sábado, 24 de noviembre de 2018

Maratón de Tenerife (1) - El ambiente

Santa Cruz de Tenerife celebraba este año su quinta edición, una prueba joven que ha ido creciendo poco a poco hasta alcanzar un nivel aceptable de competidores sobre todo en la carrera de 8 Km y en la Media Maratón que se disputa simultáneamente con la prueba reina del atletismo, en la que la participación es más modesta, 386 atletas este año, que casi duplican el número del año pasado, pero aún así, un número modesto de competidores.
Es evidente que en una isla tan turística interese atraer a participantes extranjeros, atraídos por la belleza de los paisajes y el templado clima de las islas Canarias, o quizás no tan templado, pero en definitiva intentar que vacaciones y deporte vayan de la mano, como ocurre en mi caso particular; pero aunque nos cruzamos con bastantes "guris" en la pequeña feria del corredor, la ciudad no presenta ningún cambio perceptible los días antes del evento, salvo los carteles que anuncian la carrera y los preparativos que empiezan a percibirse en la Avenida de Anaga; pero en realidad no se ven demasiados corredores pululando por las calles como ocurre en otras pruebas evidentemente más masivas y es que de momento, esta competición es masivamente seguida por los atletas locales que precisamente no suelen dar ambiente.
Tampoco ofrece mucho ambiente la feria del corredor, ubicada en el centro de la ciudad, pero  en un edificio muy pequeño que no aporta mucho al evento, pues la gente entra y sale sin más sin que se perciba que es una parte importante del evento.
Metidos ya en la harina del domingo, la zona de salida presenta una gran animación a pesar de ser temprano, pero con la ventaja de la temperatura agradable, sobre todo para los que no compiten; una vez que la prueba echa a andar las cosas cambian pues las calles de Santa Cruz están prácticamente vacías durante los primeros kilómetros, salvo el paso por el mercado en el que hay gente pero dedicada a otras labores y el paso por los aledaños de la meta en el que hay algunos animadores dispersos. Como era de imaginar, en el tramo que va de Santa Cruz a San Andrés y vuelta no hay nadie animando, ni una sola persona y es que es una zona de difícil acceso en la que además no hay prácticamente nada. En la segunda vuelta hay algunas persona más por Santa Cruz, pero nada destacable y el mismo comentario puedo hacer del tramo junto al mar que lleva a San Andrés; para compensar, la meta está bastante animada y llena de gente en los laterales, sin duda atraídos por los finishers de la media.
Yo doy mucha importancia al ambiente de los maratones, de hecho escribo siempre un capítulo dedicado a este aspecto, pero tengo la suerte de llevar siempre conmigo el gran ambiente que dan mis animadores; en esta ocasión volvieron a estar conmigo Paco, Maribel, Daniel, Encho, Toli y Pastora que acompañaba una vez más a Pili que también fue de la partida conmigo. A ellos hay que añadir a Mayte, una animadora de la tierra que volvió a animarme en las islas Canarias y también merecen mención mi gran amiga Rosa y otra buen amiga y ex-compañera, Nieves, más conocida por Gruesi que me animó casi llegando a meta. Obviamente no me olvido de la persona que les volvió a capitanear y que también sumó 33 maratones en Tenerife, Marisa, que volvió a colocar a sus huestes para que la animación fuera perfecta y a pesar del resultado final, mi animación particular volvió a merecer un sobresaliente.


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