viernes, 20 de noviembre de 2009

Canillejas 2009: un aniversario, tres debuts y otras historias


La primera vez que oí hablar de la Carrera de Canillejas fue en 1984, cuando McLeod fue agredido por un espectador en el momento en el que lideraba la prueba. La vergonzosa acción tuvo repercusión nacional y aunque yo vivía en Valladolid, a partir de entonces siempre he seguido el resultado de la carrera. Por eso, cuando empecé a correr populares siempre tuve en mente este clásico del atletismo madrileño, que no he podido correr antes por cuestiones de calendario de pruebas, pero esta vez me cuadraba bien y decidí inscribirme para poner otro clásico en mi historial.
Esta año la Carrera de Canillejas cumplía 30 años y por ello la organización regalaba una medalla conmemorativa. Son muchos años y a pesar de las críticas que se han vertido en los foros al respecto del elevado precio de la inscripción, creo que es una carrera que vale la pena. Al inscribirte te dan un dorsal con chip integrado, lo que evita colas en la zona de salida. Una zona de salida inmejorable, amplía, con mucho terreno para calentar, con baños, en definitiva una buena organización. Polémicas aparte, creo que es una de esas carreras en las que hay que participar.
Pero además de la carrera oficial, desde primeras horas de la mañana se disputan pruebas infantiles. A la competición de infantiles se inscribieron Alonso, David y Nacho de los que ya os hablé en otro post. La primera carrera siempre es especial y para ellos, recién iniciados en este mundo, no iba a ser distinto. Antes del comienzo, ejercí de improvisado entrenador y les aconsejé no fundirse al principio para poder llegar a meta como único objetivo. Siguieron mis indicaciones, salieron a su ritmo y completaron los 2.500 metros en un tiempo mejor del que yo había previsto. Los tres acabaron, cumplieron su objetivo, les dieron su medalla, su camiseta y lo que es más importante, el ánimo de los que les vimos cruzar la meta. Para mi fue una gran actuación, aunque he de decir que los comentarios de algunos de los padres del resto de participantes no encajan en mi forma de entender este deporte. No es que esté en contra de que los niños sean competitivos, pero definir como bueno o malo a un atleta que se está esforzando por llegar a la meta denota ignorancia supina.
Una vez acabada la carrera infantil, me dirigí a la línea de salida, muy apartada , por cierto, de la zona de meta. Me coloqué bien en esta ocasión en la salida y enseguida imprimí un ritmo rápido y cómodo. El circuito es ancho y cuesta abajo en los primeros metros y aunque creo que modificado por causa de las obras, en ningún momento me sentí agobiado por el número de participantes. La carrera es rápida, cuesta abajo al principio, luego llana unos 2 kilómetros y los tres últimos son
otra vez hacia abajo. Es una buena carrera para hacer marcas y la mías, 41'20'' así lo atestigua. En general me he sentido bien, no he forzado demasiado y he conseguido mi segunda mejor marca en esta distancia. Queda mucho para Tokio, pero de momento parece que estoy en el buen camino. En el próximo test, Rivas, veremos que pasa.
Por fin he corrido en Canillejas, una clásica más para mi palmarés y además con buena marca. Pero aunque me llevo un buen recuerdo en ese aspecto, creo que lo más importante de esta edición de Canillejas para mi, ha sido ver como mi hijo y dos amigos suyos han compartido experiencia conmigo. Me gustaría que esto durara y que algún día en este blog pudiera contaros que había acabado una carrera popular con Alonso, con David y con Nacho. Eso espero, así que seguid leyendo para no perderlo.




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