domingo, 4 de octubre de 2009

36th Berlin Marathon (2)- La organización


Tenía muchas esperanzas puestas en la organización de este maratón, me habían hablado muy bien otros atletas y el hecho de que Gebreselasi volviera a intentar por tercera vez batir el record del mundo, engrandecía aún más el mito. Además, Berlín es una bonita ciudad, llena de grandes avenidas, accesible, práctica, con buenos transportes, lo que unido a la supuesta eficacia alemana, forma un conjunto realmente atractivo. Y la verdad, la organización de este evento no es deficiente, ni mucho menos, pero yo me esperaba más, quizás porque tras vivir la grata experiencia de Boston, uno creía que todos los "majors" funcionaban igual, pero no es así. En todo caso, es mejor que enumere los aspectos positivos y negativos para que me comprendáis.
En primer lugar hay que hablar de la feria del corredor; el entorno era impresionante, el aeropuerto de Tempelhof, ahora ya no operativo, pero las terminales están bien conservadas y obviamente son lo suficientemente grandes como para dar cobijo a los miles de runners que visitaban el evento. Pero a pesar de la amplitud del lugar, había cierta sensación de desorganización, los stands estaban muy juntos y los pasillos eran poco amplios. En el lado positivo, la recogida del dorsal y la comprobación del chip se hacía de manera muy rápida, aunque la señalización era deficiente. Al igual que en Boston, te dan una bolsa con tu dorsal en la que puedes guardar la ropa el día de la carrera, aunque de menor calidad y tamaño que la de los americanos. Tras realizar los trámites oportunos y alguna compra en la tienda oficial, salimos por la plataforma donde aparte de un pequeño circuito de patines en línea, había una notable cantidad de puestos de salchichas y cervezas, no muy apropiadas para atletas, pero animaban la fiesta.
Ya el día de la carrera, empezaré diciendo que se accede facilmente por metro hasta Tiertgarten y una vez allí se entra en una zona vallada restringida a corredores, amplia, cómoda, con césped donde poder esturar y calentar. Eso si, nadie te da nada, ni siquiera agua que tuve que pedir a otro runner. Sufrí un pequeño atasco para llegar a la zona de salida y una vez allí, comprobé amargamente que no se podía acceder ya dentro de la zona vallada de salida porque estaba llena. Obviamente la avenida de la que se sale no es suficientemente ancha para tanto corredor, lo que unido a que los alemanes también se cuelan en los cajones del principio, provocan que algunos, como yo, se queden esperando en la puerta de la valla hasta que avanza la masa humana.
Una vez que se cruza la línea de salida, empieza a haber más espacio, aunque no tanto como en Boston y sobre todo, no tanto como en París. Sin embargo las avenidas son amplias y poco a poco se crea más hueco, salvo el paso por el Bundegstad en el Km 7, en el que las calles se estrechan y la marcha se hace más lenta. Pero mi principal queja viene provocado por el avituallamiento de agua; las mesas son grandes, pero por lo general se sitúan sólo a la derecha y para rematar ponen vasos y no botellas, lo que provoca agua que se cae, gente que se para, atascos... un desastre. Realmente se pierde mucho tiempo en beber agua, porque además apenas hay voluntarios y si te la temperatura es alta, como pasó en esta carrera, los problemas se agravan porque los avituallamientos son más frecuentes.
El recorrido es cómodo, totalmente plano y muy organizado, con muchas vallas que impiden que la gente cruce por delante de los runners. La llegada es espectacular, los últimos kilómetros por Unter den Linden, el paso por debajo de la Puerta de Brandemburgo y la llegada a meta donde rápidamente te asisten si es necesario y puedes reponerte con agua, bebida isotónica y algo de fruta. Los trámites post carrera son muy rápidos, tanto la entrega de medallas , la entrega del chip como la recogida de la bolsa de la ropa. El parque es muy amplio, apenas hay aglomeraciones y tras hacerte la foto de "finisher"en unos stands, puedes llegar tranquilamente a la bien señalizada zona de encuentro.
En definitiva, Berlín es un maratón muy bien organizado, con fallos, pero creo que globalmente la nota es alta, aunque, de todos los que he corrido, no lo situaría por delante de París ni de Boston. No obstante recomiendo la experiencia de recorrer la mítica distancia en un entrono tan bonito.



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