miércoles, 31 de diciembre de 2014

El año de los cuatro maratones y medio

Cuando cruce la meta de la San Silvestre Internacional dentro de pocas horas, haber finalizado mi año atlético con 2060 kilómetros recorridos en unas 200 horas repartidas en 260 sesiones. En el año que termina no he conseguido mejorar mi marca en ninguna de las distancias en las que compito, pero por contra, he conseguido terminar cuatro maratones, a lo que sumado a la retirada en Sevilla, me ofrece un balance de cuatro maratones y medio.
Locura para algunos, proeza para otros, en mi opinión, lo realizado este año sólo puede ser considerado como una bonita experiencia que me ha ayudado a disfrutar de una prueba tan bonita como el maratón: Tras la dolorosa lesión de Sevilla, me preparé para batir mi marca en Coruña, pero allí el viento impidió que bajara de las tres horas, en una carrera que Depa considera como mi mejor maratón. Dos semanas después, Acabé Praga con bastante cansancio, pero buenas sensaciones, disfrutando de una prueba realmente espectacular.
La aventura canadiense de Quebec fue peor de la esperado, aunque correr una maratón tiene esas cosas, lo que sumado el calor dio como resultado el peor maratón de mi vida. Y para rematar, la mítica carrera de Atenas, donde fueron mucho más importantes las sensaciones que la marca, pues cumplí un sueño, el realizar el recorrido clásico, aquel que hizo Filípedes por primera vez.
Inmerso en la preparación de Marrakech, hoy disputo mi segunda San Silvestre Internacional, en busca de una buena marca, pero sobre todo, de volver a disfrutar de la prueba más bonita del calendario. 
Hoy acabo el año corriendo, como es tradicional. Buena suerte y feliz 2015 a todos.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Felices Fiestas

Hace ya más de seis años que comencé a escribir este blog; por aquel entonces había completado cuatro maratones (Madrid, Madrid, San Sebastián y París) y decidí compartir mis experiencias con amigos y conocidos. Es fácil adivinar que siempre me ha gustado escribir, así que encontré en el "running" la horma de mi zapato, pues quería contar al mundo no tanto los aspectos técnicos de una preparación atlética, sino las sensaciones que experimentaba al realizar esta actividad. 
Correr es un deporte muy sencillo, pues sólo necesitas unas zapatillas y un camino que seguir; lo mejor, es que una actividad tan sencilla te proporcione tantas sensaciones positivas, como disfrutar el viento en tu cara, observar el cambio de estaciones en tu recorrido habitual, el nerviosismo inevitable previo a la competición, los gritos de ánimo del público anónimo en una carrera, o lo que es mejor, de tu propia familia o amigos y por supuesto, la sensación de satisfacción cuando cruzas la línea de meta. Es difícil de creer, pero disfruto cada vez que me calzo unas zapatillas y salgo a correr, cada entrenamiento, cada tirada larga, cada serie, haga frío o calor, llueva o granice, correr me ayuda a ser más feliz.
Desde que empecé a escribir, he intentado contagiar mi pasión por este deporte a todos los que me leéis, he intentado transmitir mis sensaciones, mis inquietudes, mis alegrías y compartirlo con vosotros. Como es normal, me gusta tener muchos lectores y afortunadamente y ayudado por la difusión que hago en redes sociales, mis posts llegan cada vez a más gente, amigos e incluso lectores anónimos.
Por eso, en esta noche tan especial en la que todos nos reunimos con nuestros seres queridos y deseamos paz y amor a nuestros semejantes, quiero aprovechar para dar las gracias a todos los que me seguís y me animáis con vuestros comentarios por la red o en persona; os aseguro que sin vosotros esto de correr no sería lo mismo, porque no podría compartir mis experiencias. A todos los que estáis siempre ahí, os deseo una Feliz Navidad.