jueves, 30 de junio de 2011

Entrenador nuevo, victoria segura

Antes de comenzar y teniendo en cuenta como he titulado el post, quiero aclarar que no he conseguido bajar de los 40 minutos en la Carrera Norte Sur. Una vez aclarado, paso a relatar lo que ocurrió el domingo en la primera competición que hago bajo la dirección de Depa y que, a pesar de no lograr bajar el límite comentado, acabó con una nueva mejor marca personal en los 10.000 metros, 40'53'', sólo tres segundos mejor que la anterior, pero suficiente para demostrar que mi nueva etapa está funcionando y se puede ver a las primeras de cambio.
Debo admitir que a primera vista puede parecer poco botín, después de las previsiones que os había comentado por aquí antes de la carrera, pero una vez disputada y con la cabeza fría, valoro mucho más la marca por varios motivos. En primer lugar, no he preparado específicamente esta prueba, he corrido porque Depa quería comprobar mi estado de forma y por tanto no he hecho series o rodajes específicos, más bien generales. Aparte de eso, el recorrido de la carrera no era tan favorable como lo publicitaban; es cierto que es un recorrido en el que se baja de salida a meta, pero hay varios repechos por medio y sobre todo uno situado en el kilómetro 8 (la cuesta del Ángel), que en mi caso fue decisivo pues fundió mis posibilidades. Por último, el pasado domingo fue un día muy caluroso y eso también lo pagué.
Ciñéndome a la carrera, llegué un poco tarde a la salida y eso también influyó, pues salí bastante rezagado, por detrás del globo de los 40' y aunque pretendía cazarlo en los primeros metros, fue misión imposible por la cantidad de corredores que salieron delante de mi. Pasé el primer kilómetro en 4'07'', por encima de lo que pensaba, pero no me desanimé e intenté recuperarme poco a poco. Los kilómetros iban pasando e iba mejorando mi tiempo, pero no significativamente, más bien bajando unos pocos segundos. En el kilómetro 5, mi tiempo fue de 20'12'', pero en el 7 las cosas marchaban mucho mejor, 28'07'',es decir, a 4'02'' el kilómetro.
Llegué a pensar que podía conseguirlo, hasta que giré a la izquierda para iniciar la subida al  Ángel Caído, que acabó con mis esperanzas de un plumazo. Es una rampa de unos cien metros y empinada, pero además yo ya estaba maduro a esas alturas, así que me costó bastante subirla, pero sobre todo recuperarme después de la subida, pues no conseguí coger otra vez el ritmo. Luché el kilómetro y medio que quedaba para superar mi marca y lo conseguí por esos exiguos tres segundos, que suponen una nueva marca y la constatación de que bajar de los 40' no es imposible.
Ahora queda un verano por delante en el que hay que seguir afinando el estado de forma para llegar bien al otoño, pero antes aún me quedan competiciones con calor; la próxima en Madrid de nuevo: el Trofeo de San Lorenzo.

jueves, 23 de junio de 2011

Vuelta a la competición

Han pasado casi tres meses desde que corrí en Londres y aparte del paso fugaz y calmado por la Media de Azuqueca, no he vuelto a competir desde aquel caluroso domingo de abril. El motivo fundamental es que a Depa no le ha parecido conveniente y lógicamente he seguido su consejo, para eso me entrena. Aunque en realidad tenía competición programada a finales de mayo, pero la asistencia a la primera comunión de Tomás me lo impidió.
El caso es que el domingo participaré en la Carrera Norte contra Sur en Madrid. No me gusta demasiado la prueba, pues es demasiado masiva, pero la suspensión repentina de la Carrera Río a la que estaba inscrito, no me dejó otra opción. 
La Norte contra Sur comienza en Plaza de Castilla y termina en el Retiro, así que los que sois de Madrid habréis adivinado a la primera que se corre casi completamente picando hacia abajo. El recorrido es favorable para una buena marca, pero lo más importante es que mi estado de forma parece óptimo, o, al menos, así se atisba después de las cuatro series de 1000 metros que realicé ayer por debajo de 3'45''. El entreno de ayer ha supuesto una inyección de moral, pues he comprobado que los duros entrenamientos que estoy realizando bajo el calor asfixiante de los últimas semanas, está dando sus frutos.
Puede que esta carrera sea una buena oportunidad para hacer una buena marca, incluso Andrés me ha comentado que debo bajar ya de 40', pero yo prefiero no presionarme. Es cierto que estoy bien de forma,  pero hay factores como la participación masiva o el calor que pueden afectarme durante la carrera. Además, en teoría no debo estar en mi mejor forma, a pesar de las buenas series de ayer. Mi intención es salir a 4' el kilómetro y ver que pasa, quizás aguante el ritmo o no, pero no me quiero fijar un objetivo.
Saldremos de dudas el domingo, pero hasta entonces habrá que seguir entrenando a baja intensidad para llegar en unas condiciones óptimas a la competición. Espero contar buenas noticias. ah, se me olvidaba, correré por el Norte.



domingo, 19 de junio de 2011

El veranito

Quedan pocos días para que comience el verano astronómico y  se nota en las altas temperaturas del final de una primavera de lo más movido en el aspecto climatológico. Los niños ya han dejado de asistir al colegio por la tarde, llegan los exámenes finales, los domingueros se multiplican en la sierra y todo el mundo empieza a pensar en sus deseadas vacaciones de sol y playa, con honrosas excepciones que buscarán la montaña.
Para mi, este año las vacaciones consistirán en una sola semana de descanso en julio, que disfrutaré en Peñíscola y otra en septiembre, un buen mes para ir a caminar a Asturias. El resto del tiempo lo pasaré en casa, trabajando, pero también entrenando, porque aunque aún queda tiempo hasta New York, ni me gusta parar, ni parece que Depa me lo vaya a permitir.
Entrenar en verano es especialmente duro para mi, no sólo porque no me gusta el calor, sino porque lo suelo pasar mal. Es difícil encontrar un buen momento para correr, pues tienes que salir muy temprano o muy tarde, pero esta segunda opción no te libra del calor, aunque si de los molestos rayos solares. Sigo las pautas recomendadas para esta época, es decir, camiseta de tirantes, pantalón corto, gorra, más hidratación y evitar entrenar en las horas centrales del día. Todo eso viene bien, pro si a las 9 de la mañana el mercurio ya marca 20 grados, es difícil aprovechar la "fresca" y al final acabo pasando calor.
El calor provoca una reducción del rendimiento y aumento de las pulsaciones, por lo que hay que estar más atentos al pulsómetro para evitar problemas, pero, sobre todo, hay que ser consciente de las limitaciones que imponen las altas temperaturas y darse cuenta que correr con calor es más duro, así que no hay que preocuparse por una disminución de ritmo o un aumento de las pulsaciones, pues ambos parámetros son normales. hay que ser pacientes y sembrar para el otoño, donde se verán los resultados. 
Tampoco viene mal recordar, que la típica carrerita por el paseo marítimo de turno (en mi caso, el de Peñíscola) es aún más duro, pues al calor se le suma la humedad y además el sol molesta aún más a la orilla del mar. Como contrapartida, la brisa marina puede aliviar el agobio en las horas nocturnas.
Ya estoy preparado psicológicamente para soportar el calor de este verano, en el que volveré a competir, aunque aún no tengo cerradas algunas fechas. El próximo domingo correré en Madrid un 10.000; volveré a competir a finales de julio tras las vacaciones y remataré la faena estival de nuevo en Siete Aguas, carrera de la que guardo buenos recuerdos. Todo ello me servirá para llegar a las dieciséis semanas previas al maratón en una forma óptima que me permita afrontar, ya en otoño, dos medias maratones, necesarias piedras de toque para conseguir cumplir mis objetivos en la Gran Manzana. Os mantendré informados, no os lo perdáis.

martes, 14 de junio de 2011

Menos mal que soy runner

Se acabó el sueño de los aficionados vallisoletanos y el mío propio porque el Pucela fue eliminado por el Elche en la primera eliminatoria del play off por el ascenso. No es mi intención hablar del partido, de la polémica que ha suscitado la actuación arbitral y el mal juego de mi equipo, pero es un partido que me da pie a hablar del fair play, ese juego limpio tan inusual en el deporte rey.
Y es que los jugadores ilicitanos dieron un auténtico recital de juego sucio, marrullería y engaños después de conseguir el gol que los clasificaba. Un gol, que llegó una media hora antes del pitido final, lo cual les permitió exhibir un amplio elenco de tretas a cada cual más sucia. Lesiones fingidas, pérdidas descaradas de tiempo, protestas constantes... No voy a negar que defendían sus intereses, pero este tipo de actitudes representan lo más bajo del deporte, porque no sólo pretenden engañar al árbitro, sino que engañan a sus propios compañeros de profesión, aquellos que tiene el mismo objetivo por el que deben pelear supuestamente en buena lid.
En mi opinión, la rivalidad entre atletas es distinta. Es cierto que hay algunos que intentan hacer trampas con el dopaje, pero en cualquier carrera se pueden encontrar un montón de actos solidarios entre corredores, especialmente en las carreras populares, donde se compite contra uno mismo y quizás por eso, se respeta a los rivales e incluso se les ayuda si es preciso. No es extraño ver atletas animándose, aún sin conocerse, compartiendo agua o geles o charlando amigablemente.
Que el deporte sea limpio es una labor de todos, pero fundamentalmente de los deportistas profesionales, que son espejo en el que se miran los niños. Hombres como Chema Martínez, Luismi Martín Berlanas o Martín Fiz han demostrado en numerosas ocasiones que saben estar con los populares, dando ejemplo junto a ellos. Como futbolero, me gustaría que las figuras del deporte hicieran lo mismo más a menudo, pero me conformaría con que demostraran solidaridad entre ellos cuando compiten. ¿Es mucho pedir?

miércoles, 8 de junio de 2011

Yo no aflojo

Corría el año 1975 cuando mi padre me hizo socio del Real Valladolid. Desde entonces, he renovado mi abono año tras año, a pesar de que llevo viviendo fuera de Valladolid unos 20 años. Sin embargo, he seguido acudiendo al estadio José Zorrila cuando he podido en todos esos años y sigo la evolución de mi equipo cada día via internet. Se puede decir que el "Pucela" forma parte de mi vida y seguirá siendo siempre mi equipo, aquel con el que he experimentado momentos de  alegría y alguna que otro de tristeza. Soy futbolero, como indica el título de mi blog; una pasión que es compatible con la pasión por el running, es más, yo diría que si no hubiera futbolista, no hubiera llegado a ser corredor.
Hoy, en mi blog toca hablar de fútbol; toca porque mi equipo se ha clasificado para jugar el play-off por el ascenso a primera división, pues el Pucela descendió el año pasado y tras una temporada irregular, vuelve a estar en disposición de conseguir jugar en la mejor liga del mundo de nuevo. 
Para lograr el objetivo, el Real Valladolid ha puesto en marcha una campaña de apoyo al equipo, cuyo lema, "Yo no aflojo" me parece de lo más apropiado. Es un lema que podría encajar perfectamente con una carrera de fondo, pues después de toda una temporada luchando, es necesario hacer un último esfuerzo, no dejarse ir y poner toda la carne en el asador para conseguir la meta propuesta. Yo mismo me he repetido muchas veces "mantén el ritmo, no aflojes" en alguna competición, cuando se acercaba el final y el crono me decía que podía batir mi marca.
Mañana me voy a Valladolid a vivir en directo el primer partido de la eliminatoria. Yo tampoco voy a aflojar y voy a apoyar a mi equipo hasta el final, en el estadio o en casa, porque es necesario hacer este esfuerzo final. Y es que el el fútbol y en el running, la partida no se acaba hasta que no cruzas la línea de meta o el árbitro pita el final, elegid la frase que más os guste.

viernes, 3 de junio de 2011

La primavera, la sangre altera

La primavera es mi estación favorita para correr un maratón, no sólo porque la temperatura normalmente suele ser suave para correr el día elegido, sino porque el entrenamiento se realiza casi por completo en invierno y eso es mucho más llevadero que hacerlo en verano, cuando el mercurio alcanza valores tan altos que es necesario restringir las salidas a entrenar a unas horas determinadas, ya sea muy temprano o al atardecer.
La primavera de 2011 está a punto de acabar; ha sido una primavera típica, días de calor, de lluvia, días más fríos, tormentas, granizos que me han chafado el huerto... Dice un refrán que la primavera, la sangre altera y en mi caso ha sido cierto, pues hace casi dos semanas decidí donar sangre, aprovechando que se iniciaba la temporada y si bien sabía que podría afectar mi rendimiento, la verdad es que no esperaba que me afectara tanto.
Obviamente no es baladí que te saquen medio litro de sangre, pero quizás sea más llevadero si no entrenas a diario, como hago yo. Los entrenamiento de Depa no son excesivamente cañeros todavía y sin embargo, he experimentado un aumento de las pulsaciones y una pesadez de piernas que desconocía hasta ahora. Quizás el trabajo de pesas también esté influyendo, ya que estoy realizando más trabajo de los miembros inferiores que anteriormente.
Sea como sea, no me arrepiento por haber ayudado a aumentar las reservas de sangre en Madrid y además me voy encontrando mejor día a día. El sábado pasado, debido a que no podía competir por la Comunión de Pamplona, Depa me programó un test de 8 Km que pasé con un aprobado raspado. El sábado que viene, vuelvo a probar con ritmos exigentes y espero que el resultado sea mejor. Aunque la verdadera medida de mi estado de forma, la obtendré el próximo 26 de junio, día en el que he tengo programado un diezmil, justo antes de las vacaciones.
Por entonces ya será verano y habrá concluido esta primavera tan típica en cuanto a lo climatológico y atípica en cuanto a mi preparación, llena de novedades. Espero que la primavera de 2011 sea el punto de partida para conseguir los retos que voy a afrontar en otoño, pero antes de eso habrá que seguir entrenando en un verano que se presume caluroso.