jueves, 27 de agosto de 2009

Gijón: correr escuchando el mar


Gijón es otro de mis destinos a los que acudo por trabajo desde hace ya cuatro años. Aparte de otros encantos que no vienen al caso, Gijón es una ciudad donde correr se convierte en una experiencia muy agradable. Mi hotel está situado en el centro, junto a la Calle Corrida, una calle peatonal por la que comienzo el entrenamiento sin el molesto tráfico. Al terminar la calle llego al puerto y girando a la derecha atravieso la Plaza Mayor y llego al comienzo de la preciosa playa de San Lorenzo, que recorro por su paseo escuchando el mar Cantábrico con toda su fuerza. Al final de la playa se llega a un parque ubicado junto al estadio de El Molinón; un parque con caminos de tierra que los runners del lugar han bautizado como "El kilómetro", ya que una vuelta al mismo mide exactamente 1.000 metros. Es un buen circuito para hacer series, pero si se trata de rodar, el camino continúa junto a un canal hasta que llega al comienzo del "Camino de la Guía", que sigue durante un rato el canal para luego adentrarse en un bonito parque.

El regreso discurre por el mismo recorrido para completar una ruta de unos 12 km, llana, fácil y divertida, en una ciudad en la que disfrutar del mar también se puede hacer por tierra.

lunes, 24 de agosto de 2009

Media Maratón del Melón. Correr a 38º


Los 40º que marcaba el termómetro de mi coche cuando llegaba a Villanueva de la Serena a las 19:30 horas, la marca de mi última media en Cabezón y mi reciente lesión, no presagiaban una gran marca en mi segundo test cara a Berlín. Recogí el dorsal y la bolsa del corredor y me tomé un café con hielo antes de comenzar a calentar con cierta modorra. A pesar del calor, me sentía bien, elástico, bien de piernas, con moral.
Así que sonó el pistoletazo de salida y comencé a correr tranquilo, de acuerdo al planteamiento que había hecho, sin forzar, sin quemarme antes del km 10. Al pasar por el Km 2 me di cuenta que mi ritmo estaba por debajo de 4'30'', lo cual no me acababa de convencer porque me parecía un ritmo rápido, pero por otro lado me notaba muy relajado. El circuito se componía de tres vueltas y enseguida se salía del pueblo al campo, así que la temperatura bajaba un poco y era agradable correr. Al completar la primera vuelta comprobé que mi tiempo era excelente, pero debía mantener la cabeza fría y no precipitarme, así que seguí a mi ritmo en la segunda vuelta acompañado de una atleta que a la postre fue segunda en la general Al final de esta vuelta seguía sintiéndome bien, así que decidí acelerar en los 7 kilómetros que me restaban. y me fui de mi compañera de fatigas Comencé a recoger cadáveres,mi ritmo seguía siendo regular y mi tiempo muy por encima de lo esperado. Los últimos dos kilómetros fueron un poco más duro pues picaban ligeramente hacia arriba, pero lo realmente no era la marca, sino recuperar las sensaciones que había perdido tras la lesión.
Acabé en 1 hora 30' 41'', peor la organización ha reconocido un error y no se llegaron a correr los 21 km, parece que algo menos. En cualquier caso, una gran marca que me dado una buena inyección de moral de cara a mi último mes de entrenamientos antes del maratón. ahora toca hacer el último esfuerzo y llegar a esa gran cita con la preparación adecuada. Quién sabe, quizás después de los problemas generados por la lesión y el calor del verano, aún pueda llegar con la preparación adecuada e intentar de nuevo el asalto a mi marca.
En cuanto a la carrera en si, creo que ha sido una bonita experiencia a pesar del calor. La organización agasaja a los corredores con un melón, fruta, camiseta y chancletas que dan antes de comenzar, la organización es bastante buena (a pesar de la medición), con ducha en el recorrido y agua cada 3 km. Además la atención de los voluntarios es siempre muy correcta, así que puedo decir que es una carrera incluso podría repetir si me encajara el año que viene.

viernes, 21 de agosto de 2009

El segundo test

La media maratón del melón, en Villanueva de la Serena, va a ser la última piedra de toque de cara a la preparación de la maratón de Berlín. Después de superar mi lesión y de realizar una discreta actuación en Cabezón de la Sal, llega la hora de afrontar la recta final sin miedo y con la moral alta. Quizás esté influyendo la disputa del Campeonato del Mundo de atletismo en Berlín, que sigo diariamente, pero sobre todo están influyendo las buenas sensaciones que estoy experimentando en los entrenamientos en las últimas semanas. No sé a que nivel estoy, ni creo que esta media me lo aclare, pues el calor condicionará mi marca, pero creo que estoy en el buen camino y cuando llegue el 20 de septiembre y me sitúe en la línea de salida en Berlín, creo que voy a estar en las mejores condiciones posibles, teniendo en cuenta la lesión y las altas temperaturas veraniegas.
A Villanueva voy con la esperanza de hacer un buen papel. Se corre por la tarde, a las ocho y teniendo en cuenta que en Extremadura están en alerta amarilla por calor, imagino que a esa hora el mercurio no bajará de 28º. Para compensar, espero que el sol esté ya bajo a esas horas y no moleste y además no tendré el handicap de la humedad de Cantabria. No me atrevo a pronosticar nada, pero espero bajar de 1h 35' y sin las condiciones son buenas poder estar entre 1h 32' y 1h 33'.
En cualquier caso, el sábado por la noche habré salido de dudas y espero que la carrera y la marca sea lo suficientemente esperanzadora como para afrontar el último mes de entrenamiento con la moral alta.

miércoles, 19 de agosto de 2009

El día que saludé a Marta Dominguez


Hace casi un año disputé la Human Race, una carrera patrocinada por Nike que se corrió en varias ciudades del mundo simultaneamente el 31 de agosto. En aquella carrera, además de los populares corrían unos cuantos atletas de élite tales como Reyes Estévez, el baloncestista Calderón o Marta Dominguez, todos ellos patrocinados por la firma americana. Cuando crucé la meta en la Casa de Campo, Marta estaba allí, saludando a los populares que iban llegando; no importaba que días antes hubiera perdido una medalla segura al tropezar con una valla en los Juegos Olímpicos de Pekín; Marta estaba allí, fomentando el atletismo, dando la cara y aceptando pacientemente las felicitaciones de los que nos acercamos a saludarla. No me acuerdo lo que le dije exactamente, aunque dejé claro que la admiraba por ser una gran atleta y una gran persona.
El martes pasado, mi familia y yo vimos juntos la final de 3.000 metros obstáculos femeninos del Campeonato del Mundo de Atletismo Berlín. Fue una carrera emocionante desde el principio, con Marta en los primeros puestos flanqueada por las rusas. Confiaba en Marta, aunque no lo vi claro hasta la última vuelta donde demostró ser superior a sus rivales. Pero sin duda el momento más emotivo fue el tirón final tras la última valla, dejando clavada a la rusa y entrando sola en línea de meta.
El día siguiente salí a entrenar y estuve recordando la carrera mentalmente todo el rato. Las hazañas de Marta, Mayte, Natalia, Fermín, Abel, Martín, Chema, Kenenisa, Haile y otros muchos motivan mi esfuerzo diario por intentar ser mejor atleta. Ellos nos muestran día a día, carrera a carrera la belleza del atletismo y lo bonito que es correr en busca de un objetivo, pro modesto que sea. Por eso, desde mi blog, quiero dar las gracias a Marta por su medalla de oro, porque nos ha hecho felices a un montón de españoles y a un montón de atletas entre los que me incluyo. Gracias Marta.

domingo, 9 de agosto de 2009

7853

El próximo 20 de septiembre a las 9:00 horas estaré comenzando mi séptimo maratón. Ese día luciré el número 7.853 en mi dorsal. El correo electrónico que me ha enviado la organización así lo confirma y no voy a negar que ya siento un hormigueo en el estómago al pensar en que voy a estar entre los 40.000 participantes de uno de los grandes, para algunos el más rápido y el mejor. Allí estará Haile Gebreselasi, mi gran ídolo en el maratón, intentando batir de nuevo el record del mundo. Si lo logra entraré en la historia al haber corrido en esa misma carrera, pero lo logre o no, habré seguido escribiendo otra página de mi historia personal, de mi lucha contra los 42,195 kilómetros.
Pero falta mucho para el gran día y por delante me queda la media de Villanueva de la Serena y cinco semanas y pico de entrenamiento, más duro de lo normal debido al calor. De momento las cosas ruedan bien, mis tiempos en las series son mejores, aunque sin acercarme a registros de hace tres o cuatro meses. Pero yo creo que en las semanas restantes voy a poder llegar a mi mejor nivel o al menos acercarme mucho. La media de Villanueva será un buen test, aunque no definitivo, que me dará una idea de la marca a la que puedo aspirar en Berlín. Sigo siendo ambicioso y mi objetivo es bajar de 3 h 12' y acercarme lo más posible a las 3 h 10'. Quizás cambie mis objetivos en estas semanas o quizás lo haga en plena carrera. Lo importante, por ahora, es seguir corriendo...