martes, 27 de marzo de 2012

Maratón de Barcelona (1) - El ambiente

El maratón de Barcelona es, por derecho propio, el más multitudinario de los que se corren en España. Tras su cancelación en el año 1994, su crecimiento ha sido espectacular debido a la buena gestión del evento basado en un buen marketing, un circuito espectacular y un buen trato al corredor.
Llegué a Barcelona el sábado por la mañana tras un cómodo viaje en AVE. Nada más llegar me pasé por la feria del corredor a recoger mi dorsal y el ambiente era inmejorable, con mucha gente visitando los expositores, entre los que se cuentan un gran número de maratones internacionales en busca de "clientes". Ya por entonces estaba instalada la zona de salida y meta, justo al pie de la fuente mágica de Montjuic y no pude evitar pensar en volver a cruzar una línea de meta maratoniana por duodécima vez, pero era mejor dejar las emociones para el día siguiente.
Esa misma tarde, me pasé a tomar un café con varios componentes del foro: Alespinar, Beto, Morde, Rayman, Lobo, Javigan, JGallego y Metro, con los que tuve la oportunidad de compartir un buen rato charlando de atletismo. Pero además, esa tarde había infinidad de atletas paseando por el centro de la ciudad, concentrados de cara al gran día. El ambiente premaratoniano era cálido y todo hacía presagiar una gran jornada atlética dominguera.
Ya el día de la carrera, me dirigí a la zona de salida temprano, pues había quedado con varios de mis compañeros foreros para hacernos unas fotos y darnos los ánimos pertinentes. Faltaba poco para comenzar y cada vez llegaba más público a la salida, de manera que cuando se dio el pistoletazo de salida, las calles ya estaban llenas de gente jaleando a los "valientes" que intentabamos emular a Filípedes. Debo confesar que no me esperaba tanto público en las calles, pues una vez recorridos los primeros kilómetros, seguíamos recibiendo los aplausos de los aficionados y aunque había alguna zona más vacía, en general no dejamos de tener animación en ningún momento.
Pero si la primera impresión fue buena, la continuación fue aún mejor, pues el paso por las zonas más emblemáticas, como el Paseo de Gracia o la Sagrada Familia fueron espectaculares por la gran cantidad de público. sin embargo, lo mejor estaba por llegar y eso vino después de la media maratón, desde el recorrido por la Meridiana que lleva hasta la Torre Agbar, donde ya se corría dentro de un pasillo humano ininterrumpido que iba a durar prácticamente hasta el final de la prueba, con mención especial al espectacular paso por el arco del triunfo y posteriormente por el barrio Gótico y la subida final por el Paralelo hasta meta, donde los gritos del público se incrementaban aún más y me permitieron llegar a meta en un estado de gran euforia.
Barcelona no me ha decepcionado, al contrario, creo que el ambiente es mucho mejor al que viví en Donostia y sin duda muy superior al de los MAPOMA que he corrido. Si este maratón sigue en su línea ascendente, no sería descabellado en que se convirtiera en uno de los maratones de referencia en Europa.


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