martes, 22 de febrero de 2011

Ni frío ni calor

Mi carrera del pasado domingo en Tudela no pasará a la historia de mi vida atlética como una gran prueba. Las previsiones se cumplieron a rajatabla, mis piernas no estaban para muchos tangos y mi tiempo final, 1h30'24'', es la prueba evidente de lo que os estoy contando. A falta de ocho semanas para el maratón y teniendo en cuenta la carga de kilómetros que me he metido al cuerpo en el último mes, el resultado es el más lógico, aunque me hubiera gustado bajar de la hora y media.
Me gusta correr por el norte de España, porque aparte de haber cosechado buenos resultados, siempre he disfrutado de la compañía de amigos de la zona y en esta ocasión Miguel Y Virgina fueron nuestros anfitriones en Pamplona, donde pasamos un sábado tranquilo y lluvioso a la espera de la jornada dominical.  El domingo amaneció nublado, pero de camino a Tudela el cielo fue despejándose, de manera que se quedó un buen día para la práctica deportiva, sol, temperatura agradable, pero con un molesto viento. Recogí chip y dorsal en el polideportivo sin colas ni esperas; también me dieron la camiseta y la bolsa del corredor, que incluía verduras, como esperaba. 
La zona de calentamiento y salida era amplía y esta vez me coloqué bien para salir entre los primeros. El ritmo inicial era cómodo, aunque algo rápido para mi, a 4' el km. Poco a poco fui moderando el ritmo, pasando el km 5 por encima de los 20'. En el km 6 se subía la única cuesta del recorrido, a la que seguía un falso llano que discurría por los polígonos industriales de la localidad. Pasé el km 10 en 42' 40'' una vez que ya habíamos dado la vuelta en el polígono y se empezaba a notar un molesto viento de cara. Mi ritmo empezaba a decaer, algunos atletas me pasaron, pero no era el momento de gastar energías y decidí seguir a lo mío, buscando bajar de la hora y media. Volvía hacia el pueblo y cada vez había más gente animando, lo cual me espoleó para afrontar los últimos 5 km en los que se repetía la parte inicial del recorrido, que discurría por el campo.
En esos últimos kilómetros subí un poco el ritmo y recogí varios "cadaveres", pero no fue suficiente para conseguir el tiempo deseado y tras los últimos metros callejeando para mi cronómetro en 1h30'24'', un buen tiempo, de hecho mi tercera mejor marca en media, pero que me dejó un sabor agridulce pues me hubiera gustado hacer un tiempo que me animara algo más de cara a lo que me queda todavía.
Después de la carrera me duché en el polideportivo y me fui a comer un menú de verduras en un restaurante local. Una buena comida en buena compañía. 
Mi preparación va bien, podría decir que "progreso adecuadamente", pero quedan muchos kilómetros por hacer y una media más por disputar antes de afrontar las 26,1 millas de Londres, donde espero terminar con mejor sabor de boca; será señal de una buena marca, porque me resulta difícil que los fish and chips ingleses me gusten más que las verduras tudelanas.

martes, 15 de febrero de 2011

Nos han dejao solos a los de Tudela...

Muchos de los que leéis el blog os acordareis que anuncié mi participación en la media de Gavá, que se corrió el pasado domingo. Sin embargo, mi programación ha cambiado y voy a correr en Tudela el 20 de febrero y en Alcalá de Henares (casi en casa) el 20 de marzo, justo cuatro semanas antes del maratón.
La razón por la que elegí Alcalá es obvia, peor os preguntareis ¿qué se le ha perdido a este en Tudela? Pues bien, aparte de gustarme los espárragos y el vino de esa tierra, voy a aprovechar el viaje para visitar a mis amigos Miguel, Virginia y su hijo Tomás y ya de paso voy a correr en Navarra, una comunidad donde aún no me he estrenado. está claro que me espera un buen finde, con vinos, cenas, comidas... y atletismo.
Claro, este blog habla de atletismo y aparte de comentar la parte lúdica del viaje es necesario hablar de la parte deportiva. En este aspecto, sigo con mi preparación para Londres; una preparación que ha variado sustancialmente respecto a maratones anteriores. Estoy haciendo más entrenamientos de calidad y sobre todo más kilómetros, por encima de los 80 semanales y acercándome a los 90. Está claro que con esas palizas estoy un poco cansado, pero eso no evita que dedique aún más tiempo al gimnasio y al fortalecimiento del tronco.
El resultado de toda está planificación que me ha preparado Javier para intentar abordar el asalto a las 3h 5', se verá el 17 de abril en Londres, pero el domingo voy a tener una ligera idea de como va el tema. Es un test importante, espero recuperarme un poco esta semana  con menos kilómetros y afrontar con moral la carrera en Tudela. Visto el perfil, parece que hay cuestas, pero no para matarse. Vista la meteo, creo que la lluvia me respetará y que correré a una buena temperatura. ¿Alguna contraindicación, entonces? Pues la más importante, estoy a medias en mi preparación y no tengo las piernas para hacer una gran marca, pero como eso no es impedimento para que me plantee hacer la media en 1h 30' o inferior, lo cual me serviría para darme cuenta que voy por buen camino.
Sea como sea, el lunes habrá que analizar lo realizado y volver a entrenar duro para lograr el objetivo más importante, Londres. Espero contaros buenas noticias el lunes, podéis esperar sentados, pero yo no tengo más remedio que seguir corriendo y encima con la que está cayendo...

miércoles, 2 de febrero de 2011

Después de la tempestad viene la calma

Todo los que nos dedicamos a desgastar zapatillas tenemos muy claro aquello de "no pain, no gain", así que sabía perfectamente que mis pretensiones de batir holgadamente  mi marca de maratón en Londres iban a conllevar un esfuerzo añadido. Es obvio que mejorar no es gratis, ni en tiempo, ni en esfuerzo, ni en kilómetros y esos tres factores han variado notablemente desde el inicio de 2011, pues Javier, mi entrenador, se ha puesto manos a la obra para que el próximo día 17 de abril yo sea un atleta feliz cuando cruce la meta del London Marathon en the Mall.
Aparte de mi aventura con el esquí, de la que hablaré más adelante, la media de kilómetros semanales ha subido de manera considerable en el mes de abril, pero también los entrenamientos de calidad y mis sesiones en el gimnasio. Todo ese cóctel ha supuesto que el cansancio se haya ido acumulando, de manera que la semana pasada mis piernas me dieron un aviso y se me contracturaron un poco, bueno, quizás bastante; fue un modo de comunicarme que debía poner más atención en mis estiramientos, a mi descanso, a mis sesiones de gimnasio etc. La principal consecuencia de mi dolor de piernas fueron doce horrorosas series de 1.000 que me dejaron al borde de la extenuación y un tanto tocado moralmente, pues hacía tiempo que no corría tan lento unas series.
Afortunadamente sólo fue un aviso y los rodajes que siguieron a las series fueron normales, tirando a buenos. Pero lo que realmente me indicó que las cosas volvían a su cauce, fueron las series de 1.500 del pasado lunes, que volvieron a ser acordes con mi exigencia actual.
En fin, me he impuesto un objetivo ambicioso y no me va a salir gratis, pero estoy convencido que con esfuerzo las cosas van a salir. No me importa tener que entrenar más, tener que esforzarme más, tener que sufrir, al final obtendré una buena recompensa, porque logre o no logre el tiempo propuesto, sé que detrás de la línea de meta va a estar, como siempre, mi familia y esa es la mejor recompensa.