lunes, 8 de noviembre de 2021

Un maratón con aroma

Dice mi amigo Darío que la elección de mis maratones es muy random; sin entrar a valorar este anglicismo, tengo que decir que mi "colección" de maratones no responde a un patrón establecido y es cierto que mis elecciones se pueden considerar un tanto anárquicas, pero para cada prueba, han de ser considerados diversos factores, tales como vacaciones, opinión de mis acompañantes, país de destino o simplemente la facilidad para acceder a esa ciudad. En el caso de Cognac, la elección se ha fundamentado en varias razones: en primer lugar, es un lugar al que se puede llegar en coche y así evitar problemas de anulaciones; además, es un maratón modesto, con una participación alrededor de los 30 corredores y por eso, más seguro que un maratón masivo; por último, la pandemia está relativamente controlada en Francia y así todo será más sencillo.
El maratón de Cognac no se disputa en la ciudad que lleva ese nombre, es más, ni siquiera pasa por dicha ciudad, ya que estamos hablando del maratón de la región de Cognac se desarrolla entre varias localidades de la zona, con inicio y fin en la ciudad de Jarnac. Es fácil imaginar, que la prueba se disputa por la carretera que une las diferentes localidades, por lo cual, atisbo que el recorrido no va ser muy divertido, aunque espero disfrutar de los paisajes de viñedos franceses, eso si, durante muchos kilómetros. El recorrido es bastante plano y si el viento no molesta, preveo unas condiciones bastante favorables, pues la temperatura pronosticada  también es de mi agrado.Tras la vuelta a la competición en Laredo y con buenas sensaciones, afronto este maratón con ilusión, sin presión en cuanto a ritmo, pero con la preocupación de una posible recaída; no obstante, los entrenamientos realizados en la última semana han sido positivos y parece que las molestias en el tendón están casi erradicadas, aunque no hay que lanzar las campanas al vuelo, por si acaso. Saldré a rodar y a disfrutar de la experiencia maratoniano después de 22 meses, pues Murcia fue el último reto de 42 K que completé antes de la pandemia. Espero que esta prueba sea un punto de inflexión para volver a retomar mi patrón de competición que se vio interrumpido por causas que todos conocemos.Y para que el punto de inflexión funcione, viajo con mis habituales animadores, una expedición de diez personas que tiene previsto visitar la zona de Burdeos para conocer su cultura vinícola, antes de desplazarse a la región del afamado licor. Entre los expedicionarios, se encuentra Pili Isidro, que desgastará zapatillas conmigo en esta peculiar prueba que se celebrará el próximo sábado. El objetivo es claro, completar el maratón disfrutar después de tanto tiempo en el dique seco. Seguro que lo conseguimos.


No hay comentarios: