lunes, 24 de junio de 2013

Petardazo

Sin ánimo de generar polémicas taurinas, supongo que muchos de vosotros recordareis los famosos patardazos de Curro Romero, capaz de hacer  lo mejor y  lo peor en los ruedos españoles. Os contaba hace unos días que mis sensaciones eran buenas de cara a la media de Burgos y lo había refrendado haciendo unas series de 500 y 1000 metros a un gran nivel. Después de eso, varios rodajes suaves, descanso y a correr en Burgos, una media plana, en la que se preveía un clima fresco, ideal para reventar mi marca. Sin embargo, como el Curro de sus peores tardes, en Burgos he pegado uno de los mayores petardazos de mi carrera atlética, porque no sólo no he logrado mi objetivo, sino que me he quedado a siete minutos de la marca que buscaba. Está claro que algo ha fallado, pero no sé el que.
La carrera ha tenido poca historia, apenas los primeros 7 u 8 kilómetros que recorrí aun ritmo más o menos aceptable, después de un a buen comienzo de carrera al lado de Julio, un corredor de El Espinar representante del club A Gatas. Ambos nos colocamos en un grupeto para comenzar la carrera, pero pronto decidimos acelerar un poco la marcha, pues el grupo iba más lento de lo que necesitábamos; la temperatura era ideal, pero el viento soplaba con fuerza en algunos tramos, aunque no creo que fuera un factor decisivo en la carrera. Tampoco lo fue la nefasta colocación de los hitos kilométricos, sobre todo para mi, porque Julio me cantaba los kilómetros de su gps.
Al llegar al kilómetro 10, nuestro tiempo no cumplía las expectativas marcadas (1h27'), así que Julio me comentó que iba a acelerar un poco para intentar compensar lo perdido; le dije que intentaría seguirle, pero ya por entonces mis fuerzas se habían agotado y tuve que ver con impotencia como se iba por delante, mientras mis piernas empezaban a estar cada vez más cansadas, rígidas, doloridas y sin capacidad alguna de reacción. Tenía mal los cuadriceps, mal los isquios, mal la espalda... en general todo me iba mal, mi ritmo empezaba a caer en picado y por mi cabeza rondaba la idea de la retirada. 
El paso por el kilómetro 14 está a 200 metros de mi hotel, me lo pienso, sé que mi marca va a ser horrible, pero decido seguir, tengo que sufrir, la competición no sólo vale para conseguir marca, incluso en las situaciones complicadas se puede sacar alguna conclusión. Esos últimos siete kilómetros son un calvario, sin fuerza, con las piernas muy tocadas y con la moral aún más tocada porque me adelantan un montón de runners; esta vez, el cadáver soy yo. Al final llego a meta a duras penas, muy dolorido y mareado, ya no puedo más y mi marca, 1h34'16'' refleja mi nefasta competición en una media preparada especificamente. No me lo puedo explicar.
Puestos a buscar explicaciones, tengo que empezar por el cambio de fecha, un retraso de una semana que puede no parecer significativo, pero que ha contribuido a que llegara a la cita más cansado física y mentalmente. Indirectamente, el cambio había propiciado que el día antes de la carrera tuviera una comida con amigos a la que asistí, de manera que me desplacé a Burgos después de la fiesta, llegué tarde, a las 10 y pico de la noche y me tomé una ensalada de pasta como cena, para posteriormente irme a la cama con mal estómago; mi plan era llegar a media tarde y dar un paseo, pero no puedo ser y quizás por eso pasé una mala noche, muy nervioso y sin casi pegar ojo. Otro factor que me gustaría comentar, fue el masaje que me di el miércoles anterior a la prueba; Cristina, mi fisio habitual, estaba lesionada y su sustituta me hizo un masaje de descarga demasiado agresivo, tanto que tuve las piernas doloridas jueves y viernes y creo que puedo influir en un tono muscular deficiente el día de la prueba.
Sea como sea, no hay que buscar culpables externos, sino reflexionar sobre los fallos cometidos y evitarlos en las próximas ocasiones. Para mi llegan las vacaciones y me van a venir bien porque necesito descanso físico y psicológico, aunque seguiré corriendo. Munich está en el horizonte y aunque después de Burgos veo las cosas más complicadas, sigo pensando que el asalto a las 3 horas es posible. Queda un verano, espero que alguna que otra carrera de montaña, algún diez mil y en principio la media de Valladolid, antes de correr en Munich; voy a tener oportunidades para resarcirme, para volver a subir la moral y para demostrar que lo de Burgos sólo ha sido un accidente. Ahora toca levantarse y seguir entrenando. No sé pasa de buena  mal atleta en un día y creo que sigo siendo un buen atleta.

martes, 18 de junio de 2013

Todo listo para Burgos

Esta mañana he realizado mi último entrenamiento serio de cara a la Media Maratón Ciudad de Burgos, que disputaré el próximo domingo en la ciudad castellana. Han sido cuatro series de 1.000+500, en las que me he sentido suelto, rápido y con ganas; todo parece indicar que mi estado de forma es óptimo para afrontar los 21,1 kilómetros que se recorren en un circuito de tres vueltas llano y rápido, según cuentan. 
Después de rebajar mi marca maratoniana en Sevilla, decidí preparar específicamente una media para intentar conseguir una buena marca, en torno a 1h26' o menos; a Depa le pareció bien la idea y me sugirió la media de Burgos para llevar a cabo el reto, pues el logró su mejor marca de la distancia en esta misma prueba. Desde entonces he realizado una preparación específica para llegar a esta cita con garantías. Han sido tres meses duros, plagados de series cortas y de ritmos rápidos, es decir, de entrenos a los que no estoy acostumbrado y que no son mis predilectos, precisamente. Para colmo, la organización trasladó una semana la fecha de la prueba, contratiempo que no creo que me afecte demasiado, aunque me sentó muy mal en su momento. De hecho, la semana pasada pensaba que no daba para más, que mis piernas ya no estaban frescas y que mi estado de forma no era tan bueno como creía; pero las series de hoy han vuelto a dar la razón (como siempre) a la preparación ideada por Depa y mis miles entre 3'47'' y 3'43'' y mis 500 entre 1´45?? y 1'42'' me han devuelto la esperanza, o quizás me hayan mostrado la realidad de mi estado: estoy como un tiro.
No es una expresión generada por la euforia, es una realidad que demuestran la calidad de mis series, mis ritmos y mis controlados de los últimos meses. Sé que estoy bien, mejor preparado que nunca para afrontar una media y por eso empiezo a tener miedo, porque en Burgos no puedo contemporizar, tengo que salir a cuchillo desde el kilómetro 1 y esperar que vaya todo bien; un planteamiento conservador sólo me llevaría al fracaso, porque mi objetivo no es bajar mi marca en la media, mi objetivo es bajar de 1h27' y si es posible acercarme a 1h25'. 
Depa cree que puedo estar en 1h25', pero siendo realistas, creo que bajar de 1h26' es harto complicado, aunque eso no me va a impedir intentarlo; para ello, cuento con un circuito rápido y una temperatura que se prevé fresca,como a mi me gusta. Pero lo más importante es que me funcionen las piernas, que pueda mantener un buen ritmo desde el principio y que pueda acelerar en el último 5.000; si lo consigo, es probable que el lunes leáis un post verdaderamente eufórico. Pero hoy toca ser prudente, consciente de mi buena preparación, pero inteligente para hacer una carrera que espero que me lleve a la gloria a la orilla del río Arlanzón.


martes, 4 de junio de 2013

Run4Parkinson 2013

Hasta hace unos días, pensaba que me faltaban poco más de dos semanas para correr en Burgos, pero el pasado jueves, me informaron que la organización había cambiado la fecha, retrasando el evento al día 23 de junio, debido a un requerimiento de la Policía Municipal de Burgos. No voy a entrar a valorar la falta de respeto por los corredores por parte de las personas que tomaron la decisión de variar la fecha porque no lleva a ningún lado; según la organización, ha sido un requerimiento de la policía local de Burgos, debido a la coincidencia con una prueba ciclista. Lo que no alcanzo a entender, es que se den cuenta del problema a falta de dos semanas para la disputa de los eventos, cuando muchos de los participantes, ya tenían reservados hoteles o hechos planes concretos y lo que es peor, se trastoca de manera notable la preparación para llegar en forma al día de la prueba.
En mi caso, Depa ha tenido que reprogramar mi preparación, mientras yo he tenido que hacer algún cambio de turno y de hotel, para volver a poner todo en orden, de cara a una cita en la que tengo puestas muchas esperanzas. Espero que no me afecte el cambio.
Pero como reza el título del post, hoy os voy a hablar de la carrera Run4Parkinson, que disputé el pasado domingo en Alcorcón, teniendo en cuenta que tenía programado un controlado de 8 Km ese día. Como se trata de una carrera benéfica y hacía mucho que no competía, me fui a la ciudad del sur de Madrid a fin de comprobar si mi estado de forma seguía siendo tan bueno como demuestran mis entrenamientos y ya de paso echar una mano para la investigación de esta enfermedad.
Me presenté en la salida con mucho tiempo de antelación, dado que la carrera apenas llegaba a 500 participantes; la recogida del dorsal fue rápida, así que me fui a tomar un café antes de comenzar un calentamiento previo a la carrera. Tras una pequeña demora en la salida debido a las fotos protocolarias, se dio el pistoletazo inicial y comencé a correr junto a los primeros atletas por el parque ferial de Alcorcón, donde estaba situada salida y meta. No me quería cebar, así que adapté mi ritmo a lo que quería hacer, pero el viento de espalda y la euforia inicial, me llevó a completar los dos primeros kilómetros en 3'51''. Ya por entonces, estábamos corriendo por el semidesierto polígono industrial en el que se desarrollaba casi toda la prueba, un recorrido repleto de giros, bordillos, cuestas y viento de cara, que provocaron que mi ritmo se resintiera de manera notable, por encima de los 4'05''.
La parte con viento de cara se fue alargando, hasta que al final se giraba hacía la salida de nuevo, pero en un punto, te volvían a desviar hacia el polígono, mucho antes de los 5 km, lo que me sorprendió. Volví a perder tiempo en esa zona tan "antipática", de manera que mi media siguió bajando a la para que mi moral. Al final, volví a la zona donde me desviaron para enfilar la recta de llegada demasiado pronto, tanto que por mi reloj, sólo había recorrido 8 km y no los 10 que, supuestamente, comprendía la prueba.
No puedo estar satisfecho con mi media, e 4'06'' a 4'07'', porque una semana antes había hecho un controlado de 7 km a 4'02'', aunque pienso que el viento y el recorrido me afectaron. Sin embargo, creo que un mal entreno descalifique el trabajo que estoy haciendo, así que no le doy importancia y mi prioridad es seguir haciendo bien las cosas durante una semana más, para llegar a punto a una cita que veo un poco más lejos, pero con la misma ilusión.