lunes, 30 de marzo de 2015

Mozart, a tiro de piedra

La música forma parte de la historia de Viena, la ciudad donde correré mi vigésimo primer maratón; Mozart, Strauss, Beethoven... lo más grandes músicos vivieron en esta ciudad imperial, que acoge un maratón que en los últimos años ha dado un salto de calidad. En la capital austriaca, me espera una buena organización y un recorrido bonito, aunque no tan favorable como me habían contado; aún así, espero disfrutar la experiencia.
Ayer terminé la semana más dura de la preparación con una tirada larga de 24 km que hice en 4'39''. Y aunque en la semana en curso todavía hay algún entrenamiento exigente, es obvio que todo el pescado está vendido a estas alturas y sólo toca esperar y ver que pasa durante la carrera. Ha sido una preparación corta, pues después de Marrakech había que dar un pequeño respiro al cuerpo, para posteriormente, continuar la preparación, pero con menos kilometraje; de hecho, empecé a meter volumen después de la legua de Alcazarén.
No ha sido una preparación ortodoxa, pero ha sido buena, pues he tenido buenas sensaciones desde el primer día y he cumplido bien en todas las sesiones de entrenamiento, aunque sin llegar a hacer entrenamientos excelentes; en palabras más simples, he entrenado bien, pero no me he salido. Por eso, mi rendimiento en Viena será una incógnita, aunque, para ser sincero, no me veo con la preparación suficiente como para afrontar un nuevo asalto a las sub3h. Hay que ser realista y cifrar la marca objetivo por debajo de las 3h10' y luego ver como evoluciona la prueba.
Mi intención, de nuevo, es disfrutar de la carrera, en la que Pili volverá a correr conmigo, mientras que la animación volverá a ser cosa de Marisa junto a mis hijos. Eso si, esta vez quiero disfrutar un poco más deprisa que las veces anteriores y si me veo bien, intentar la mejor marca posible, sin reservar nada. Aunque este año aún me queda Chicago por correr en octubre, me gustaría intentar un buen registro, para coger un poco de confianza.
De momento, toca descansar y esperar con nervios crecientes a que llegue el día D, porque a pesar de todos los maratones que llevo en el cuerpo, aún siento nervios cuando se acerca la prueba; es lo bonito de ser maratoniano.

lunes, 23 de marzo de 2015

Otra Media Maratón Cervantina

Aprovechando que el Henares pasa por Alcalá y que correr al lado de casa es muy cómodo, decidí inscribirme hace semanas a la V Media Maratón Cervantina, sin saber si podría disputarla a tope. Inmerso ya del todo en las últimas semanas de preparación para Viena, Depa y yo consideramos que la carrera debería integrarse en los entrenamientos y pasar a ser una tirada larga más. Si a ello añadimos una complicada semana de entrenamientos, en la que tuve que dejar para el final todos los entrenos de calidad (series de 800 el viernes de 4 km el sábado), es fácil de deducir que el domingo por la mañana mis piernas no estaban para grandes alardes, pero las buenas sensaciones experimentadas en las últimas semanas, me hicieron albergar alguna esperanza de conseguir un buen registro.
Correr en Alcalá tiene siempre alicientes, aparte del cercanía; la ciudad cervantina es, probablemente, las más bonita de la Comunidad de Madrid y el recorrido, que comienza y termina en la Plaza de Cervantes, discurre por sus calles más emblemáticas. Además, buenos amigos como Duquito, Mario, Ricky, Beto, Edu y el gran Juanjo (vencedor de la prueba) iban a acompañarme durante la mañana. Coincidí con ellos en la salida, bien organizada como siempre y tras calentar un poco con Duquito, me ubiqué en la salida de la calle Mayor. 
La carrera no tuvo mucha historia, pues desde el principio noté mis piernas cansadas, sin chispa para mantener un ritmo vivo, pero con fuerza para hacer entre 4'20' y 4'30'' por kilómetro, dependiendo de la zona y del viento, que sopló moderadamente durante la prueba. Pasé el 10.000 en 44'48'' y acabé en 1h34'00'', un crono discreto, pero que puedo considerar como bueno al considerarlo una tirada larga. Además, la semana ha sido bastante buena, dura, pero con buenos entrenos y 85 kilómetros recorridos.
Me quedan tres semanas para cambiar el Henares por el Danubio y correr en Viena, un maratón rápido según algunos y no tanto según otros; no tengo ni idea de lo que puede pasar en tierras centroeuropeas, pero voy a salir por todas, en realidad, no pierdo nada. Sería una sorpresa acercarme a las ansiadas tres horas, pero considero que es una marca factible, teniendo en cuenta que estoy entrenando muy bien y con sensaciones excelentes. Otra cosa es que llegue falto de kilómetros, a pesar de ser tan aficionado a correr maratones.
Sea buena o menos buena la marca, lo importante será disfrutar de Viena corriendo y terminar mi vigésimo primer maratón.

martes, 10 de marzo de 2015

Legua de Alcazarén: una mañana inolvidable

Alcazarén amaneció bajo un sol espléndido el día en el que se celebraba su legua, enclavada en el circuito de las Cinco Leguas Mayte Martínez que organiza la Diputación de Valladolid. Era un día especial para mi, por varias razones, pero fundamentalmente por dos: iba a correr en mi pueblo por primera vez y además Marisa iba a debutar en su primera competición. Si a eso le añadimos la compañía de  Jaime y Duquito en la carrera y a la presencia de mis sobrinos Víctor y Rubén, además de otros muchos amigos, estaba claro que la mañana atlética se preveía intensa y emotiva.
A un minuto de mi casa está la Plaza Mayor, donde se entregaban los dorsales, sin colas, con muchos voluntarios, todos conocidos y todos atendiendo a los más de 500 runners con la amabilidad que caracteriza a las gentes de este histórico pueblo vallisoletano. Tras recoger los dorsales, me fui a rodar un rato con Duquito y Jaime por los mismos caminos por los que entreno habitualmente, entre pinares y tierras de labor.
Un poco justos de tiempo, nos volvimos presentar en la Plaza Mayor, donde todo estaba preparado para la salida; tras el último beso a Marisa, me coloqué (mal, como siempre me pasa) en la estrecha zona de salida y muy alejado de las primeras unidades. Me encontraba bien, fresco y con ganas de darlo todo, así que intenté salir como un tiro, pero no era posible, pues tras un primer giro a la izquierda, la carrera se adentra por la calle de mi casa  e inmediatamente llega otro giro a izquierda, por otra estrecha calle que hacía muy ardua la labor de adelantar a atletas más lentos.
La situación se fue aclarando cuando Jaime me vio y me advirtió de lo retrasado que estaba, pero ya no había remedio, así que seguí hacia adelante con fuerza y a una media que rondaba los 4 min/km. El recorrido era complicado, muchos giros bruscos, repechos, calles estrechas y muchos atletas y aunque yo conocía perfectamente el recorrido, mantener un ritmo constante se me hacía muy difícil. Tras un rato por las "afueras", volvimos al centro del pueblo, donde se concentraban casi todos los vecinos de la localidad, volcados en el acontecimiento. Empecé a escuchar gritos de ánimo de amigos, conocidos y por supuesto, de Ángela, que fue la reportera de excepción del evento. La subida de la calle Real se me hizo dura, pero tras varios giros más, se enfilaba una cuesta abajo en las bodegas para enfilar la calle Larga y volver a la plaza, donde completé la primera vuelta en unos 11'40''.
No iba tan rápido como hubiera querido, ni siquiera bien colocado, porque la prueba tenía mucho nivel, pero en Alcazarén no pensaba bajar los brazos y me tiré a tumba abierta a por la segunda vuelta, con idéntico recorrido, idénticas cuestas e idénticos giros, pero más relajado de corredores, de manera que se corría más a gusto. 
Si la primera vuelta había sido emocionante, la segunda fue aún más, pues el público estaba cada vez más volcado y eso me animaba a no escatimar esfuerzos y a dar todo lo que podía. Quedaba poco y aunque ya sudaba en abundancia y me molestaba el calor, los gritos de ánimo me hicieron venirme más arriba aún hasta enfilar de nuevo la calle larga a toda velocidad y llegar a meta donde amigos y familiares me esperaban. Un gran final en 22'57''.
Luego, recogí rápidamente la bolsa y me fui en busca de Marisa, para acompañarla en los últimos 500 metros, donde ya venía algo fundida, pero con motivo, porque estaba corriendo por encima de las expectativas. Le acompañé hasta escasos metros de la meta y dejé que entrara sola para que disfrutara de su primera llegada a meta como es debido.
Amigos, familia, corredores, todos atestaban la plaza, así que decidí irme a "descalentar" un ratito con Jaime, relajarnos por los caminos entre pinos, para volver a ver a mi sobrino Rubén, que quedó tercero en su carrera de cadetes y casi sin despeinarse; este chico tiene madera.
Fue la guinda a una mañana atlética excepcional, muy bien organizada, muy bonita de correr y muy emotiva para mi, que incluso fui entrevistado por el speaker por mi condición de maratoniano de Alcazarén. No se puede pedir más, aunque es evidente que espero que Alcazarén repita experiencia muy pronto y por supuesto, que Marisa siga disfrutando de la fiebre del running; en mi opinión, esta ha sido sólo la primera de muchas carreras.

viernes, 6 de marzo de 2015

En la ribera del Eresma

Podría decir que el próximo domingo voy a correr en casa, pero no sé si la expresión sería exacta. ¿Que es para mi correr en casa? ¿Correr en Villalbilla, donde vivo? ¿Correr en Alcalá de Henares, donde vivo casi de facto? ¿Correr en Valladolid, mi ciudad natal? ¿O incluso correr en Tenerife, donde pasé cinco maravillosos años? El domingo no corro en ninguno de estos lugares, corro en Alcazarén, un pequeño pueblo de Valladolid donde llegué a trabajar hace casi 30 años y que desde entonces no ha dejado de estar en mi vida. En Alcazarén tengo casa, amigos, caminos por donde correr y lo que es más importantes, es el lugar donde conocí a Marisa y donde cambió mi vida.
El caso es que este año, Alcazarén forma parte del circuito de las Cinco Leguas que organiza la Diputación de Valladolid y aunque todo el mundo sabe que no me gustan las carreras cortas, no tengo más remedio que ir, bueno, rectifico, me hace una ilusión enorme correr en mi pueblo. 
Faltan cinco semanas para competir en Viena, pero Depa me ha preparado para intentar hacer un buen papel en las calles de este bonito pueblo donde, entre otros eventos, fue apresado Luis Candelas. Puede que sea una locura, pero Depa dice que tengo tiempo suficiente para preparar bien Viena después de correr la legua y yo también lo creo, porque lo importante es divertirse, correr donde te gusta y disfrutar, olvidando un poco el rendimiento, aunque os advierto que en Viena voy a salir a por el sub3h, como debe ser.
Pero antes de correr en los dominios de Sissi, correré una media en los dominios de Cervantes (en Alcalá) y la legua de Alcazarén, el domingo a las 11 de la mañana, en un día que se espera soleado y divertido, pues junto a mi correrán Duquito, Jaime y lo mejor es que Marisa  debutará en una carrera popular en el lugar más adecuado. Parece que el día atlético promete, así que tendré que dar todo lo que tengo para no defraudar a mis seguidores de Alcazarén, donde tengo muchos y muy buenos.