viernes, 22 de enero de 2016

Hong Kong Marathon (1) - El ambiente

Hong Kong es una de las ciudadanas más espectaculares que he conocido, no sólo por la belleza de su bahía, también por sus rascacielos, por sus avenidas, por la vida de sus calles, por sus contrastes... Todos estos factores unidos podrían ser aprovechados para organizar un maratón de gran nivel y atraer a miles de aficionados foráneos al evento, pero es evidente que mi particular visión no es compartida por los organizadores de este maratón, que cumplía 20 ediciones en 2016, por lo que podemos pensar que tampoco les va mal con la estructura actual.
Es sólo una opinión personal, pero creo que en Hong Kong se organiza un maratón por la única razón que hay que tenerlo, como lo tienen otras grandes ciudades del mundo y esta es una de ellas; pero después de haber participado en 23 maratones, me veo completamente autorizado para decir que junto con el de Moscú, este es el maratón más insulso en el que he participado.
El Standard Chartered Hong Kong Marathon presume de aglutinar 40.000 corredores, sumando los participantes en los 10 km, la media y el maratón, pero esa alta participación no es capaz de que se perciba ambiente alguno en la ciudad los días previos al evento; es más, parecía que la mayor parte de la gente no sabía que se corría un maratón el domingo. Quizás uno de los motivos principales es que la organización repite de manera una y otra vez a los participantes, que tiene el objetivo de no perturbar la vida de la ciudad y por eso las carreras se comienzan a disputarse desde las 5:45 de la mañana, cuando aún no ha amanecido, se desarrollan por autopistas, lejos de la ciudad y cuando llegas a meta, te previenen de hablar bajito para no molestar; es decir, vamos a correr un maratón pero que se note poco.
Tampoco crea mucho ambiente la inexistente Feria del Corredor, es decir, no existe, pues sólo se habilitan unas carpas de recogida del dorsal en el Victoria Park, el mismo lugar donde se termina la carrera; es una recogida al aire libre, que se efectúa en una zona del parque cercana a la meta, pero donde no hay habilitadas más carpas publicitarias o de merchandising, o sea que vas, recoges el dorsal y hasta luego. El ambiente que genera es muy escaso, la verdad.
Pero vamos a la importante, la carrera, que como he dicho, se inicia a las 5:45 con la salida de la elite de los 10.000 m; a las 6:15 se inicia el maratón, aunque yo salgo en el segundo grupo, a las 6:45. Cuando llego a la salida, aún no ha amanecido, el metro está lleno de corredores y la calle también, pero los aficionados se cuentan con los dedos de la mano; además de ser muy temprano, está lloviendo. Y aunque los tres primeros kilómetros discurren por el la ciudad, no hay casi nadie animando por las razones antes expuestas, pero será aún peor cuando el recorrido se adentre en la autopista, donde es imposible acceder como público y por tanto la animación es cero, el ambiente nulo y todo eso durante más de 30 km.
Según el recorrido oficial, la carrera discurre por la isla de Hong Kong durante los últimos 7 kilómetros, por lo que confiaba en ver un poco de público animando, pero no acerté, porque se corre por una carretera en obras, sin acceso para el público y sólo en los últimos dos kilómetros, se corre por calles normales con gente flanqueando a los esforzados "runners". Ambiente, lo que se dice ambiente, nada.
Menos mal que yo llevo siempre a mi afición conmigo, pero esta vez se lo han puesto muy difícil y sólo pudieron ver en el kilómetro 2 y en la recta de meta; sé que mi modesto blog no llegará a los organizadores del evento, pero me gustaría decirles que un maratón popular sin público es de lo más triste para los corredores, aunque no creo que les impone.


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