Como os he comentado en el anterior post, he pasado una semana de vacaciones en la localidad asturiana de Ribadesella, un bonito pueblo en la desembocadura del río Sella, que cuenta con una preciosa playa, la de Santa Marina, por cuyo paseo he realizado todos mis entrenamientos de la semana. El clima de Asturias no es precisamente el más adecuado para pasar unas vacaciones playeras, pero es óptimo para entrenar, porque a primera hora de la mañana la temperatura es bastante fresca, lo que permite ejercitarse sin agobios de temperatura; además, uno de los entrenos lo realicé bajo el "orbayu", es lluvia casi imperceptible, muy agradable, pero que acaba empapándote hasta los huesos; una gran experiencia, sin duda.
En cuanto a los recorridos, la localidad no es muy grande, pero la playa tiene 1.200 metros, que se amplían a unos 1.800 si se llega hasta una escollera; además, los alrededores son llanos y es posible ampliar el recorrido cruzando el puente (no es un cruce cómodo) y girar o bien a la derecha siguiendo un camino paralelo a la vía del FEVE, o bien a la izquierda tomando el paseo que lleva a la ermita de Guía; en cualquiera de los dos casos, se puede llegar a unos 2 Km más, que sumados a la vuelta, permiten ganar kilómetros con facilidad. De hecho, hice una tirada de 26 Km y no me resulto nada monótonaEn fin, Ribadesella es un buen ligar para correr, no sólo por la belleza de sus calles y paseos marítimos, sino también por su privilegiado clima, que permite al runner ejercitarse en cualquier época del año y en algunos casos disfrutar de una experiencia inolvidable: correr bajo el orbayu
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