De entrada, el ambiente en la salida era muy navideño, con villancicos sonando por la megafonía, que como es normal estaba pasada de decibelios. La recogida del chip y el dorsal es bastante rápida debido al gran número de voluntarios. Pero lo peor no tenía nada que ver con la organización y era que el intenso frío había provocado la creación de placas de hielo en el recorrido, circunstancia advertida de manera profusa por megafonía, algo que se agradece.
Pistoletazo de salida y comienzo fulgurante. Viry decide no seguirme y yo tiro "para alante" con fuerza, pasando por el primer kilómetro en 4'02''. a partir de ahí la cosa se complica, porque el terreno se empieza a empinar levemente hasta llegar al km 2 en el que se comienza a subir el cerro Garabitas. La subida dura unos 600 metros con un porcentaje bastante exigente, pero lo peor viene un poco más tarde, cuando tras una ligera bajada se afronta un segundo repecho, corto pero duro que provocaron que mis cuadriceps se quejaran bastante. A partir de ahí, se comienza un prolongado descenso que resultaba muy peligroso debido al hielo acumulado en las partes más umbrías. Afortunadamente no hubo accidentes y pude llegar la llano sin ningún percance. Fue entonces cuando pude poner un ritmo constante y enfilar los cinco últimos kilómetros a una media bastante exigente.
Se pasa al lado de meta cuando aún faltan dos kilómetros y por entonces ya había acelerado para afrontar el último kilómetro por debajo de los 4 minutos, pasando atletas y llegando a meta en unos respetables 41'58'', un buen registro para una carrera tan dura por la orografía y la climatología.
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