martes, 31 de diciembre de 2013

Se acaba 2013

En 2013, he corrido 3341,52 km, para los que he empleado 267 horas y media repartidas en unas 270 sesiones de entrenamiento; en este cómputo, excluyo la San Silvestre que correré esta tarde.
En cuanto a mi rendimiento, he conseguido mejorar mi marca en media maratón en Getafe (1h28'15'') y la de maratón en Sevilla (3h01'35''). Curiosamente, las marcas fueron conseguidas en los meses de enero y febrero, respectivamente, lo que unido a mi mejor marca en los 10 kilómetros conseguida en la San Silvestre 2012, me hace deducir, que mi mejor momento del año fue a principios de año, aunque no me quiero quejar del resto. 
En términos globales, ha sido un buen año, por las marcas conseguidas y por las buenas sensaciones que conservo después de entrenar muy duro. Obviamente, sigo con la espina clavada del maratón de Munich, donde no llegué en mi mejor momento, debido a los irregulares entrenos del verano, acortados por mi viaje a California en julio. En cualquier caso, hice un buen maratón y podría haber sido mejor si no hubiera mediado la lesión que me produje.

El final de año también está siendo bueno, pues aunque no haya conseguido batir ninguna marca, vuelvo a estar muy en forma, listo para volver a atacar mi tiempo en la San Silvestre y creo que con muchas posibilidades de conseguirlo. Espero, además, que  los entrenamientos sigan siendo positivos y que vuelva a llegar en condiciones óptimas a finales de febrero, para volver a hacer de nuevo un gran maratón en Sevilla y espero, que esta vez si, bajando de las tres horas.
Se acaba 2013, un buen año atlético y ya me espera 2014, donde he programado tres maratones por primera vez (Sevilla, Praga y Atenas) y donde espero dar otro saltito de calidad en mis tiempos. Y aunque no creo que estas cosas, voy a acabar el año corriendo vestido con una camiseta roja y además se estrenará Alonso en su primera carrera popular; todo esto, unido a una enorme ilusión, me hace tener buenos presagios y espero que también se cumplan los deseos atléticos y no atléticos de todos los que me leéis.
Feliz año 2014.

lunes, 30 de diciembre de 2013

Una San Silvestre especial

Fue en 2005 cuando corrí mi primera San Silvestre Vallecana; por aquel entonces, era un recién llegado al mundo de las carreras populares y fui rápidamente encandilado por el ambiente festivo de la última prueba del año, mucho menos masiva que hoy en día. Desde entonces, sólo he faltado dos veces a la cita debido a sendos viajes, porque me sigue atrayendo esta carrera, a pesar de ser cada vez más cara y de  su excesiva masificación, que aumenta año a año sin tener en cuenta que manejar a tantos atletas en una distancia tan corta es muy complicado. Por contra, me gusta el recorrido, favorable para lograr buenas marcas y además atractivo por recorrer lugares emblemáticos de la capital de España; y a eso, se añade el ambiente espectacular, con miles de personas animando en las calles, sobre todo en el barrio de Vallecas, cuya llegada es realmente emocionante.

Como anuncio en el título de este post, la San Silvestre de este año va a ser muy especial para mi por dos razones; la primera es que por primera vez voy a correr la San Silvestre Internacional, pues he conseguido inscribirme acreditando mi marca de maratón, pues con la de 10 kilómetros no me llegaba; sé que no soy precisamente un especialista en esta distancia, pero llego en un buen momento de forma y teniendo en cuenta que podré correr sin los agobios de la popular, espero poder atacar y superar mi mejor marca en la distancia, lograda precisamente el año pasado en esta misma prueba.
Me falta por explicar la segunda razón y esta es mucho más emotiva, pues si yo voy a debutar en la prueba internacional, mi hijo, Alonso, con 16 años recién cumplidos, va a debutar en la San Silvestre Popular junto con su amigo Nacho. Ambos han preparado la prueba siguiendo mis indicaciones y creo que están preparados para acabar sin problemas, pues el objetivo que se han propuesto es disfrutar de la carrera, sin preocuparse de marcas ni de puestos; no me preocupa su marca, pues creo que con su edad, deben centrarse en pasar un buen rato corriendo, empaparse de ese sano ambiente festivo que rodea la prueba y del buen "rollito" que se genera entre los participantes.
Vuelvo a acabar mi año atlético en Vallecas, pero esta vez de manera más espectacular que en años pasados, pues acabaré la prueba dentro del Estadio del Rayo Vallecano, quizás rociado con nieve artificial por los aficionados, una escena que siempre me ha gustado. Mi marca no será de las mejores, más bien seré de los peores de la clasificación, pero espero conseguir bajar una vez más de los 40' y superar mi marca. Tengo buenas sensaciones, me he preparado a conciencia y creo que lo tengo en las piernas, pero no puedo evitar recordar mi amplio historial de decepciones; claro que en esta ocasión, mi gran objetivo es que mi hijo cruce la línea de meta de Vallecas, con el tiempo que sea, pues el orgullo de un padre es mucho más satisfactorio que cualquier marca personal.


martes, 24 de diciembre de 2013

Feliz Navidad

Un año más, las fiestas navideñas se cuelan en nuestra vida, cada vez más pronto, cada vez más presentes en las televisiones y en los medios donde nos machacan constantemente para que compremos regales, juguetes, comida etc. Sin embargo, para la mayoría de las personas, estas fiestas tienen un carácter especial, porque aparte de unos días de merecidas vacaciones, la Navidad es un buen momento para acordarse de las personas que forman parte de tu vida de alguna manera, desde tu familia, al panadero, pasando por el cartero etc. Todos nos deseamos felicidad y creo que con total sinceridad.
Por eso y a riesgo de repetirme y de dejarme algo en el tintero, hoy quiero desear lo mejor a todas las personas que han estado presente en mi vida atlética del año que termina. Hoy toca recordar a todas las personas que forman parte de la organización de una carrera y que velan por tu seguridad, por tu salud o por tu comodidad, aunque no sepas quién son; también me gustaría agradecer la labor de los voluntarios, los que te dirigen por la ruta correcta, los que te acercan la botella de agua o los que te colocan la medalla al acabar un maratón y sonríen mientras pronuncian un simple enhorabuena, que sienta fenomenal. También quiero acordarme del público que acude a las carreras, los que aplauden ala salida o la llegada a meta, pero sobre todo a los que te animan a mitad de carrera coreando tu nombre, o diciéndote lo poco que queda, aunque quede mucho, o los que simplemente te llaman campéon; tampoco me olvido de todos mis amigos que me animan por las redes sociales, aunque no nos hayamos visto desde hace tiempo, de la gente de mi urbanización que me saluda cuando salgo a correr y de todos aquellos que respetan al corredor y agarran a su perro o aminoran la marcha cuando van en coche y te ven. Y claro esta, de todos los corredores que comparten kilómetros en carreras o simplemente entrenando.
Por supuesto, hoy me acuerdo de mis compañeros del club que hemos fundado  en el trabajo, RUNNING BAJO CONTROL, pero también de todos los compañeros que me animan y me preguntan por mis logros atléticos. Y claro,  no me voy a olvidar a mis amigos foreros, de los que recibo no sólo buenos consejos atléticos, sino una gran amistad. Ese amistad y mucho cariño, me la da también mi "afición" en todas las carreras a la que me acompañan, un grupo de amigos que me soportan en mis citas importantes. Y por último, quiero acordarme de mi entrenador, el increíble Depa, que me hace disfrutar del atletismo día a día, independientemente de los logros.
A todos ellos les deseo disfruten la mejor de las navidades junto a sus seres queridos y espero que el año que viene podamos seguir disfrutando del deporte que nos une.


FELIZ NAVIDAD A TODOS



viernes, 20 de diciembre de 2013

IV San Silvestre de Alcorcón

Alcorcón es un lugar que me trae buenos recuerdos, pues allí debuté en la media maratón y con buenos resultados; por eso, cuando busqué un diezmil para competir el domingo 15 de diciembre, me decanté por la ciudad del sur de Madrid, donde se celebra una San Silvestre bastante temprana, pero con un buen ambiente navideño.
La San Silvestre de Alcorcón es una carrera modesta, de esas en las que gusta correr, porque la participación no es agobiante, puedes recoger el dorsal el mismo día de la carrera y recibes un trato amable al final, muy de andar por casa. El circuito es mejorable, ya que transcurre en todo momento por zonas deshabitadas, expuestas al viento, sin presencia alguna de espectadores y para remate, es una sucesión de falsos llanos que pican hacia arriba o hacia abajo, según toque; en definitiva, un recorrido muy poco amable y además, de doble vuelta.

Pero pasemos a la carrera, a la que acudí con Andrés, buen amigo y corredor de Runnig Bajo Control, como yo; nos colocamos un tanto atrás en la salida y aunque no había demasiados participantes, tuvimos que adelantar a bastantes en los primeros metros, que consistían en una subida no muy acusada, pero constante de unos 700 metros, ya en la cima, Andrés se  fue por delante y yo puse un ritmo exigente sin dificultad. No llegaba tan mentalizado, ni tan descansado como en el Akiles y eso se notaba en los tiempos de paso por lo hitos kilométricos, en torno a los 4'06'', claro que también contribuía el viento, los falsos llanos y los excesivos virajes y subidas de bordillo que había que realizar. Aún así, el primer paso por meta (los 5000), lo hice en 20'29'' y pensé que era posible bajar de 41'. Y aunque no lo fue, me quedé muy cerca, porque mi ritmo no se resintió, no acusé cansancio y fui remontando puestos durante toda la segunda mitad de la prueba, tantos que incluso pude llevar a André a la vista en los últimos tres kilómetros, aunque fui incapaz de cazarlo.
Al final, 41'08'', un crono aceptable en una carrera difícil en la que he conseguido cumplir mi objetivo prioritario, un entrenamiento de mucha calidad en el que he podido correr a ritmos fuertes y regulares, pero sin la sensación de impotencia que he soportado otros años. 
A falta de dos semanas para la San Silvestre, creo que estoy en la forma adecuada para ser capaz de batir mi marca en incluso de manera clara, aunque hay que seguir manteniendo la misma intensidad en los entrenamientos y salir con fe y a por todas para conseguir una marca acorde a mi gran estado de forma.

jueves, 12 de diciembre de 2013

XXXIII Trofeo Akiles

En mi segunda participación en el popular Trofeo Akiles, el intenso frío volvió a ser el protagonista de una bonita carrera que discurre por la inigualable Casa de Campo madrileña. Este año, se celebraban los 50 años de existencia del Club Akiles y por ello la organización esperaba una participación numerosa, lo que, en mi opinión, originó que se centralizara la recogida de dorsales en el Corte Inglés de Castellana. Repito que es una interpretación propia, pues de otra manera, no se podría entender que se haga ir a la gente hasta dicho centro comercial en un fin de semana en el que Madrid está a reventar de gente a causa del puente de la Constitución.
El caso es que, como le pasó a otros muchos atletas, no me enteré de la obligatoriedad de la recogida del dorsal los días previos a la carrera hasta el mismo sábado por la noche, así que el domingo de mañana, me dirigí a la Casa de Campo con la incertidumbre de saber si iba a poder correr o no el Trofeo Akiles. No tuve problemas para recoger el dorsal, aunque  tuvo que esperar por la camiseta hasta el final de la carrera.
Hacía un frío intenso, alrededor de dos bajo cero y con humedad, pues no en vano se corre alrededor del lago; debido a la temperatura, apuré el tiempo dentro del coche y calenté junto con mi hermano, que también competía, no demasiado tiempo y sin demasiada intensidad. Nos colocamos bien en la salida, pero no muy adelante, pues no quería castigarme demasiado en los primeros kilómetros, de manera que cuando sonó el pistoletazo, me puse a un ritmo fuerte, pero sin cebarme, pues los dos primeros kilómetros pican hacia arriba e inmediatamente después se comienza la subida al Cerro Garabitas, una rampa dura, que obliga a regular y en la que se pierde tiempo, a pesar de un  descanso que precede a la rampa final. Calculo que en la cima perdí unos 30 segundos, pero no estaba cansado, ni mucho menos, así que inicié el descenso con fuerza, intentando recuperar tiempo y lo conseguí, porque rodé claramente por debajo de 4' hasta llegar al kilómetro 6, en el que la carretera vuelve a picar ligeramente hacia arriba, lo que, sin embargo, no provocó un descenso notable de mi ritmo.
Ya sabía que no iba a poder bajar de 40', pero quería intentar un buen crono, así que seguí forzando la marcha para acabar en unos meritorios 40'33'', con la guinda de haber completado el último kilómetro en 3'50''. Considero que es un buen crono, teniendo en cuenta el perfil de la prueba y el hecho de correr por debajo de cero grados; las sensaciones son buenas y lo que es más importante, creo que voy por el buen camino en esta preparación. El domingo volveré a competir en un 10.000, sin grandes expectativas, pero con la esperanza de que me sirva para asaltar mi marca el último día del año, en la San Silvestre Vallecana.