Es evidente que conseguir mejorar una marca personal es motivo de satisfacción y más aún cuando mi mejor registro en media maratón databa de 2010; sin embargo, hoy no sólo me congratulo por haber "robado" 20 segundos al crono, sino porque lo he hecho sin buscarlo, casi "sin querer", pues como os contaba hace unos días, mi entrenamiento está enfocado a conseguir un estado de forma ideal el 24 de febrero, cuando corra el maratón de Sevilla, por lo que Depa me había programado una semana de entrenamiento dura, sin descanso previa a la competición y con dos sesiones de series, una de ellas, dos días antes de la carrera, el viernes, día en que hice dos buenas series de 4.000. Por eso, creo que este tiempo es realmente valioso y aunque no soy proclive a las elucubraciones atléticas, creo que he demostrado que mi tiempo en la media vale mucho menos que esos 88 minutos que adornan mis logros a partir de hoy.
Llegué temprano a Getafe y tras aparcar me dirigí a la zona de recogida de dorsales, muy ordenada y eficiente, como es habitual en esta prueba; posteriormente, estuve charlando un rato con mis amigos del foro con los que había quedado antes; Poli, Landes, Javigan, Alespinar, Beto, Mario, Toppez, Dgranda, Aegis, Vredaman y el "ausente" BTR, no sólo son buenos atletas, sino muy buenas personas, que me ayudan a motivarme día a día para entrenar más duro. Pero voy a dejarme de referencias sentimentales para ir al grano, pues tras la breve charla, me dirigí al coche, coloqué minuciosamente el dorsal en la camiseta, me ajusté el chip y a calentar.
No estaba nerviosos, al fin y al cabo Depa me había pedido que fuera a ritmo de maratón, es decir, a 4'16'' el kilómetro y pensaba que me iba a resultar relativamente sencillo, a pesar del cansancio acumulado durante la semana. Por eso mismo, me coloqué un poco retrasado en la salida, por eso y porque la organización había colocado unos carteles en los que distribuía a los atletas de acuerdo a la marca que querían realizar, obviamente, esperando que el sentido común y la buena fe de los competidores. Pues bien, tanto la organización como yo pecamos de ingenuos y cada uno se colocó donde quiso, de manera que cuando empezó la prueba me tocó esquivar atletas lentos durante los dos primeros kilómetros.
Iba cómodo en los primeros compases de la prueba, a unos 4'15'' el kilómetro, sin esforzarme, pero con las piernas un tanto rígidas debido al cansancio; iban pasando los kilómetros y el reloj me indicaba que iba cumpliendo el objetivo, aunque dentro de mi, algo me decía que sería más divertido correr más. Las piernas fueron poniéndose a tono y aunque el paso por el kilómetro 5 fue de 21'30'', cuando llegué al km 7, el crono marcaba 29'42'', es decir, por debajo de la hora y media y eso sin forzar nada. Como las piernas ya estaban mejor, decidí acelerar el paso, de manera que hice mi primer diez mil en 42'15'', pero notaba que tenía cuerda para más y empecé a forzar la marcha.
Empezaba la segunda vuelta del circuito y el tercer cinco mil, más duro que el último debido al viento ya que pica más hacia arriba, pero eso no me asustaba, sobre todo porque seguía adelantando atletas sin forzar y a mi paso por el km 15 las cosas marchaban muy bien, pues había vuelto a mejorar el anterior 5.000, parando el crono en 21'09''. Eché cuentas de cabeza y deduje que si ponía la directa peligraba mi marca personal en la media, así que como tenía el día tonto, me dije "¿por qué no?, apreté los dientes y puse un ritmo fuerte para afrontar los últimos cinco kilómetros, muy favorables por causa del viento y el perfil, picando hacia abajo.
Mi último cinco mil cayó en 20'30'', es decir a 4'06''/kilómetro y me dejaba a las puertas de superar mi marca con comodidad, pero decidí rematar con un último kilómetro en 3'50'' y un último cien esprintando, parando el crono en 1h28'15''. Era par estar contento, pero debo reconocer que me sentí un poco decepcionado, porque hoy podía haber hecho un auténtico marcón, claro que eso lo dejo para Sevilla.
Faltan cuatro semanas, supongo que muy duras para llegar a punto a la primera cita en la que voy a intentar asaltar el sub 3horas. Las sensaciones son buenas, voy como una bala y la carrera de hoy me ha inyectado una buena dosis de moral, pero no se baten las marcas sin bajarse del autobús, ni se consiguen grandes gestas sin esfuerzo. Hay que seguir entrenando, seguir luchando, seguir sufriendo y el 24 de febrero, en Sevilla, espero poder contar que he conseguido el objetivo.