miércoles, 15 de abril de 2009

Las agujas de Arancha


Ayer rendí la obligada visita al fisio de antes de la competición. A las 8:30 me esperaba, como siempre, Arancha dispuesta a recuperar algo mis curradas piernas de cara a la cita de Boston y ya de paso comentar mis sensaciones. Antes de empezar me preguntó por algún dolor en particular y le conté que tenía cargado el sóleo de la pierna izquierda. Tras comprobar mi estado general y hacerme un masaje en el resto de los músculos de la pierna se centró en gemelos y sóleos y me preguntó si tenía miedo a las agujas, a lo que respondí que no. Respuesta correcta, debió pensar, porque rápidamente me propuso introducirme unas agujas en el músculo, técnica que, según ella, me iba a curar mis males. Ya no podía decir que no y encomendándome a sus manos le dejé que me introdujera tres agujas en cada gemelo que me provocaron una sensación extraña, pero no dolorosa. Tras unos cinco minutos, Arancha retiró las agujas y me previno que tendría molestias durante el día pero que no me preocupara. No pasé una buena tarde ayer, es cierto, pero confiaba en que hoy pudiera rodar según lo previsto. Hoy he vuelto a correr y tras acabar y estirar he comprobado que mis gemelos están mucho mejor y yo listo para afrontar las 26,2 millas del lunes.
No puedo ocultar que ayer dudé de la eficacia del método, como he dudado otras veces de las sesiones de entrenamiento que me ha programado mi entrenador; sin embargo hoy siento que estoy a punto y en gran parte se lo debo a la ayuda de estos dos buenos profesionales. Ahora voy a seguir con los preparativos de mi viaje, debo estar tranquilo, todo está controlado.

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