Gijón es otro de mis destinos a los que acudo por trabajo desde hace ya cuatro años. Aparte de otros encantos que no vienen al caso, Gijón es una ciudad donde correr se convierte en una experiencia muy agradable. Mi hotel está situado en el centro, junto a la Calle Corrida, una calle peatonal por la que comienzo el entrenamiento sin el molesto tráfico. Al terminar la calle llego al puerto y girando a la derecha atravieso la Plaza Mayor y llego al comienzo de la preciosa playa de San Lorenzo, que recorro por su paseo escuchando el mar Cantábrico con toda su fuerza. Al final de la playa se llega a un parque ubicado junto al estadio de El Molinón; un parque con caminos de tierra que los runners del lugar han bautizado como "El kilómetro", ya que una vuelta al mismo mide exactamente 1.000 metros. Es un buen circuito para hacer series, pero si se trata de rodar, el camino continúa junto a un canal hasta que llega al comienzo del "Camino de la Guía", que sigue durante un rato el canal para luego adentrarse en un bonito parque.
El regreso discurre por el mismo recorrido para completar una ruta de unos 12 km, llana, fácil y divertida, en una ciudad en la que disfrutar del mar también se puede hacer por tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario