy a ir a ver la borriquilla, porque el Domingo de Ramos estaré en Londres, para correr el maratón más multitudinario de Europa y según muchos, el mejor organizado del planeta.
El 17 de abril cumpliré otro de mis sueños atléticos, corriendo a la ribera del Támesis, pasando por el puente de la torre, el Big Ben... Londres organiza un gran maratón, de recorrido favorable, entretenido y con un final espectacular al lado de Buckingham Palace. ¿Se puede pedir más?
Yo si, porque no voy a ir de turismo a Londres y para ello estoy entrenando con más intensidad de lo que había hecho hasta ahora, estoy cuidando cada detalle y esforzándome cada entrenamiento para superar, de una vez, la barrera de las 3h 10'. Los asiduos del blog recordareis que mi objetivo es conseguir hacerlo en 3h 05' y a para eso estoy entrenando, pero en realidad todo lo que se mejorar mi marca será bienvenido.
A falta de 40 días mis sensaciones no son optimistas, no me veo fino, quizás la razón sea el mayor volumen de kilómetros que estoy haciendo; pero las series de 2.000 que realicé ayer entre 8'01'' y 7'48'' demuestran que voy progresando y que si todo va bien cuando termine la Cuaresma estaré en un nivel óptimo para afrontar el reto que me he propuesto. Antes de eso, correré mi segunda media, esta vez en casa, en Alcalá, donde espero obtener un buen resultado que me de moral para afrontar una recta final que a buen seguro va a ser dura. Ya queda menos, sólo 40 días, para sufrir, para mejorar y para lograr el objetivo propuesto. Se dice en Valladolid, que el Domingo de Ramos o estrenas o te quedas sin manos; espero que esta vez pueda estrenar una nueva mejor marca personal.
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