martes, 22 de octubre de 2013

Maratón de Munich (2) - La organización

Un paseo por Munich puede dar idea al visitante de la eficacia y meticulosidad germana, pues es una ciudad bien urbanizada, limpia, poco ruidosa y agradable para recorrer a pie; además, parece que existe unanimidad cuando se piensa en Alemania como país bien organizado y todo esto nos puede llevar a pensar que el maratón de la ciudad de Bavaria debe estar perfectamente organizado, pero es una suposición no muy exacta, como voy a pasar a explicar.
Empecemos con la página web, resultona, colorida y agil, en la que me pude inscribir al maratón con comodidad y rapidez; la información se revisaba periódicamente, pero el problema surgía cuando enviaba las newsletter periódicas a mi correo, pues estaban escritas en alemán y es un idioma que poca gente no alemana domina. En cualquier caso, hay que dar buena nota a este servicio.

Ya en Alemania, el primer contacto con la carrera lo tomo en la feria del corredor, ubicada en el excepcional Parque Olímpico de Munich, que albergó la Olimpiada de 1974, aquella recordada por el triste suceso de los atletas judíos y por la gran actuación del nadador Mark Spitz. El parque está cuidado al detalle, sin signo alguno de deterioro y con las instalaciones funcionando a pleno rendimiento, como es el caso de la piscina olímpica y hasta hace poco el coqueto Olypiastadion, famoso por sus cubiertas de poliuretano y que ha sido la sede del Bayern de Munich hasta hace pocos años; ahora, al estadio le han quitado el tartán y el césped es artificial, pero conserva un buen aspecto.
La feria se desarrolla en los bajos del estadio, en un espacio demasiado pequeño, lo que genera que todos los stands estén muy juntos y no sea cómodo pasear por allí; la recogida del dorsal es ágil, pero luego hay que ir moviéndose de lado a lado del local para hacerse con la camiseta y la bolsa del ropero, un mareo del que no llego a entender el porqué. En cuanto a los expositores, se echan en falta a las grandes marcas deportivas y hay un exceso de tiendas de deportes. También se pueden ver stands promocionado maratones, fundamentalmente alemanes.
Vamos a lo importante, la carrera. La base de operaciones se sitúa en el estadio olímpico, al que se puede acceder sin problemas para cambiarse o simplemente soñar con la llegada horas más tarde; hay baños suficientes, se puede estar a cubierto en caso de necesidad, aunque eché en falta algún lugar en el que poder beber agua o tomar un café. La salida no se efectúa en el estadio, sino a unos 2 kilómetros en una amplia avenida dentro del parque a la que se accede con comodidad mientras calientas. 
Además del maratón, se disputa una carrera de 10 kilómetros y una media maratón, pero la salida ni es simultánea, ni en el mismo lugar, de manera que se evita esa mezcla tan antipática para los que corremos, de atletas de diferentes distancias en una misma línea de salida.
La salida está organizada por cajones, pero son demasiado amplios, pues empieza en las sub 3h30' y aunque no es una carrera masificada, la mezcla de ritmos es evidente. Aún así, no hay demasiados problemas en la salida pues como he dicho, la avenida es bastante amplia y enseguida la carrera se interna por calles lo suficientemente anchas en la ciudad. El recorrido está bien indicado y cerrado al tráfico, aunque cuando se entra en el English Garden, por donde se recorren casi 15 kilómetros, hay zonas sin apenas voluntarios pues los caminos se estrechan notablemente. En general la carrera está bien señalizada y los hitos kilométricos bien colocados, pero en algunos tramos, la gente cruzaba la carrera sin reparo, sobre todo al finalizar y entrar de nuevo en el Parque Olímpico, donde tuve que sortear a alguna persona paseando. 

El recorrido es bastante plano y tras salir del Parque Olímpico, discurre en su primera parte por un gran parque y tras la media se adentra de nuevo por la ciudad recorriendo el centro histórico, para regresar de nuevo al estadio.
En cuanto a los avituallamientos, son en vaso, hay agua e isotónicos y también avituallamiento sólido, pues dan fruta y un gel GU en el kilómetro 27.
La llegada está bien organizada y tras cruzar la línea de meta, puedes acceder al césped artificial central, donde aparte de la medalla, te dan bebida, comida y cerveza (sin alcohol) sin límite. Lo malo, es que para salir del césped te hacen subir escaleras equivalentes a unos tres pisos, que después de 42 kilómetros de esfuerzo, no es lo más adecuado para los corredores.
La organización de Munich es buena, no excelente, pero suficiente para una carrera de participación media, rápida y bonita.



1 comentario:

Darío Collado dijo...

Cómo me gustan estos posts, eres prolijo en detalles, en lo bueno y en lo malo. Pensaba que el circuito de Múnich no era muy bueno, por lo que has comentado me han entrado grandes ganas de correrla próximamente :)