martes, 11 de agosto de 2015

De carreras por Guada

El fin de semana pasado se presentaba duro, tanto en el aspecto atlético como en el social, pues había que compaginar dos entrenamientos fuertes con una fiesta de cumpleaños el sábado noche en Fuentelviejo, un pequeño pueblo de La Alcarria a una media hora de Guadalajara. Como no tenía intención de renunciar a la fiesta ni a mis entrenos, decidí compaginar todo de la mejor manera y eso contribuyó la disputa de la II Legua de Fontanar el domingo por la mañana, a la que me inscribí para "obligarme" a madrugar y salir a correr, a pesar de trasnochar el día anterior.
Pero antes de nada, había que hacer cuatro series de 1 Km el sábado por la mañana y había que hacerlas rápidas, a tono con una preparación que se está basando en mejorar mi velocidad y dar menos importancia a la resistencia, muy difícil de entrenar con estos calores. Hice los miles en Torrejón, como es habitual y salieron bastante bien a pesar de los baches, entre 3'42'' y 3'44'. Satisfecho con el resultado, me fui a pasar la tarde/noche a Fuentelviejo, con la intención de pernoctar en Guada y correr en Fontanar el domingo a las 10.
Y aunque a Marisa y a mi se nos hizo un poco "larga" la fiesta, nos levantamos con tiempo suficiente para desayunar en el hotel y salir hacia Fontanar, donde nos esperaba una legua modesta, pero bien organizada, exenta de aglomeraciones y con un circuito nuevo, que ha mejorado mucho la prueba. Recogimos el dorsal, calentamos y a correr, aunque mi objetivo no era competir, ni mucho menos, sino completar la primera parte de mi rodaje programado de noventa minutos.
Por eso salí tranquilo, sin forzar, aunque ya se sabe, en una carrera siempre vas un poco más rápido, así que los dos primeros me salieron alrededor de 4'30'' el kilómetro; me sentía bien y poco a poco fui incrementando el ritmo, adelantando atletas y haciendo los kilómetros a 4'10'', sin forzar nada, pues me queda mucho entreno por delante. Al final, 23'32'' en meta, que para haber salido a rodar, no está nada mal.
Recogí mi botella de agua y seguí mi camino, rumbo a Marchamalo, por una carretera cómoda, aunque con más tráfico de lo esperado; obviamente mi ritmo se aminoró bastante y es que seguir al ritmo de la legua era una locura, así que me dediqué a ir cómodo para sacar una media de 4'40'' en la hora de rodaje que hice por las carreteras de Guadalajara. 
El fin de semana ha salido mejor de lo que esperaba, pues he realizado dos entrenamientos muy buenos y a eso tengo que añadir la MMP que se marcó Marisa en la carrera de Fontanar. Hasta ahora, la preparación para Chicago para ir sobre ruedas, pero aún quedan dos meses y muchos entrenamientos duros por delante; pero estoy satisfecho, porque es mejor estar a un buen nivel y no tener que esperar a que llegue. He recuperado chispa, fuerza y sobre todo ganas, porque ahora vuelvo a soñar con hacer algo grande en mi próxima cita maratoniana, una sensación que no tenía desde que corrí en La Coruña el año pasado.