Supongo que los más avezados habéis descubierto a que fragmento de canción corresponde el título de este post, que me viene al pelo para contar lo que van a ser mis objetivos atléticos en los próximos meses; efectivamente, Harry Nilsson compuso ese Eveybody's Talkin' que se hizo famoso por ser el tema central de la película "Cowboy de Medianoche". Pero mi intención no es hablar de música, ni de cine, sino de lo que Depa y yo hemos decidido programar para la temporada de primavera.
Después de empezar el año corriendo el atípico maratón de Hong Kong, era necesario poner un punto y aparte a los 42,195 km y centrarme en distancias más cortas, en busca de viejos, que no olvidados, objetivos. Quizás porque soy más maratoniano que atleta, mis registros en las distancias cortas son bastante discretos en relación a mi actual marca en la distancia de Filípedes, pues el 39'37'' de los 10k y el 1h 28'35'' de la media, suelen corresponderse con marcas alrededor de las 3h15' y no a mis 3h01'. Si bien, nunca he preparado a conciencia esas distancias, es evidente que mi rendimiento se resiente bastante cuando hay que correr más rápido y he decidido volver a intentarlo una vez más, por lo que ya llevo unas semanas machacándome, haciendo gimnasio para ganar fuerza y dando importancia a las series en pista, pues necesito correr más rápido.
Pero volvamos al título y su significado; todos sabéis que no me gusta el calor y que siempre protesto cuando tengo que soportar temperaturas altas en mis carreras. Por eso, he decidido viajar al norte para intentar conseguir mis objetivos. Aunque empezaré a competir el próximo domingo en el Run10k de Parla, será simplemente un test que me prepare para llegar en buenas condiciones a los 10k de Laredo, que se disputan el próximo 19 de marzo. Hay muchos que consideran a Laredo como uno de los 10.000 más rápidos de España porque son absolutamente planos y a nivel del mar; será mi segunda participación en esta prueba, donde hice 40'10'' en 2013 en un día muy ventoso, que me privó de un mejor registro. Creo que las condiciones de Laredo se adaptan perfectamente a mis condiciones, pues su recorrido llano me puede permitir mantener un ritmo constante y evitar mis típicos bajones en los repechos.
Aproximadamente un mes después de Laredo, intentaré mejorar mi marca en la media de San Sebastián, otra vez en el norte, donde espero disfrutar de una temperatura fresca, a pesar de disputarse en mayo. No conozco esta carrera, pero dicen que es muy rápida y teniendo en cuenta el recorrido sobre el mapa, parece que lo es. Mi impresión es que esta marca es más asequible que la de los 10.000, en los que siempre sufro demasiado; mi objetivo en la Bella Easo será bajar de 1h28', algo que considero a mi alcance, pues cuando logré mi registro actual, salí a preparar el maratón de Sevilla y acabé encontrándome con mi mejor marca en la distancia.
Afortunadamente, el invierno ha llegado en estas fechas y eso me va a permitir (a pesar del viento) preparar a conciencia estas dos importantes citas; el próximo domingo en Parla, empezaré a calibrar mis posibilidades, aunque no creo que pueda sacar demasiadas conclusiones. Hay tiempo suficiente para llegar en forma a Laredo y a San Sebastián y unas semanas después, competiré en el maratón de Estocolmo, pero sin ninguna presión porque voy, simplemente, a pasarlo bien. El maratón pasa a un segundo plano hasta octubre, pero, sin duda, si consigo mejorar mis marcas en esta primera mitad del año, mi estado de ánimo va a ganar enteros para afrontar el gran reto que me espera en Frankfurt.
No hay comentarios:
Publicar un comentario