El pasado domingo paré el crono en 40'44'' en la tercera edición de la Carrera Liberty. Es mi segunda mejor marca en un diezmil que no es propicio para hacer buenos tiempos, pero, en cualquier caso, estos datos no mitigan mi decepción, pues, una vez más he vuelto a fallar y no he conseguido superar la barrera de los 40 minutos que ya empieza a ser una obsesión.
La carrera Liberty es una carrera bastante nueva, pero ya importante en el atletismo madrileño, pues su esmerada organización y su céntrico circuito la hacen muy atractiva para los populares de la capital. Aunque me resulta molesto recoger el dorsal los días previos a la carrera, tengo que reconocer que eso ayuda bastante para llegar a la salida con tiempo, relajado y sin preocupaciones de última hora. Llegué a la céntrica calle Goya con gran margen de tiempo, pues el intento de batir mi marca merecía ese pequeño esfuerzo, que me permitió calentar adecuadamente y concentrar mi mente en un recorrido complicado, pero que esperaba derrotar. No pensé ni en un momento en mi inoportuna gripe de la semana, ni en los discretos miles de los últimos entrenos, ni siquiera en la posibilidad de cambiar la táctica; quería salir a muerte, porque sabía que era mi única oportunidad. Así que me coloqué bien en la zona de salida, donde coincidí con mi compañero de foro, Aegis, con el que charlé un rato y se ofreció a hacerme de liebre, pues iba a intentar hacer una marca similar a la mía.
Al fin sonó el pistoletazo inicial y salí siguiendo el guión que me había marcado, es decir, a por todas; no resultaba complicado, pues el primer kilómetro es muy favorable y el tiempo de paso, 3'30'', colmaba mi expectativas. Se sigue bajando un poco hasta llegar Castellana, donde comienza un largo falso llano, que se inicia con un tramo complicado hasta la Plaza de Colón; aún así, el tiempo en el kilómetro 2 no superaba los 7'30'' y eso me animaba a seguir corriendo a un ritmo alto. La Castellana se hace larga, pues pica constantemente hacia arriba, sin descansos, pero con tramos en el que aún se complicaba más. Aegis se fue poco a poco, intenté mantener el ritmo y conseguí pasar el km 5 en 19'26'', acorde a lo previsto; sólo faltaba subir Concha Espina y se iniciaría la parte más favorable, pero las cosas se empezaban a torcer.
La cuesta de Concha Espina fue una agonía y ahí iba a perder todo el margen acumulado, de manera que en el kilómetro 6, mi tiempo ya estaba por encima de los 4' por kilómetro; quizás podría haber hecho algo más en los últimos kilómetros, pero en el kilómetro 7 mi cronómetro ya me señalaba que era una utopía el conseguir mi marca y aunque seguí intentándolo, la pasada que me infringió el globo de los 40', acabó por darme la puntilla y comprendí que había vuelto a fallar. Quedaban tres kilómetros que corrí con dignidad, pero sin convicción, para para el reloj en unos correctos 40'44', pero absolutamente decepcionantes.
Estoy abatido por el resultado, pero no hundido. He comenzado de nuevo a entrenar y vuelvo a hacerlo con ilusión, con ganas y con el mismo objetivo, bajar de 40 minutos. Inicialmente puede que lo intente en la norte contra Sur dentro de dos semanas, pero si esa fecha no sale, será la carrera Proniño 2012 la que dicte definitiva sentencia. Y esta vez, lo voy a conseguir.
Estoy abatido por el resultado, pero no hundido. He comenzado de nuevo a entrenar y vuelvo a hacerlo con ilusión, con ganas y con el mismo objetivo, bajar de 40 minutos. Inicialmente puede que lo intente en la norte contra Sur dentro de dos semanas, pero si esa fecha no sale, será la carrera Proniño 2012 la que dicte definitiva sentencia. Y esta vez, lo voy a conseguir.
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